Los tatuajes son una muestra de nuestro ser, una extensión de nuestros pensamientos o a veces solamente son el resultado de una noche de copas o la promesa de tatuarse con tu mejor amig@. Independientemente de la razón por la cuál te lo hagas, debes tener en cuenta ciertas cosas antes de hacerte un tatuaje, no lo tomes tan a la ligera y lee lo siguiente antes de inmortalizar esa mariposa en el pie o la frase en la clavícula.
 

1. ¿Qué quiero?

Esta pregunta no solo te surge cuando piensas en ordenar comida a domicilio, con el tatuaje es igual. La diferencia es que la comida se va por el inodoro y el tatuaje se queda contigo para siempre. Por esta razón, debes pensar muy bien qué quieres, de qué color, con qué estilo, en qué lugar y de qué tamaño. Puedes guiarte de muchos estilos en Instagram o en Pinterest que se adecuen a tu esencia y gusto.
 

2. Los tatuajes cambian

Recuerda muy bien que no todo se mantiene igual en el tiempo, y este es el caso de los tatuajes. Los colores, las líneas y la definición del tatuaje cambia. Los colores se oxidan y no lo verás como era en un principio, algunos como el negro se vuelven grises, azulados o verdosos; los tonos amarillos, rojos y naranjas son los que más perduran, pero son los más dificiles de retirar; las lineas se difuminan hacia los lados y tienden a engrosarse y mil cambios más que normalmente en un tiempo requieren retoque.
 

3. ¡Claro que duele!

En algunas partes más que otras, pero de que duele, ¡Duele! Tenemos un lienzo gigante en nuestro cuerpo para inmortalizar lo que deseemos, pero hay que tener en cuenta lo siguiente: en aquellas partes donde el hueso está más expuesto, el dolor es mayor y viceversa. Es por esto, que cuando elijas el lugar dónde te quieres tatuar piensa bien qué tanto puedes « sufrir ».

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4. A cuidarse

Los tatuajes no son como los stickers que se ponen en la piel con agua, requieren de mucho cuidado. Entre lavar con jabón neutro, hidratar la piel constantemente, cuidar la cicatrización y aplicar fotoprotector, son algunos de los cuidados generales de un tatuaje. No permitas que después de tomar esta decisión, se te dañe por no cuidarlo. De igual manera, ten en cuenta que hay personas alérgicas a los tatuajes, por ende la piel puede no reaccionar bien, o quizás tener una infección por uso de materiales infectados (agujas) o mal cuidado. Siempre chequea tu tatuaje y signos de alarma que te requieran ir al médico.

5. Si se puede quitar

Aunque no es lo ideal ya que duele un poco más que hacérselo, es posible. No todo es para siempre, y los tatuajes no son la excepción. Existen algunos tratamientos láser para eliminarlos, que a pesar de que duelen y son costosos la mayoría de veces, permiten que borremos ese error de nuestras vidas y sigamos adelante con la piel limpia.

Recuerda que hacerse un tatuaje no es una decisión a la ligera, pero de igual manera si lo deseas, hazlo conscientemente y estando informada. Y tú ¿Qué esperas darle un poco de tinta a tu cuerpo?

Portada: Pex