Sangre fría, sangre caliente, hierve la sangre, menstruación, heridas, vida y muerte. Seguro te vino a la mente lo que significa cada uno de estos términos que involucra la sangre. En occidente, cuando pensamos en sangre, siempre pensamos en los médicos, lesiones o accidentes e incluso, en nuestros países latinos, seguro nos llega alguna imagen de violencia.

Sin embargo, la receta de la vida incluye la Sangre como líquido vital. En Medicina Tradicional China, se considera a la Sangre (con mayúscula) como uno de los líquidos vitales. No es entendida como en la medicina occidental sino más bien, es considerada una sustancia que contiene la materialización y manifestación más densa del Qi. El Qi, entendido como energía en occidente (en realidad me gusta más decirle Qi al Qi, para serle fiel al idioma mandarín) es la sustancia de la vida. Sangre (Xue 血) y Qi  气 son un matrimonio indivisible, en donde el Qi produce la Sangre y la Sangre transporta al Qi. Eso quiere decir que solo hay vida, mientras exista Sangre corriendo, y cuando ella se agota, se esfuma la vida. Qi como sentir energía y Sangre como vitalidad. Si alguna vez conociste a alguien con anemia, sabrás que su semblante es pálido y oscuro y la persona dice que no tiene energía, o como cuando alguien pierde sangre, deben hacerle una transfusión para llenarlo de vida. 

De alguna manera tendemos a rechazar aquello que nos genera aversión, los evitamos y por eso a menudo, no pensamos en las sustancias de las que estamos hechos los seres vivos. Ahora bien, si eres mujer, has visto tu Sangre desde tu primera menstruación, pero seguramente te han dicho “no la toques” o “está sucia”, incluso algo así como “que los hombres no vean tu sangre”. Todo esto, nos hace pensar que no tenemos idea de la información tan preciosa que nos trae este líquido vital en nuestros ciclos menstruales. Incluso no nos han enseñado a nutrir la Sangre después de haber tenido la menstruación o cómo nutrir la Sangre y el yin en el postparto. 

Aunque rescatando estos conceptos milenarios que se han resguardado muy bien en la Medicina Tradicional China, nuestros pueblos ancestrales, también comprenden que la sangre era esencial para la vida y la mujer era la que comandaba el asiento de la sociedad como núcleo y hogar de las sociedades indígenas. Para nuestros ancestros, la sangre significaba un linaje, la honra de una familia, los clanes de evolución como en un tejido vivo de humanos. 

La Sangre es la madeja en la que se enrolla el hilo de la Vida y tenemos la vida como lienzo para desenvolver la sangre que nos habita. Honrar la sangre como linaje, la sangre como el resultado de la evolución de nuestros ancestros, la sangre como la limpieza y el drenaje de lo que debe ser liberado cíclicamente y la sangre como la fuerza que conduce la vida y contiene el Qi que nos rodea. 

Fuera de nosotros la vida se perpetúa en Qi; dentro de nosotros, el Qi se convierte en Sangre a través de la apropiada nutrición al pasar por el Bazo-Estómago, se transforma en Sangre viva cuando pasa por el Emperador (el Corazón) y se distribuye libremente para nutrir todo el cuerpo. Si pensáramos en alimentarnos para nutrir la Sangre y el Qi, tendríamos más conciencia de lo que entra al organismo y posiblemente, tantos trastornos de alimentación, dietas, regímenes, sobrealimentación o desnutrición no serían la pandemia de nuestro tiempo. Todo esto ocurre: nutrir o desnutrir la Sangre y el Qi, ocurre minuto a minuto, así lo desconozcamos, así ignoremos lo sagrado que es la existencia, así incluso haya alguien que no crea en ello, simplemente ocurre. 

La Sangre como receta de la vida, requiere aire, alimentos y un cuerpo con una genética o constitución específica, para manifestar el Qi, donde cada individuo evoluciona el legado de sus ancestros y transforma nuestro paso por el planeta tierra. Honrar la Sangre, honrar la vida, honrar la fertilidad, honrar el masculino y honrar el femenino: el secreto de la longevidad y la salud yace en nutrir conscientemente la Sangre que te habita, evitando tener la sangre fría, evitando tener la sangre caliente, menstruando en calma, sin heridas que sangren,  siguiendo el flujo de sus recorridos en el inicio de la vida y parando cuando se llega la muerte, transportando la vida que nos visita mientras estamos respirando. 
Espera en nuestro próximo artículo consejos para nutrir nuestra Sangre y la importancia de la Sangre en la Menstruación.

Fotografía:Gemma-Chua