En una sociedad que tiende a dejar a un lado el erotismo, muchas personas enfrentan dudas y miedos como: ¿Cómo puedo reavivar el deseo en mi relación? ¿Qué hago si mi pareja no está abierta a hablar de sexualidad? ¿Cómo superar los bloqueos emocionales que dificultan la conexión íntima? Estas inquietudes son reflejo de la represión cultural y los mitos que rodean la sexualidad, pero también de la necesidad de encontrar un camino hacia la plenitud personal y compartida. En esta entrevista a Mónica Giraldo, experta en erotismo y creadora de Mosquita Muerta; exploramos por qué trabajar en la erotización dentro de una relación es crucial para fortalecer los vínculos emocionales y físicos, recuperar la chispa en el día a día, y, sobre todo, para redescubrirnos a nosotros mismos y al otro.
PC: ¿Por qué es importante trabajar en la erotización dentro de una relación de pareja?
MG: Me gustaría primero, compartir para mí qué significa erotismo. El erotismo para esta Mosquita Muerta es una actitud de ser y de estar en la vida, una decisión personal de vivir con los poros abiertos y de desnudar el ser para reconocer su versión original, lo que implica autoaceptación y aceptar la vida como va siendo.
Ahora bien, cuando nos vinculamos o decidimos compartirme con alguien más, el erotismo se expande e invita a abrirnos también a su experiencia de ser humano. El erotismo se convierte en una danza compartida donde ambas partes se permiten aceptarse y reconocerse en ese vaivén de existir, de descubrir ese “quién” van siendo: quién vas siendo vos, quién va siendo a quien tienes enfrente, quienes están juntos. Así pues, erotizarnos en pareja es una oportunidad para conocernos a nosotros mismos y al otro, en nuestra máxima expresión.
En una sociedad que a menudo banaliza el erotismo, trabajar en ello permite reivindicar el gozo y el deseo como un aspecto esencial de la vida… tanto de mi vida, como de la vida compartida.
PC: ¿La erotización influye en el fortalecimiento del vínculo emocional y sexual?
MG: Sin duda. El erotismo es un lenguaje sensitivo, que se habla a través del sentir, va más allá de las palabras, es una comunicación que se teje integrando a ambas partes (o todas las partes). No sé si lo has notado, pero tendemos a relacionarnos con las personas a partir de la idea que nos hemos formado de ellas. Me gusta recordar las palabras de Anaïs Nin cuando decía que “No vemos jamás las cosas tal cual son, las vemos tal cual somos”.
Cuando acogemos el erotismo en la relación con nosotros mismos y con los demás, aceptamos la invitación para mirarnos con asombro, para redescubrirnos constantemente, para vernos, escucharnos, tocarnos, olernos y sentirnos por muchas primeras veces. Es así como, conscientemente, nos abrimos a jugar, a seducirnos y a maravillarnos como cuando éramos niños: sin agendas, espontáneos, sin cargar mochilas con reclamos, culpas y vergüenzas.
Imagínate cómo viviríamos si recobráramos el asombro por descubrir todo lo que hay del uno y del otro, emocional, mental, física y espiritualmente. En mi experiencia personal, el erotismo es la forma que me ha permitido crear vínculos más profundos y auténticos, conmigo y en pareja.
PC: ¿Cómo abordar el tema de la erotización si la pareja no suele hablar abiertamente sobre sexualidad?
MG: Siento yo que la falta de comunicación y el desencuentro a la hora de hablar sobre sexualidad, deseo y placer, se produce porque no somos conscientes de cuál es el tipo de comunicación erótica que prefiero, ni mucho menos, cuál es la forma de comunicar del otro, lo que produce un tire y afloje por imponer una única forma: la propia.
Soy una persona visual, auditiva, sensorial o kinestésica, ¿cuál es mi forma de expresar amor, cuál es mi forma de recibirlo? ¿cómo podemos hacernos a un lenguaje compartido que nos vincule a los dos? (¡a los tres o los cuatro!)
Creo que aquí la curiosidad, la creatividad y la imaginación, son grandes aliadas para conversar sobre sexualidad. En lugar de plantearlo como un problema, e insisto, quedarnos con la idea fija de “es que no se le da hablar de eso” podemos introducir el tema a través de relatos, películas, imágenes, audios o libros que aborden la sensualidad, tejiendo con disposición y apertura un ambiente, un contexto, un paisaje erótico que le permita a las partes sentirse más confiados para hablar sobre eso. Lo anterior invita a la exploración sin poner a la defensiva.
Por otra parte, creo que nos cuesta tener este tipo de conversaciones, porque no hemos tenido tampoco ese diálogo íntimo con nosotros mismos, no tenemos tiempo para sentir qué deseamos, para qué, cómo lo deseamos, ni cuándo, ni dónde, ni con quién! Y con tal de evadir la incomodidad que produce hacernos cargo de eso, se nos hace más cómodo tirarle la pelota o culpar al otro, que seguramente, anda en las mismas que uno ¡loco no!
