Somatizar nuestras emociones significa que el cuerpo da una respuesta a una experiencia basándose en las sensaciones y emociones vividas en ese momento. Es decir, estamos directamente conectados a nuestro sentir. Tanto si piensas y conectas con una experiencia agradable como si lo haces con una desagradable, tu cuerpo lo va a sentir. Mi nombre es Navil Castelazo, experta en Biodescodificacion emocional y hoy vengo a explicarte cuáles emociones afectan nuestro sistema digestivo y cómo manejarlo. 

 

Si hay dolor e inflamación crónica, es posible que estés somatizando un conflicto no resuelto emocionalmente y que tu cuerpo esté tratando de procesarlo. Este es un ejemplo claro de cómo somos seres integrales donde nuestras emociones desempeñan un papel fundamental en nuestro bienestar físico.
 

¿Cómo están conectados el sistema digestivo y nuestras emociones?

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Existe una explicación sencilla para entender esta conexión. Por medio de la boca ingerimos los alimentos, que se degluten, pasan por el tracto digestivo y llegan al estómago para comenzar el proceso de digestión. Luego, el organismo separa lo que sirve de lo que no y lo elimina.

A nivel emocional, ocurre un proceso similar. Cuando experimentamos síntomas o incomodidad digestiva, puede ser una forma en la que el cuerpo expresa: "Esto no me gusta", "Esto no lo puedo aceptar, digerir, procesar, asimilar o soltar".

Además, sabemos que nuestro aparato digestivo es nuestro "segundo cerebro", debido a la comunicación bidireccional entre este y el cerebro a través del nervio vago. Este nervio informa al cerebro sobre las sensaciones y movimientos no solo del aparato digestivo, sino de todos nuestros órganos.

Si experimentas miedo, enojo o estás en un estado de alerta constante, es probable que lo somatices en tu sistema digestivo.

¿Por qué el aparato digestivo es tan sensible a nuestro estado emocional? Porque está directamente conectado a nuestro sistema nervioso y, por lo tanto, a todas las emociones y sensaciones que percibimos. Además, está vinculado a una de nuestras necesidades básicas de supervivencia: la alimentación.

Desde que somos bebés, asociamos la comida con sentirnos satisfechos, seguros y protegidos. Cuando un bebé tiene hambre, su madre lo alimenta, cubriendo así su necesidad física y ofreciéndole afecto y protección. Este vínculo entre alimento y satisfacción emocional es muy fuerte. En la adultez, cuando sentimos vacío emocional y no tenemos quién nos "alimente" emocionalmente, experimentamos miedo, enojo, asco o tristeza.

Todas las emociones pueden influir en el aparato digestivo, pero la que más afecta es el enojo mal gestionado, es decir, cuando se contiene o reprime. Situaciones de traición, injusticia o aquello que "aguantamos" suelen ser las más comunes en este tipo de somatización.

Estos son los principales síntomas digestivos que pueden ser causados por emociones reprimidas o mal gestionadas:

• Reflujo
• Gastritis crónica
• Colitis crónica
• Úlceras estomacales
• Estreñimiento crónico

Vas a poder identificar si estás somatizando tus emociones en el sistema digestivo porque tu cuerpo te lo manifestará a través del malestar. Si sientes que los síntomas persisten, es una señal de que necesitas hacer cambios en tu vida y comenzar a identificar las situaciones que te generan enojo o malestar emocional.

Regular nuestras emociones y aprender a expresarlas siempre van a ser el mejor hábito para evitar somatizarlas. Si hay algo que causa enojo y no lo puedes cambiar, aceptarlo con el fin de aprender de ello. Cuidar la alimentación, asegurándonos de consumir alimentos saludables y adecuados para nuestro cuerpo. Mantener una buena oxigenación a través de ejercicios de respiración y actividad física. Descansar bien, ya que el sueño está directamente relacionado con la regulación emocional.

Priorizate, que se abra a nuevas formas de actuar y presta atención a la ira que puedes estar reprimiendo, para comenzar a liberarla. Además, buscar apoyo terapéutico puede ser de gran ayuda para identificar y trabajar creencias limitantes, programaciones o lealtades inconscientes que están contribuyendo al malestar.

Tomar consciencia de esta relación entre emociones y salud digestiva nos permite vivir con bienestar físico y libertad emocional. Si te quedo alguna duda o quisiera más información, me puedes encontrar en Instagram como @navilc.biodescodificacion.

Portada: Yuris Alhumydy