El sueño es una parte fundamental de nuestra existencia, un proceso vital que trasciende el descanso físico para abrazar la restauración del alma y la mente. En su abrazo nocturno, encontramos la renovación de nuestras fuerzas, la consolidación de nuestros recuerdos y la restauración de nuestra salud tanto física como emocional. Sin embargo, para muchos, este viaje hacia el reino de los sueños es un trayecto lleno de obstáculos y desafíos. Mi nombre es Valeria Ortegón, soy neurocientífica y creadora de Permitirme Ser; hoy vengo a contarte cómo manejar esta situación de la mejor forma.
El primer paso en la búsqueda de un sueño conciliador es establecer un horario regular para dormir y despertarse. Al sincronizar nuestro reloj biológico con un ritmo constante, permitimos que nuestro cuerpo se sumerja en los ciclos naturales de sueño y vigilia, facilitando así la transición hacia el reposo nocturno.
Además, la creación de un ambiente propicio para dormir es esencial. Un santuario de tranquilidad, oscuro y fresco, donde la mente pueda deshacerse de las preocupaciones del día y sumergirse en un mar de sueños reparadores. La comodidad de la cama y la suavidad de las sábanas son elementos clave para invitar al cuerpo a entregarse al sueño profundo.
La ingesta de cafeína y alcohol antes de acostarse puede ser un contraproducente en el camino hacia el sueño reparador. Estos estimulantes pueden interferir con los procesos naturales del sueño, fragmentando nuestra noche en un torbellino de despertares y sueños interrumpidos. Es importante evitarlos en las horas previas a acostarse y optar por alternativas más suaves que permitan que el cuerpo se prepare para el descanso.
El ejercicio regular se revela como un aliado poderoso en la búsqueda del sueño conciliador. Sin embargo, es importante programarlo adecuadamente, evitando la actividad física vigorosa justo antes de acostarse, lo que podría alterar nuestro estado de alerta y dificultar conciliar el sueño.
La relajación antes de acostarse es otro pilar fundamental en la preparación para el sueño. Momentos de calma y serenidad, donde la mente pueda despejarse de las tensiones del día y entregarse al suave abrazo del descanso. Leer un libro, tomar un baño caliente o simplemente escuchar música suave pueden ayudar a preparar el terreno para una noche de sueño reparador.
Asimismo, es crucial limitar la exposición a la luz azul de las pantallas electrónicas en las horas previas a acostarse. Esta luz artificial puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño, dificultando el proceso de conciliación del sueño y fragmentando nuestros ciclos naturales de descanso.
En caso de dificultades para conciliar el sueño, es importante recordar que no debemos quedarnos en la cama dando vueltas sin cesar. Si después de 20 minutos no logramos conciliar el sueño, levantarnos y realizar actividades relajantes puede ayudar a calmar la mente y facilitar el descanso.
Finalmente, si a pesar de todos estos esfuerzos seguimos experimentando dificultades para conciliar el sueño, es importante buscar ayuda profesional.
¿Tienes problemas para conciliar el sueño?
En conclusión, el sueño conciliador es una pieza fundamental en el rompecabezas de nuestra salud física y mental. Al adoptar hábitos de sueño saludables y cultivar un entorno propicio para el descanso, podemos abrir las puertas hacia un mundo de sueños reparadores y renovadores. En este reino de la noche, encontramos la restauración de nuestras fuerzas, la sanación de nuestras heridas y la promesa de un nuevo amanecer lleno de posibilidades. Si te quedo alguna duda o quisieras más información, me puedes encontrar en Instagram como @permitirmeser
Portada: Olly
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Neurocientifica de profesión y conferencista, con grandes estudios en cronotipos, sueño, procrastinación y salud mental. Fundó Permitirme Ser debido a que a los 19 años fue diagnosticada con una enfermedad del sistema nervioso. Apasionada por la ciencia, Valeria fusionó su amor por el conocimiento con la necesidad de abordar aspectos omitidos en la medicina convencional. Incorporó una metodología basada en la integridad mente, cuerpo y espíritu en la que incluye herramientas del día a día.
Con una comunidad de mas de 34,000 personas, Valeria ha llevado el entrenamiento mental al núcleo de Permitirme Ser, transformando vidas y ofreciendo un enfoque holístico para el bienestar y el crecimiento personal.
