No necesitas hacer NADA para merecer todo lo bueno de la vida. Es tu derecho de nacimiento.

Puedes haber aprendido lo contrario, puedes haber creído por mucho tiempo que mereces solo ciertas cosas buenas y que las demás están solo destinadas a otras personas o que no has ganado suficientes puntos para acceder a ellas, pero realmente es antinatural no sentirte merecedora de todas las cosas buenas de la vida, no sentirnos merecedoras es algo que hemos aprendido de otras personas. 

Merecer no tiene nada que ver con lo que hagas o no, tiene que ver con lo que decides pensar acerca de ti mismo y de la vida, con las creencias que tienes. Las consecuencias de tus actos (cada acto tiene una consecuencia de su misma vibración) son otra cosa... no tienen que ver con el merecimiento. 

Así como las plantas y los animales llevan dentro la certeza natural de que siempre serán provistos con todo lo que necesitan para vivir y lo reciben sin resistencia, así mismo nosotros podemos regresar a esa certeza y recordar una y otra vez esa simple y a la vez profunda verdad. 

La abundancia (bienestar de todo tipo) siempre nos rodea, solo necesitamos abrirnos a recibirla, y nos abrimos a recibirla a través del merecimiento, y el merecimiento se nutre cultivando nuestro amor propio.

¿Estás lista para amarte más y acceder a mayores niveles de bienestar en todas las áreas de tu vida?