Recordando a la época dorada de Shakira “Siempre supe que es mejor, cuando hay que hablar de dos, empezar por uno mismo” así que ¿cómo estás abordando vos con vos, tu diálogo sexual? Y … ¿qué tan abierto (a) estás para recibir lo que tu pareja tenga para decir sobre su sentir al respecto?
PC: ¿Cuáles son las mejores formas de reavivar el deseo en una relación a largo plazo?
MG: ¡Perder la memoria! olvídate de que lo (a) conoces, que ya sabes quién es ¡es que es una gran mentira! Si estamos en esta experiencia humana bregando a conocernos a nosotros mismos, imagínate pensar que “conocemos al otro”.
Recupera el misterio. ¿Cuándo fue la última vez que tomaste la iniciativa y sorprendiste a tu pareja? La rutina mata el deseo; la sorpresa lo aviva. Dejemos de esperar que “algo extraordinario pase” y juguemos con lo cotidiano para convertirlo en extraordinario ¿cómo? Introduciendo pequeñas novedades en el día a día, sextiandonos (si no sabes, Mosquita Muerta te enseña), cambia de escenario, descubre algo nuevo juntos. Tómate en serio el jugar y vuelve a ser cómo niño.
¡Date tiempo! Para que el erotismo emerja necesita de tiempo, presencia, de estar aquí y ahora, para contemplar, intimar y sentir la piel. En épocas de inmediatez y donde todo está dado para evadir, el erotismo es un acto de revolución.
PC: ¿Puedes sugerir actividades o juegos para explorar la conexión sensual entre ambos?
Primero, déjame decirte que esa sensación de que las cosas “no son como antes” es más común de lo que crees.
El erotismo no va solo de sexo; se trata de reconectar desde lo más básico, mirarse, tocarse y sobre todo, estar presente. Te voy a proponer ejemplos prácticos y vamos a ir de lo más sencillo para ir subiendo la temperatura ¿va?
Para empezar …
Esta noche, siéntate frente a tu pareja. Pon tu mano sobre su pecho y que él o ella hagan lo mismo con vos y respiren juntos durante 2 minutos.
Sin hablar, sin distracciones, sólo sintiéndose. Esto puede parecer simple, pero la intimidad empieza por aprender a estar presente, juntos.
Ahora qué tal si …
A la hora de besarse lo haces sintiendo que lo haces por primera vez: lento, con la intención de probar la textura de sus labios, de saborearse, de sentir el calor y probar con distintas intensidades.
Vamos un poco más …
Ahora bien, recuerda que el erotismo es la promesa de algo y son esas ganas de hacerla realidad. Piensa que el encuentro es la cereza del pastel, es decir, lo último que te comes; por eso es muy importante cargar de tensión erótica el hacer el pastel.
Por ejemplo, durante el día, puedes ir calentando la escena tentándose a través de sexting o voixting (¡me pido patentar el último término!) qué tal un mensaje tipo ¡si adivinas qué llevo puesto, esta noche me lo quitas!
¿Nos ponemos más traviesos? ¡Sí!
El juego de roles para mí es una delicia.
Aprovecha que están enganchadísimos con una serie o tienen una película favorita, podría ser súper divertido y muy hot, jugar a recrear personajes y escenas.
Otra idea puede ser activarse a través de los sentidos, vendarse los ojos y explorar con caricias, sabores, texturas, tocándose para provocarse sensaciones.
“Dime sí o no” explorando con preguntas, gestos o acariciándose usando aceites explorándose el cuerpo, sin expectativas, pero sí abiertos a descubrir y mapear qué, dónde y cómo se enciende cada uno (a).
Un juego erótico puede ser darse la oportunidad de conversar o escribir fantasías en papeles y seleccionarlas al azar para realizarlas o charlar al respecto. Y por qué no, escribir una historia juntos en la que cada quien añada detalles eróticos desde su perspectiva.
Y la actividad más rica de todas: escuchar juntos o enviarse los relatos eróticos de Mosquita Muerta para inspirar y volarse con el cuerpo e imaginación.
PC: ¿Qué bloqueos emocionales o psicológicos suelen dificultar la erotización en la pareja?
MG: La culpa, la vergüenza y el miedo al rechazo son los principales enemigos del erotismo. Estos sentimientos muchas veces vienen de una educación represiva o de experiencias pasadas dolorosas.
Somos seres sexuados viviendo una experiencia humana, todos provenimos de un encuentro sexual y a pesar de ello, hablar de sexualidad, deseo y placer, es inmoral y sigue levantando ampolla. Por siglos se nos ha inculcado sentir vergüenza y culpa por nuestros cuerpos y por sentir placer.
Así que bloqueos emocionales, psicológicos e incluso sociales, creencias limitantes y castradoras con relación a la sexualidad están a la orden del día y el erotismo es una forma de desnudarnos de ellos y de recuperar nuestra autonomía sensitiva.
