En muchas ocasiones, las personas optan por quedarse en silencio cuando experimentan una falta de deseo sexual, ya sea por vergüenza o por falta de información. Sin embargo, es importante destacar que existen profesionales dispuestos a brindar apoyo y orientación en este aspecto. La falta de libido no es un tema tabú, sino más común de lo que se cree, y es por eso que estamos aquí para ofrecer ayuda y acompañamiento. No debemos permitir que el silencio y la vergüenza nos impidan buscar soluciones y disfrutar de una sexualidad plena y satisfactoria. Mi nombre es Vanesa Matiz, soy psicóloga sexóloga; y hoy vengo a hablarte sobre la falta de libido y cómo podemos abordar está situación de la mejor forma.
La falta de libido, también conocida como pérdida del deseo sexual, es una de las principales causas de problemas sexuales en las relaciones de pareja. Esta situación puede generar inconvenientes y tensiones que afectan la convivencia y la intimidad entre los compañeros. Es especialmente preocupante cuando una de las partes se ve obligada a participar en encuentros sexuales no deseados, lo cual puede afectar la dignidad y la salud emocional de la persona. En definitiva, la falta de libido pone en riesgo las relaciones de pareja y la estabilidad de la familia.
Existen diversas causas que pueden contribuir a la falta de deseo sexual tanto en hombres como en mujeres. Estas pueden estar relacionadas con factores físicos, biológicos, psicológicos, relacionales y culturales. En el ámbito físico, una mala alimentación, falta de sueño, desequilibrios hormonales y el consumo de ciertos medicamentos pueden afectar el deseo sexual. En cuanto a los factores psicológicos, trastornos como la ansiedad, la depresión, los trastornos de personalidad y el estrés pueden alterar la sexualidad. Además, los problemas relacionales, como la falta de comunicación, la infidelidad o la convivencia conflictiva, también pueden influir en la disminución del deseo. Por último, los aspectos culturales y la falta de educación sexual pueden generar expectativas irreales y afectar la forma en que se vive y se explora la sexualidad.
La falta de libido es considerada un problema que requiere atención médica debido a su impacto en las relaciones de pareja y en la construcción de proyectos de vida en común. Una buena vida sexual contribuye al bienestar de la relación y fortalece la estabilidad familiar. Cuando la sexualidad se ve afectada, es común que las personas guarden su sufrimiento en silencio, lo cual puede generar tensiones internas y afectar la calidad de vida.
La sexualidad es una parte fundamental de nuestra existencia y nos afecta a lo largo de toda la vida. Como seres sociales y sexuales por naturaleza, es importante vivir la sexualidad de manera plena y satisfactoria. Esto no implica necesariamente tener una intensidad pasional constante o cumplir con estereotipos sexuales ficticios, sino experimentar bienestar y placer en la intimidad. Cada persona tiene sus propias experiencias y necesidades, por lo que es fundamental abordar la falta de libido de manera individualizada, a través de un estudio específico de cada caso.
Los factores psicológicos que pueden influir en la falta de deseo sexual incluyen trastornos como la ansiedad, la depresión, el estrés, el duelo y los problemas de autoestima. Estos aspectos emocionales y mentales pueden tener un impacto significativo en la sexualidad y requieren ser abordados de manera adecuada.
En cuanto a los factores físicos de salud, mantener un estilo de vida saludable es fundamental. Realizar ejercicio físico, llevar una alimentación equilibrada y tener hábitos de descanso adecuados pueden contribuir a mejorar la libido y la salud sexual en general. También es importante mantener un monitoreo constante de la salud y tratar cualquier problema médico que pueda afectar la libido.
El estrés juega un papel relevante en la disminución del deseo sexual. El estrés crónico afecta negativamente nuestras sensaciones y emociones de felicidad y satisfacción. Para manejar el estrés, es recomendable practicar técnicas de relajación como la meditación, realizar ejercicios físicos y mantener una alimentación saludable.
En cuanto a los tratamientos para aumentar la libido, estos dependerán de la causa subyacente de la falta de deseo sexual. Es importante realizar un diagnóstico adecuado para determinar el enfoque terapéutico más apropiado. En algunos casos, se puede requerir una evaluación médica para descartar problemas de salud subyacentes. La terapia psicológica y el enfoque de coaching pueden ser útiles para abordar los aspectos emocionales y relacionales que afectan la libido. Cada situación requiere un enfoque individualizado y la intervención de profesionales especializados.
Realizar cambios en el estilo de vida también puede ser beneficioso para mejorar la libido. Mantener una comunicación asertiva en la pareja, aprender a expresar las necesidades y deseos sexuales, y desarrollar una buena relación con el propio cuerpo son aspectos importantes. Además, llevar una vida activa, practicar ejercicio físico, tener una alimentación saludable y cuidar el equilibrio emocional pueden contribuir positivamente a la mejora de la libido.
¿Alguna vez has tenido pérdida de líbido y no has sabido cómo actuar?
Abordar la falta de libido en las relaciones de pareja es fundamental para el bienestar y la satisfacción sexual. La falta de deseo sexual puede tener múltiples causas, tanto físicas como psicológicas, y requiere una evaluación individualizada. Es importante buscar ayuda profesional, ya sea de especialistas en sexología, psicólogos o médicos, para identificar y tratar las causas subyacentes de la falta de libido. Vivir una sexualidad plena y satisfactoria es un derecho que todos debemos disfrutar, y la educación sexual adecuada puede contribuir a prevenir y solucionar problemas relacionados con la libido. Si te quedo alguna duda o quisieras una asesoría, me puedes encontrar en Instagram como @vanesamatiz
Portada: Jonathan Borba
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Psicóloga, máster en sexóloga y especialista de pareja. Ha dedicado sus últimos 13 años a trabajar en la salud y bienestar sexual, en la construcción de relaciones saludables y en el reconocimiento de los derechos sexuales.
Especialista en cosmética y juguetería erótica y con estudios complementarios en inclusión, género y educación. Actualmente, se desempeña como terapeuta sexual individual y de pareja y es conferencista en temas relacionados con sexualidad, bienestar y educación sexual integral.
