Los puntos negros, también conocidos como comedones abiertos, son lesiones características del acné que afectan la apariencia de la piel. Estos pequeños puntos oscuros se originan debido a la obstrucción de los poros, causada por la proliferación acelerada y anormal de las células de las glándulas sebáceas, conocidas como queratinocitos. La coloración oscura de estos puntos se debe a la oxidación del sebo y las células al entrar en contacto con el aire. Por lo general, se encuentran con mayor frecuencia en la nariz y en la parte central del rostro. Soy la Dra. Astrid Romero, Dermatóloga clínica y estética; hoy vamos a hablar cómo tratar los puntos negros de la mejor forma.
Además de los comedones abiertos, existen los comedones cerrados, o puntos blancos. La principal diferencia radica en que los comedones abiertos no suelen dar lugar a lesiones inflamatorias si no se manipulan, mientras que los cerrados pueden causar inflamación, predisponiendo a la formación de manchas y cicatrices. Por esta razón, se desaconseja la manipulación de los puntos negros, ya que puede aumentar la inflamación y generar complicaciones en la piel.
Para prevenir la formación de puntos negros, es crucial adoptar una rutina adecuada de cuidado de la piel. Se recomienda utilizar un limpiador con efecto seborregulador, preferiblemente con ingredientes como el ácido salicílico, conocido por sus propiedades exfoliantes. Además, la hidratación y el uso de protector solar son fundamentales. Es esencial optar por productos con texturas ligeras, evitando aquellos que puedan obstruir los poros.
Al seguir una rutina de cuidado de la piel, es importante comprender la función de cada paso. La limpieza, por ejemplo, debe realizarse tanto por la mañana como por la noche con productos específicos o reguladores. Los hidratantes deben tener texturas ligeras a base de agua o emulsiones, evitando cremas grasosas que puedan obstruir los poros. El protector solar, por su parte, debe tener texturas ligeras o a base de agua, con un toque seco y libre de grasa.
Aunque existen productos con betahidroxiácidos, como el ácido salicílico, que ayudan a reducir la formación de puntos negros, se desaconseja la aplicación de remedios caseros, ya que pueden generar dermatitis de contacto y favorecer la obstrucción del poro.
¿Sueles molestarte los puntos negros?
A pesar de seguir estas recomendaciones, la mejor opción siempre es consultar a un dermatólogo. Un profesional puede ajustar la rutina de cuidado de la piel y proporcionar tratamientos específicos según las necesidades individuales, garantizando una piel saludable y radiante. Recuerda que cada piel es única, y el asesoramiento profesional es clave para lograr los mejores resultados. Si te quedo alguna duda, o quisieras una asesoría conmigo, me puedes encontrar en Instagram como @astrid.derma
Portada: Sam Lion
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