La soledad es un concepto que a menudo se malinterpreta y se asocia con emociones negativas como el abandono, el miedo y la tristeza. Sin embargo, aprender a disfrutar de la soledad y utilizarla como una oportunidad para el autoconocimiento y el crecimiento personal puede ser una experiencia enriquecedora y liberadora. Mi nombre es Patricia Rothman, soy coach de amor propio y crecimiento personal; hoy exploraremos la diferencia entre estar solo y sentirse solo, y cómo podemos aprovechar la soledad como una herramienta para desarrollar el amor propio y encontrar la plenitud en nuestra propia compañía.

Es importante distinguir entre estar físicamente solo y sentirse emocionalmente solo. Podemos estar rodeados de personas y aún así experimentar un profundo sentimiento de soledad, o por el contrario, estar solos y disfrutar plenamente de nuestra propia compañía. La soledad es un estado emocional que se origina en nuestras creencias, heridas y experiencias pasadas.

El sentimiento de soledad va de la mano con una emoción, un pensamiento que lo acompaña. Estas emociones y pensamientos pueden estar arraigados en heridas de la infancia, creencias limitantes y/o experiencias que nos hicieron sentir solos en algún momento de nuestras vidas, y que se sostienen en el tiempo, activándose ante ciertas situaciones.

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Uno de los miedos más comunes relacionados con la soledad es el temor al abandono. La herida de abandono tiene que ver con ese miedo constante a que me dejen, a que me abandonen, por eso no quiero estar sola. Estas heridas pueden llevarnos a desarrollar una dependencia emocional y a evitar la soledad a toda costa.

Para poder disfrutar de la soledad y aprovechar sus beneficios, es crucial trabajar en nuestro autoconocimiento y sanar las heridas emocionales que nos atan al miedo y la inseguridad. Si no nos metemos en profundidad en esos miedos, en poder intervenir y sanar esa herida, en entender qué es lo que me da miedo de estar sola, no podremos avanzar.

Uno de los pasos fundamentales es invertir en nosotros mismos. Esto puede implicar buscar ayuda profesional, leer libros de autoayuda o ver videos que nos guíen en el proceso de autoconocimiento y sanación. Recomiendo mucho libros como "Los Cuatro Acuerdos Toltecas", "El Poder Está Dentro De tí" y "El Hombre en Busca de Sentido", así como obras de carácter más espiritual como "La Novena Revelación" y "La Quinta Montaña" de Paulo Coelho.

Una vez que hemos iniciado el proceso de sanación interna, podemos empezar a crear espacios para disfrutar de la soledad de manera gradual. Sugiero comenzar con actividades sencillas en el hogar, como leer, meditar o practicar yoga. Luego, podemos ir aumentando el nivel de dificultad, saliendo a tomar un café o ir al cine solos.

Una estrategia recomendada es participar en actividades grupales donde no conozcamos a nadie. Esto nos permite experimentar la soledad dentro de un entorno social, lo que puede ser más cómodo para algunas personas.

Otro consejo valioso es aprender a "aburrirse". En lugar de buscar constantemente algo que hacer, dediquemos tiempo a simplemente observar nuestro entorno, como sentarnos en una plaza y mirar a nuestro alrededor. Esto nos ayuda a conectar con nosotros mismos y a disfrutar del presente sin la necesidad de estar constantemente ocupados.

Además, generar nuevos hobbies y actividades que nos permitan experimentar y descubrir nuevas pasiones. Esto no solo nos ayuda a disfrutar de la soledad, sino que también puede llevarnos a descubrir talentos ocultos y desarrollar nuevas habilidades.

Cuando deseamos estar solos, es importante comunicarlo de manera asertiva a nuestros amigos y familiares, no nos es posible controlar sin herir sentimientos. Realmente no podemos controlar las reacciones de los demás, pero sí podemos ser honestos y directos al expresar nuestras necesidades.

No tenemos el poder de herir los sentimientos del otro, cuando queremos hacer las cosas con algodones y tenemos ese miedo de que el otro se ofenda, quedamos a la merced del otro, nos abandonamos a nosotros mismos.

Es importante recordar que la responsabilidad de nuestras emociones recae en nosotros mismos. Si alguien se ofende por nuestra necesidad de estar solos, no es un reflejo de nosotros, sino de sus propias heridas y experiencias. La clave está en comunicarnos con amabilidad y respeto, sin juzgar ni culpabilizar.

Aprender a disfrutar de la soledad es un proceso de autoconocimiento y sanación que nos permite desarrollar un profundo amor propio y encontrar la plenitud en nuestra propia compañía. Al sanar nuestras heridas y miedos relacionados con la soledad, podemos aprovechar estos momentos para explorar nuevas actividades, cultivar hobbies y descubrir aspectos desconocidos de nosotros mismos.

La soledad no tiene que ser una experiencia negativa o temida. Puede ser un refugio donde podemos conectar con nuestro ser interior, reflexionar sobre nuestras vidas y encontrar la paz y la tranquilidad que a menudo se pierden en el ajetreo diario. Abrazando la soledad con una mentalidad abierta y una actitud de crecimiento, podemos transformarla en una oportunidad de autodescubrimiento y enriquecimiento personal. Si te quedo alguna duda o quisieras más información, me puedes encontrar en Instagram como @patriciarothman.coach 

Portada: Danny G