El acné no es solo un problema estético, sino un reflejo de lo que sucede en tu cuerpo. Dependiendo de la zona en la que aparezcan los brotes, podrías estar recibiendo señales sobre desequilibrios hormonales, digestivos o hábitos de higiene que necesitan atención. Mi nombre es Gabriela Cevallos, soy cosmiatra y hoy vengo a presentarte el mapa del acné: qué indica cada zona, cómo prevenirlo y los cambios que puedes realizar en tu estilo de vida para lograr una piel más sana.

Cuando el acné aparece en tu frente. Tu cuerpo podría estar diciéndote que necesitas un momento para respirar y cuidarte. El estrés del día a día está afectando tus glándulas sebáceas, creando ese aceite más espeso que termina obstruyendo tus poros. También podría ser una señal de que tu sistema digestivo necesita atención ¿has notado que aparecen más brotes cuando comes ciertos alimentos? Pequeños cambios como revisar tus productos capilares o limpiar tus brochas de maquillaje pueden hacer una gran diferencia.

Si los brotes se concentran en tus mejillas. ¡No te sientas mal! A veces son cosas tan simples como tu almohada pidiendo un cambio de funda o tu teléfono necesitando una limpieza. Tu piel es delicada y recuerda todo lo que toca. Considera esto como una invitación a crear pequeños hábitos de higiene que te cuidarán a largo plazo.

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Cuando aparece en tu nariz. Tu corazón podría estar pidiendo más atención. ¿Hace cuánto que no sales a caminar o haces algo de ejercicio que disfrutes? No necesitas una rutina intensa, pero tu circulación te agradecerá cualquier movimiento que le regales.

El acné en tu barbilla. No estás sola en esto muchas mujeres experimentamos cambios en esta zona debido a nuestras hormonas. Pero también puede ser tu cuerpo pidiendo más descanso o recordándote que mereces un sueño reparador.

Pequeños pasos para grandes cambios:

• Mantén una rutina simple pero constante: un buen limpiador (con ácido salicílico o árbol de té), un hidratante que no sobrecargue tu piel (la niacinamida será tu mejor amiga), y siempre, siempre protector solar.
• Escucha a tu cuerpo: cuando notes irritabilidad, insomnio o te sientas más estresada, es momento de hacer una pausa y cuidarte más.
• Cuida tu alimentación con amor: no se trata de restricciones severas, sino de nutrir tu cuerpo con alimentos que lo hagan sentir bien. Reduce poco a poco los azúcares, las harinas refinadas y los lácteos, y observa cómo responde tu piel.

Recuerda, querida, que tu piel es única y lo que funciona para otras puede no funcionar para ti. No te desesperes si los cambios no son inmediatos la sanación lleva tiempo y está bien. Lo importante es que estés creando hábitos saludables que te beneficiarán no solo ahora, sino por el resto de tu vida.

Y sobre todo, sé amable contigo misma en este proceso. Tu valor no está definido por tu piel, y cada paso que das hacia una piel más saludable es un acto de amor propio que merece ser celebrado.  Si te quedo alguna duda o quisieras más información, me puedes encontrar en Instagram como @gabriela_cevalloscm o en Tik Tok como @genroseskinbygabriela