Si estás aquí conmigo, en este momento de tu vida, quizás estás atravesando una de las situaciones más difíciles que vivimos como seres humanos: dejar ir a una persona amamos pero que sabemos que ya no es para nosotros, no porque no haya amor si no porque por más amor que sintamos, por distintos motivos, una parte de nosotros siente que ahí no podemos estar más. Quizás sientes que necesitas dejar ir esa relación que, en algún momento, te pudo haber llenado de emoción y alegría pero que al sol de hoy, sientes que te hace más daño que bien. Mi nombre es Malka Valovis, soy psicóloga logoterapeuta y estoy acá para acompañarte a comprender por dónde empezar a transitar esta posible ruptura para buscar la forma de salir adelante y sanar…
Primero que todo quiero que sepas que no estás loco ni dañado por estar en esta situación, sé que quizás una parte de ti te puede estar dando palo por “no estar pudiendo dejar alguien que te está generando tanto dolor”. Pero si fuera fácil, lo hubieses hecho hace rato, pero no lo es y es humano que no lo sea. Nos cuesta mucho alejarnos de una relación “tóxica” precisamente porque no todo en esa relación es tóxico y no todo es malo. Es más, la razón por la cual estamos atrapados en esa relación es porque las cosas buenas o valiosas que en un principio nos conectaron bien siguen estando o, permanece la ilusión de ellas, y eso es lo que nos mantiene ahí, el anhelo de querer volverlas a sentir y el dolor de tener que despedirnos de esas sensaciones maravillosas que una vez sentimos. Es decir, a veces ya no estamos recibiendo eso que una vez nos hizo vibrar y sonreír… quizás puede que en este momento no te estés sintiendo del todo amado, correspondido y aceptado, o que lo sientas por momentos intermitentes, pero de igual manera tu cuerpo recuerda la sensación de haberlo vivido y, fue tan hermoso sentir la experiencia de ese amor, que de alguna u otra forma, tu mente se aferra a la ilusión de “¿qué pasaría si eso volviera?”. Entonces, así no esté en el presente, nos aferramos a lo que nos gustó en algún momento porque se sintió bien. Así que, gran parte del reto que tenemos que atravesar para dejar una relación que no nos hace bien, es aprender a despedirnos de lo que amamos de esa persona. A veces creemos que para irnos tenemos que recordar lo malo, hacer un listado de pros y contras y, quizás en algún momento esto puede ayudar, pero la única forma de despedirnos de alguien que queremos y hacerlo de corazón es despedirnos de lo que vamos a extrañar de esa persona y esa relación.
Sé que este proceso no será fácil, por eso esto es sólo una guía para que puedas comenzar.
Quizás a lo largo del proceso sientas algunas veces que no vas a lograrla, que quieres regresar corriendo a donde esa persona. Es normal. Es lo que conoces y te hace falta, sería extraño que una parte de ti no quisiera volver. Lo que necesitas hacer por ti y para ti en ese momento en donde sientes que no puedes más, es tener en mente por qué te fuiste y para qué. Por un lado, es importante recordar por qué te fuiste, tener anotadas las razones que te llevaron a tomar la decisión de irte de esa relación, las razones por las cuales tu no te sentías cómodo, tranquilo y/o en paz. Tú no tomaste esta decisión difícil por que sí, había cosas que no se estaban dando, innegociables que se estaban quebrantando, obstáculos irreconciliables para ti. Estas razones son importantes porque te recuerdan que te motivó a decir Adiós. Por otro lado, es importante tener en mente el para qué detrás de todo esto: las razones por las cuales emprendiste este camino y quieres seguir con este camino. “Quien tiene un para qué, soporta casi cualquier cómo”, como decía Nietzsche; si uno no tiene clara esas razones de para qué está haciendo lo que está haciendo, es decir, cuál es el propósito real de esto para ti, es más fácil regresar. Así que ten vívido en ti lo que no te gustó, lo que te hizo daño y a lo que no quieres regresar, pero al mismo tiempo ten presente el para qué te estás yendo de allí; cuál es esa versión de relación o de ti mismo que te espera en el futuro que hace que sea para ti importante dar este salto.
Otro factor muy importante que te puede ayudar cuando sientas que no puedes más y quieras regresar, es tu grupo de apoyo. A veces, subestimamos el poder de nuestras amistades y de nuestros seres queridos. Antes de escribir, antes de caer en la tentación y en la trampa de regresar, busca tener un lugar seguro donde puedas hablar sobre todo lo que sientes, personas que no te juzguen, que te escuchen y que te estén ahí para ti sosteniéndote. Y recuerda que el hecho de tener ganas de regresar no necesariamente implica que lo tengas que hacer, porque sentir no es lo mismo que actuar. Puedes tener muchas ganas de hacerlo, sentirlo en todo tu cuerpo, pero puedes tomar una postura con eso que sientes y actuar de una manera en la que sientas que estás siéndote fiel a ti.
Sé que a veces no es fácil ponerte a ti mismo en un lugar sagrado, pues puede ser que sientas que es una tendencia en ti poner a los demás por encima de tus necesidades. Si este es tu caso, es importante que identifiques quién te está impidiendo ponerte a ti en ese primer lugar, en ese lugar seguro, en ese lugar donde puedes escuchar tu verdadera voz y honrar tu verdad. ¿Qué te da miedo de darte ese lugar? ¿Tienes miedo a que te rechacen si lo haces? ¿Tu familia? ¿Tus amigos? ¿La sociedad? ¿Qué te juzguen? ¿Te critiquen? Identifica cuál es el miedo que te impide tomar decisiones que están alineadas a tu verdad. En el fondo una parte de ti siempre sabe tu verdad, aunque sea difícil acceder a ella fruto de estos miedos que a veces te invaden. Así que intenta descubrirlos para poderte preguntar: ¿Qué es esto que necesito hacer por y para mi, aquí y ahora?
