En nuestro sistema familiar, llevamos el ADN de todos nuestros ancestros, lo que significa que podemos representar, de manera consciente o inconsciente, informaciones y patrones de cualquiera de ellos, hasta siete generaciones atrás. Aunque no necesariamente tengamos un doble claro, las experiencias emocionales no resueltas de nuestros ancestros pueden manifestarse en nuestra vida. Mi nombre es Bettina Antola, terapeuta integral; hoy vamos a explorar cómo identificar si eres un doble en tu clan familiar y cómo sanar nuestra relación con nuestros antepasados.

El concepto del doble es clave, ya que con estas personas a quienes representamos, tenemos una mayor probabilidad de tomar sus cargas emocionales y conflictos. Sin embargo, no ser doble de alguien no significa que estemos exentos de heredar patrones familiares.

Podemos ser dobles de alguien en nuestro clan por varias razones:

1. Por nombre: Si llevamos el nombre de un ancestro, nuestro inconsciente puede asumir la responsabilidad de representar su historia.
2. Por fecha de nacimiento: Si nacimos en la misma fecha o en fechas cercanas a un ancestro (con una diferencia de 10 días antes o después), podemos estar vinculados energéticamente con él. 
3. Por fecha de concepción: Si fuimos concebidos en una fecha especial para un ancestro, podríamos heredar parte de su historia.
4. Por fecha de defunción: Si nacimos en una fecha cercana a la muerte de un ancestro, podemos estar reparando su historia.
5. Por apariencia física: La semejanza física también puede ser un vínculo de doblez con un familiar.

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Cuando somos dobles de un ancestro, tenemos una mayor tendencia a tomar su historia y vivirla en nuestra propia vida. No se trata de ser idénticos en personalidad o carácter, sino de cargar con sus heridas, conflictos o incluso talentos.

Por ejemplo, si una abuela tuvo una vida llena de sacrificios en la maternidad y somos su doble, podríamos experimentar dificultades relacionadas con la maternidad o desarrollar una opinión fuerte sobre la autonomía femenina sin darnos cuenta de la conexión con nuestra historia familiar.

Las generaciones pasadas influyen enormemente en nuestra vida a través de lo que se conoce como epigenética conductual. Esto significa que las experiencias vividas por nuestros ancestros pueden marcar nuestro ADN y condicionar nuestras respuestas emocionales y conductuales.

Muchas veces repetimos patrones sin ser conscientes de ellos. Por ejemplo, relaciones de pareja conflictivas, dificultades económicas o problemas de salud pueden estar vinculados a eventos que ocurrieron en nuestra familia y que seguimos manifestando sin darnos cuenta.

¿Cómo identificar si estamos repitiendo patrones de un ancestro? Las señales pueden manifestarse en:

• Situaciones recurrentes que parecen no avanzar.
• Conflictos que se repiten en distintas etapas de nuestra vida.
• Emociones intensas o inexplicables en ciertas circunstancias.
• Patrones de comportamiento similares a los de un ancestro, aunque no lo hayamos conocido.

Sanar nuestra relación con nuestros ancestros no significa hablar con ellos o llevarnos bien con todos los miembros de nuestra familia. Se trata de sanar internamente la percepción que tenemos sobre nuestra historia familiar y liberar las cargas que no nos pertenecen.

Tomar conciencia de los patrones heredados y trabajar en su transformación nos permite vivir nuestra propia vida en lugar de repetir la de otros, beneficiando no solo nuestro bienestar personal, sino también el de las futuras generaciones. Si te quedo alguna duda o quisieras más información, me puedes encontrar en mi Instagram •⁠  ⁠Mi instagram Principal ⁠https://www.instagram.com/bettinaantola_centrosadiret/ o en ⁠mi instagram de Biodecodificación Https://www.instagram.com/biodecodificacion_sadiret/ o en mi instagram de vidas pasadas ⁠https://www.instagram.com/vidaspasadas_bettinaantola/ 

Portada: Cottonbro