¡Sí! Necesitamos incomodarnos, salir de la zona de confort, tener el coraje de salirnos del cuento y la norma para tomar las riendas de mi sexualidad.
PC: ¿Qué hacer si la respuesta de la pareja no es la esperada o parece desinteresada?
MG: Aceptar que no puedes forzar el deseo. Es importante dialogar desde la empatía, buscando comprender si existen razones externas y/o un contexto que está minando la expresión del placer, porque sí, nuestra experiencia humana se desenvuelve en un contexto, en un ambiente que puede ser expansivo como limitante. Por eso fomentar la comunicación es esencial, darnos y permitirnos compartir lo que nos pasa y lo que vamos siendo, es vital.
Ahora bien, creo firmemente que hacernos cargo de nuestras emociones, de nuestros sentires, de comprometernos con nuestro propio placer, aliviana el vínculo en pareja. Aprender a vivir con el otro, en vez de vivir para el otro, nos invita a fortalecer nuestra individualidad y a compartir con más armonía.
PC: ¿Cómo utilizar los sentidos (vista, olfato, tacto, etc.) para crear momentos más eróticos?
MG: Primero, siento importante comprender para qué, están los sentidos. El intermediario entre la vida y yo es el cuerpo. Esta experiencia sensible se da por medio del cuerpo, es la herramienta con la que fuimos provistos para ser y estar en la vida, para vincularnos con ella.
Lo que existe entre tu cuerpo, mi cuerpo y el afuera ¿qué es? La piel.
La piel es lo que nos envuelve, es la frontera entre nuestra realidad interna y externa. Es el órgano más grande del cuerpo y donde están todos los sensores erógenos excitables que dan información del exterior a nuestro interior. Es a través de esos sensores percibimos la realidad (viendo, tocando, oliendo, gustando y escuchando). La piel con todos sus sensores, es la puerta de entrada de la realidad a nuestra vida, es por donde sentidos, por donde nos penetra la vida y a su vez, la forma como penetramos en ella. Lo que hay entre vos y yo, y nuestra realidad son sensores excitables.
La palabra "sensualidad" proviene del latín sensualitas, que deriva de sensus, que significa "sentido" o "percepción". En su origen, está relacionada con la capacidad de experimentar el mundo a través de los sentidos (vista, oído, gusto, tacto, olfato).
En su evolución, el término adquirió una connotación vinculada al placer físico, especialmente aquel que se obtiene de las sensaciones corporales agradables, y eventualmente se asoció con lo erótico y lo sexual. Sin embargo, en su esencia, la sensualidad tiene que ver con una conexión profunda con el mundo sensorial y una disposición para disfrutar plenamente de las experiencias sensoriales.
¿Te das cuenta? Lo que hay entre vos y tu realidad, así pues, con la pareja y el mundo es el erotismo. La vida lo hizo de esta manera para que tengamos una relación erótica con la vida…. para sentir y crear la vida.
Por ello, que alimentar nuestras artes amatorias estimulando los sentidos mirándonos con detalle, explorar con olores y texturas que nos evoquen placer, reconocernos a través del acto, explorando a qué nos sabe el placer y darle voz a nuestro deseo, son esenciales para que florezca lo erótico, provee el espacio para que despliegue y se geste.
PC: ¿Cuáles son los errores más comunes que las personas cometen al intentar erotizar a su pareja?
MG: Siento yo reducir el erotismo a actos sexuales, porque el erotismo es una experiencia total, no solo genital. Así como lo mencionaba anteriormente, el desconocer nuestro lenguaje erótico, como me gusta llamarlo: nuestra huella erótica y por ende, desconocer también el de la pareja.
Asumirnos y hacernos cargo de nuestro propio disfrute, es una actitud activa, abre el juego, permite la exploración, la imaginación y fortalece la autoestima erótica, y es desde ahí, que logramos vincularnos de forma más auténtica y liviana con nuestra pareja ¿por qué? Porque es así que dejamos de esperar y de cargar al otro con darme el placer que primero, no he reconocido en mí.
Dar por sentado que lo que funciona para uno necesariamente funcionará para el otro, que quien tengo enfrente tiene que saber cómo me gusta, nos limita y desempodera. Para erotizarnos en pareja, planteo yo que primero está reconocer la propia naturaleza erótica y desde ahí, tejer el vínculo erótico para que nazca un nosotros.
Si te quedó alguna duda o quisieras más información, puedes encontrar a Mosquita Muerta en Instagram como @unamosquitamuerta
Vuélate con sus relatos eróticos en Spotify
Disponibles también en YouTube https://www.youtube.com/@unamosquitamuerta
o en Tik Tok como @Unamosquitamuerta
Portada Gerhard Lipold
¿Te gustaría más contenidos como este?
Comentarios:
Somos un mundo creado para la mujer actual, una fuente de inspiración que nutre la mente, el cuerpo y el alma. Reunimos a todas aquellas personas, marcas y estilos de vida que nos inspiran, motivan y admiramos para impulsarte a encontrar tu valor y poder personal.