Es todo un proceso empezar a identificar qué necesitas hacer para cuidar de ti, sobre todo si durante un tiempo te has abandonado un poco. No te preocupes, aunque ahora no escuches tu voz y te sea difícil alinearte con eso que necesitas hacer para cuidar de ti… con amor, perseverancia y el acompañamiento adecuado podrás volver a sentirte a ti mismo y saber qué pasa dentro de ti. Hay opciones a las que puedes recurrir, dependiendo de tu situación particular, ojalá puedas sintonizar con aquella que más necesitas. Puedes ir a terapia para escucharte y aprender a relacionarte contigo y los demás desde un lugar más amoroso y asertivo. Puedes empezar un proceso de journaling: tener un diario donde puedas escribir lo que estás atravesando, para leerte y sentirte. Adicionalmente, es clave que aprendas a pasar tiempo contigo a solas, en la naturaleza o en silencio, lo que sea que te sirva a ti para empezar a establecer una conexión contigo. Y, finalmente, estar sintonizando contigo varias veces en el día a ver qué es lo que necesitas puede servir, pues probablemente lo que necesitas hoy, a esta hora, no es lo mismo que necesitarás en dos horas. La pregunta que te puedes hacer es: ¿Qué sería amoroso, cuidadoso y compasivo hacer conmigo ahorita? ¿Esto sería un acto que cuida de mi a mediano y largo plazo o me pondría en juicio? Tienes que entender que una satisfacción inmediata no es lo mismo que un bienestar a largo plazo.
Desde mi perspectiva, no hay un método cómo tal para superar una relación, porque cada duelo es diferente, cada despedida tiene sus particularidades y cada vínculo es único, por tanto, cada quien vive su relación de una manera y va a vivir su pérdida de cierta manera. Hay personas que de principio sienten rabia, luego tristeza, luego mucho miedo; otras personas que se desconectan un tiempo y no siente nada hasta que de repente les cae encima todo como un balde de agua fría; y hay personas que desde el primer día sienten muchas emociones en forma de montaña rusa. Así que no hay una forma exacta y correcta para vivir tu duelo, lo que es importante que entiendas es que como cada duelo tiene sus etapas únicas, cada quien tiene que permitirse vivir esas etapas como vienen.
No podemos pretender salir de una relación sin sentir, porque lo que cada quien está sintiendo cuenta una historia sobre lo que es importante para esa persona. Por ejemplo, si tienes rabia, esa rabia nos está diciendo que algo valioso para ti está siendo atropellado, no fue tenido en cuenta, está siendo denigrado o se está frustrando de alguna manera. Si sientes tristeza quiere decir que quizás algo valioso para ti se está desvaneciendo, se perdió o no se está dando. Entonces cada emoción tiene un mensaje importante que enviarte sobre lo que es valioso en tu vida, hace sentido lo que estás sintiendo porque uno solo llora lo valioso. Así que una forma de transitar este duelo es permitirte sentir, por más doloroso que sea, tu dolor tiene sentido y, negarlo, puede ser injusto contigo y con lo que viviste, porque sea lo que sea que fue esa relación, no importa lo que haya pasado, fue importante para ti. Honrarlo es darte el permiso de llorar lo que hubo y lo que nunca fue, llorar las ilusiones y los sueños y hacerle un espacio en tu corazón a estos recuerdos que quieres guardar para que hagan parte de ti. Hay cosas que quizás vas a querer dejar atrás, pero hay otras que de alguna manera van a hacer parte de ti porque te enseñaron cosas, cosas con las que te quieres quedar y eso también está bien. Llegará un momento, con el tiempo, sin presionarlo, en el que vas a poder despedirte sin pelear, ni siquiera tienes que hacerlo directamente con la persona, sino encontrar un momento contigo donde puedas decir “gracias, entiendo que nuestros caminos hoy son otros y hoy guardo en mi corazón todo lo que significaste para mi; hoy elijo soltar esto no porque no te quiera sino porque nuestros caminos tienen que partir”.
Por ultimo, necesito que seas compasivo contigo mismo porque una ruptura no es fácil, implica una montaña rusa de emociones, inseguridades, dudas y retos. Tengo un par de videos que quizás te pueden servir sobre cómo transitar emociones y cómo aprender a dejar algo que amas en mi canal de instragam y en mi canal de Youtube. Y recuerda, tu no eres lo que sientes y no eres lo que piensas, tú eres lo que haces con lo que sientes y piensas, tú tienes el poder de elegir qué hacer con tus pensamientos y emociones, aunque a veces no lo sientas así. Así que cuando te sientas ofuscado o en malestar, respira y date un espacio para pensar y procesar cada cosa que va llegando a ti de tal manera que puedas tomar decisiones conscientes y no a la ligera.
No estás sólo, estamos contigo.
Si necesitas una asesoría me puedes encontrar en Instagram como @malkavaloviss.
Portada: Vajapatrama
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Soy psicóloga logoterapeuta, coach existencial, conferencista, maestra y una eterna aprendiz; amante del yoga, la música y el baile; enamorada de la vida, la comida y el amor, buscadora empedernida, sensible y divertida, pero sobretodo solo una persona, humanamente imperfecta, aprendiendo a existir auténticamente.