Las cámaras de bronceado han ganado una gran popularidad en las últimas décadas, promocionándose como una forma conveniente y segura de obtener un bronceado atractivo y saludable. Sin embargo, la realidad es que estas cámaras emiten radiación ultravioleta dañina, convirtiéndose en un factor de riesgo significativo para el desarrollo de cáncer de piel y otros problemas dermatológicos graves.
Mi nombre es Mariaesther Vásquez, soy médico internista-dermatóloga y hoy te acompañaré a explorar los efectos negativos de las cámaras de bronceado en la piel, analizar sus riesgos y abordar la importancia de adoptar medidas de prevención y educación sobre este tema.
Para comprender los peligros de las cámaras de bronceado, debemos primero entender la naturaleza de la radiación ultravioleta (UV). Esta radiación se divide en tres categorías principales: UVA, UVB y UVC. Las cámaras de bronceado emiten tanto radiación UVA como UVB, ambas dañinas para la piel.
Ambos tipos de radiación UV son considerados carcinógenos ambientales y tienen una relación directa con el cáncer de piel y el fotodaño.
Uno de los efectos más graves y alarmantes de las cámaras de bronceado es su asociación con el desarrollo de cáncer de piel. A pesar de la creencia errónea de que las cámaras de bronceado son menos dañinas que la exposición solar, la realidad es que la exposición a la radiación UV, ya sea de fuente natural o artificial, aumenta significativamente el riesgo de melanoma y otros tipos de cáncer de piel.
La radiación UVA presente en las cámaras de bronceado ha demostrado tener un potencial cancerígeno considerable. De hecho, en estas cámaras, la radiación UVA puede estar concentrada hasta cinco veces más que la exposición solar. Esta radiación penetra en la piel y produce cambios indirectos en el ADN, provocando mutaciones en genes claves que permiten el desarrollo del cáncer cutáneo..
Después de múltiples estudios y evidencia científica abrumadora, la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) clasificó a las cámaras de bronceado que emiten radiación UV como un "Grupo 1: Cancerígeno para humanos" en 2009. Esta clasificación indica que existe una relación positiva entre el uso de estas cámaras y el desarrollo de cáncer en humanos, respaldada por evidencia suficiente y contundente.
Uno de los datos más preocupantes es que el riesgo de presentar melanoma aumenta en un 75% cuando las cámaras de bronceado son utilizadas antes de los 30 años de edad. Además, el incremento en la incidencia de esta neoplasia se asocia directamente con el uso de estas cámaras. De igual forma, el riesgo de desarrollar otros cánceres cutáneos, como el carcinoma basocelular y el carcinoma espinocelular, también se ve aumentado.
¿Sueles ir a cámara de bronceo?
Además del cáncer de piel, las cámaras de bronceado también contribuyen al fotoenvejecimiento prematuro de la piel. Al igual que con la exposición solar, a mayor exposición a los rayos UVA y UVB, se reducen los niveles de colágeno y se produce un adelgazamiento de la piel. A corto plazo, esto puede provocar quemaduras solares, mientras que a largo plazo conduce a la formación de arrugas, pérdida de elasticidad y un envejecimiento cutáneo acelerado.
Las quemaduras solares son otra consecuencia común del uso de cámaras de bronceado. Estas son una respuesta inflamatoria causada por una exposición excesiva a los rayos ultravioleta y se asocian con un mayor riesgo de cáncer de piel.
Además, la exposición a la radiación UV también puede causar daños oculares, como fotoqueratitis, pterigion, cataratas o incluso melanoma intraocular. Es importante proteger los ojos al estar expuesto a cualquier fuente de radiación UV, incluyendo las cámaras de bronceado.
Fototipos Cutáneos y Vulnerabilidad
Si bien todos los fototipos cutáneos son susceptibles al daño causado por la radiación UV, algunas personas son más vulnerables que otras. Personas con pieles y ojos claros o los pelirrojos (fototipos cutáneos bajos) tienen un mayor riesgo de desarrollar efectos adversos debido a su menor cantidad de melanina, que actúa como un protector solar natural.
Es importante tener en cuenta que incluso las personas con fototipos cutáneos más oscuros no están exentas de los riesgos asociados con las cámaras de bronceado. La exposición prolongada a la radiación UV puede causar daños en cualquier tipo de piel.
Bronceado en Cámaras vs. Bronceado Natural
Algunas personas creen erróneamente que el bronceado en cámaras de bronceado es menos dañino que el bronceado natural al sol. Sin embargo, esta creencia es completamente falsa. Ambas formas de exposición a la radiación UV son dañinas y no se recomiendan.
La diferencia radica en que las cámaras de bronceado concentran las radiaciones ultravioletas en un período de tiempo mucho más corto, lo que aceleran y hace más evidentes los efectos nocivos en la piel. Recuerde que el bronceado en sí mismo es una respuesta fisiológica de la piel para protegerse ante la agresión ambiental causada por la exposición a este tipo de radiaciones.
A pesar de los riesgos bien documentados, persisten varios mitos y percepciones erróneas sobre el uso de cámaras de bronceado. Uno de los más comunes es la creencia de que estas cámaras pueden usarse de manera segura si se siguen ciertas pautas o se limita el tiempo de exposición. Sin embargo, la realidad es que las cámaras de bronceado no tienen ninguna indicación médica y son fuentes de cáncer de piel.
Es importante no confundir las cámaras de bronceado con la fototerapia, que es un tratamiento médico dermatológico utilizado para tratar enfermedades inflamatorias de la piel, como dermatitis atópica, psoriasis y vitiligo. La fototerapia utiliza lámparas específicas de RUVA y RUVB de banda estrecha, filtrando una pequeña porción de estas radiaciones cuyo beneficio biológico está ampliamente estudiado.
Si te quedo alguna duda o quisieras más información, me puedes encontrar en Instagram como @dramariaederma
Portada: Senivpetro
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Me llamo Mariaesther, pero me dicen Mari o Mariae.
Vivo en Caracas (Venezuela), soy dermatóloga, juego tennis, tengo un conejo y amo viajar.
Me he dedicado a aconsejar a mis pacientes sobre el cuidado de su piel, pelo y uñas desde la evidencia científica.
Creo firmemente en que la paciencia y la constancia, son las claves del éxito en la vida y en los tratamientos dermatológicos.