¿Cómo es tu relación con tu mejor amiga? ¿Cómo es tu relación con tu socia? En general, ¿cómo manejas tus relaciones? Te has puesto a pensar, ¿qué tanto se modifica tu manera de ser, dependiendo de con quién estás? Esto lo llamo el arte de la comunicación.

En todas las relaciones que tenemos en la vida existen unos límites, unas reglas, una comunicación verbal, una comunicación corporal (el famoso body language), la comunicación visual y algunas otras cosas aparentemente invisibles ante los ojos, pero ahí están. La manera en la que te comunicas con cada persona en tu vida es diferente y cuando eres consciente del “cómo” lo haces, puedes entablar una relación de negocios con las personas más cercanas a ti. Se dice por ahí que hacer negocios con la familia y con las parejas es de alto riesgo y en su mayoría no lo recomiendan.  ¡Yo vengo a comprobarles todo lo contrario!

Hace tres años tomé una decisión que me cambió la vida para siempre. Una decisión que me hizo enfrentar miedos, me formó como profesional y como persona, además de llevarme a descubrir un mundo desconocido para mí. La única condición que tenía para lanzarme a tomar esta decisión era ¿con quién iba a recorrer este nuevo camino llamado emprendimiento? ¿Quién iba a estar a mi lado? ¿En quién podía confiar? que además le invirtiera el mismo amor y dedicación que se necesita para montar una empresa desde cero. Y la respuesta estaba clara y fue inmediata: mi mamá.                                       

Tengo tres tipos de relación con ella; la de madre e hija, la de socia y la de mejor amiga. Suena confuso, pero no lo es. De hecho, es lo mejor que me ha pasado en la vida. Nos apoyamos, nos impulsamos, nos inspiramos, nos conocemos y nos admiramos. Hay un balance y quien aprende a manejarlo tiene un recorrido exitoso e inspirador.

La comunicación es la base de absolutamente todas las relaciones en la vida. Aquí les comparto los 5 ingredientes básicos para llevar una relación sana con tu madre, mejor amiga y socia:

1. Aprender a comunicar: si hay algo que te alegra: comunícalo. Si hay algo que te molesta: comunícalo. El que no habla, empieza a acumular y esto con el tiempo estalla. ¡Hay que evitar llegar a esos extremos a toda costa!

2. Establecer límites entre las tres relaciones: lo que pasa en el negocio se queda en el negocio, lo que pasa en el ámbito madre e hija no puede afectar el negocio y así sucesivamente. Son tres relaciones distintas y una no puede afectar a la otra.

3. Implementar el respeto siempre: hay momentos y situaciones de desacuerdo, siempre expresar ideas y sentimientos bajo la premisa del respeto ante todo.

4. Confiar en las responsabilidades de cada una: si tu mamá es la encargada de un área específica, confiar, respetar su trabajo y su criterio.

5. Tener presente que la mamá de uno ha vivido más que uno, ese rol de madre tiene un sexto sentido que de por si lo trae sólo ella, que sabe por intuición por dónde sí y por dónde no, con quién sí y con quién no… pocas veces se equivoca y su protección de madre también la va a tener el emprendimiento, es un plus y un regalo que no vas a conseguir en ninguna otra persona en el mundo. 

Mi emprendimiento se llama Yidios Hakim, unimos culturas a través de piezas hechas a mano para crear carteras extraordinarias. Una madre desinteresadamente siempre va a desear lo mejor para uno, siempre te va a proteger y siempre te va a amar. Hasta el día de hoy y después de tres años que llevamos juntas en esto, les digo, que volvería a elegir a mi mamá para ser mi socia mil veces más. ¡Mamá, te amo!

Todas las fotografías son propiedad de Michelle Yidios