La gordofobia es el rechazo, odio y violencia que se ejerce contra las personas gordas simplemente por su tamaño corporal. Este fenómeno se manifiesta de muchas formas, incluyendo el miedo que experimentan las personas con cuerpos normativos a desarrollar un cuerpo gordo, debido a la discriminación y maltrato que observan en la sociedad. La gordofobia está presente en todos los contextos de nuestra vida cotidiana y es un problema global y multicultural. Soy Miriam Sánchez, doctora en psicología, profesora universitaria, coach certificada en TCA y superviviente de un TCA. Hoy vamos a explorar cómo manejarla de la mejor forma.

En el ámbito educativo, la gordofobia es una de las principales causas de acoso y bullying en niños, niñas y adolescentes. Las burlas y el rechazo social pueden generar graves consecuencias psicológicas y emocionales en los menores, afectando su autoestima y bienestar.

Las personas gordas también enfrentan barreras en el mundo laboral. Tienen menos probabilidades de ser contratadas en comparación con personas delgadas o con cuerpos normativos, simplemente por su apariencia física. Esta discriminación se extiende a oportunidades de ascenso y a la percepción de su competencia profesional.

¿Por qué nuestra guerra siempre será con el espejo? Consejos para hacer las paces con cada parte de ti y tu cuerpo

Por: Paulina Sánchez Cortés

Cuando el espejo es tu peor juez: Guía para dejar de criticarte y empezar a amar tu cuerpo

Por: Ale Ottazzi

A la hora de buscar pareja o entablar relaciones de amistad, la gordofobia también juega un papel clave. Las personas gordas pueden experimentar rechazo sistemático o ser fetichizadas, lo que afecta su salud emocional y su autoestima.

Desde encontrar ropa de su talla hasta la comodidad en mobiliario público, las personas gordas enfrentan dificultades en actividades cotidianas. Muchas sillas en restaurantes, teatros o transporte público no están diseñadas para cuerpos diversos, lo que refuerza la exclusión y el rechazo.

Es fundamental diferenciar la preocupación por la salud de la gordofobia. La cultura de la dieta ha promovido la idea errónea de que el peso es el principal determinante de la salud, cuando en realidad hay muchos otros factores que influyen: genética, entorno social, acceso a la atención médica, hábitos de vida y bienestar emocional.

Estudios científicos demuestran que el peso corporal está condicionado principalmente por factores genéticos y biológicos, mientras que el estilo de vida y el entorno también juegan un papel importante. Sin embargo, la creencia de que las personas gordas tienen ese cuerpo por "falta de voluntad" o "pereza" perpetúa la discriminación y los estereotipos dañinos.

La gordofobia tiene graves repercusiones en la salud mental y emocional de quienes la sufren. Las personas gordas son más propensas a experimentar:

• Baja autoestima: Interiorizan creencias negativas sobre sí mismas, sintiéndose culpables por su apariencia.
• Ansiedad y depresión: El rechazo social y la discriminación aumentan los niveles de estrés y tristeza.
• Trastornos de la conducta alimentaria (TCA): Las dietas extremas y la restricción alimentaria son comunes en personas que han sufrido gordofobia, llevando a patrones alimentarios desordenados e incluso a trastornos graves.
• Ciclo de fluctuación de peso: Muchas personas gordas pasan por ciclos de pérdida y ganancia de peso (weight cycling), lo que puede ser más perjudicial para la salud metabólica que mantener un peso estable.

Para mejorar la salud de cualquier persona, sin importar su tamaño corporal, es importante enfocarse en factores que realmente impactan el bienestar:

• Fomentar relaciones sociales saludables en todos los ámbitos.
• Establecer hábitos de autocuidado emocional.
• Mejorar la calidad de la alimentación sin caer en restricciones extremas.
• Promover el movimiento físico desde un enfoque de placer y bienestar, no de castigo.
• Evitar el consumo de sustancias nocivas como tabaco, alcohol y drogas.

La salud no debe medirse exclusivamente por el peso corporal. Existen determinantes sociales, económicos, ambientales y políticos que influyen en el bienestar de una persona. Es momento de desafiar la cultura de la dieta y promover una visión de la salud más inclusiva y libre de prejuicios.

La gordofobia es un problema estructural que impacta la vida de millones de personas en todo el mundo. Su presencia en la educación, el empleo, las relaciones interpersonales y el acceso a bienes y servicios demuestra que es una forma de discriminación sistemática que debe ser erradicada.

Es crucial dejar de asociar el valor y la salud de una persona con su peso. La inclusión, el respeto y la comprensión son clave para construir una sociedad donde todas las personas, sin importar su tamaño corporal, puedan vivir con dignidad y sin discriminación. Si te quedo alguna duda o quisieras más información, me puedes encontrar en Instagram como @miriamsanchez.psico 

Portada: Freepik