El pasado 25 de Abril se llevaron a cabo los premios Oscar de la academia, no se ustedes pero a mi, me parece de las ceremonias más emocionantes, pues es uno de los reconocimientos más importantes en la industria cinematográfica. Este año fueron en total 9.362 votantes, de los cuales el 33% son mujeres y el 19% representantes de minorías, una cifra récord comparada con años anteriores.

Los votantes son los miembros de la academia alrededor del mundo que están divididos en 17 especialidades donde cada una vota por el galardón que corresponde a su categoría y el premio a mejor película es el único que se define por la votaciòn de todos. Para entrar a este selecto grupo, cada integrante debe ser presentado por mínimo dos miembros de la academia, haber sido nominado o haber ganado una de las estatuillas.

Pero bueno, entremos en materia: hoy les voy a hablar de la película ganadora del premio Oscar a mejor maquillaje, no solo por que era una de mis favoritas sino por que la historia detrás de este maquillaje tiene todo lo que nos gusta; técnica, historia y datos curiosos. ¡Entonces empecemos!

Empecemos por hablar de representación. Mia Neil (Cabeza de departamento de maquillaje) y Jamika Wilson (estilista personal de Viola Davis)  son las primeras mujeres afroamericanas en ganar un premio Oscar de la academia, esto es un paso gigante no solo para las mujeres afroamericanas que quieran seguir su camino sino también para todos los que representamos a minorías en la industria cinematográfica. De alguna manera, nos hace pensar que el camino no es tan largo y que todo es posible. Ellas dos junto con Sergio López Rivera (maquillador personal de Viola Davis) de origen español, fueron los encargados en darle vida a este icónico personaje y el mundo que la rodea.

La película transcurre en un caluroso día de julio en Chicago. Black Bottom de Ma Rainey, es una representación ficticia de una sesión de estudio de grabación en donde, los espectadores, nos damos cuenta de cómo los músicos negros eran explotados y como muchas de las situaciones que los afroamericanos vivieron en esa epoca siguen pasando hoy en día.

Una de las cosas más interesantes en el proceso de diseñar el maquillaje para una película es la investigación que hay detrás. Para mi, como maquilladora, es de los momentos que más disfruto, pues aprendo mucho. Para un personaje tan relevante como Ma Rainey quien fue conocida como la madre del blues, uno creería que encontrar información y documentación sobre ella sería fácil, pero en realidad no fue así. 

Por esta razón, el equipo de maquillaje se enfocó mucho en el contexto general de lo que significaba ser una mujer negra en el Chicago de  los años 20. Debían analizar a qué podrìa haber tenido acceso y a que no en términos de maquillaje y peinado. En su época, Ma Rainey era una especie de celebridad, pero al mismo tiempo era tildada de ser la mujer más fea del espectáculo.  Fue por este motivo que tanto Viola Davis, la actriz que la interpretó, como el equipo de maquillaje,  construyeron una especie de “armadura maquillistica” en la que la actriz se refugiaba para explotar la personalidad fuerte de Rainey, que no era tan común para una mujer de la época.

En 1920, las mujeres negras utilizaban pelucas hechas de pelo de caballo ya que éste, conservaba las ondas o el peinado que se le hacía por más tiempo. Para las mujeres de la vida pública y el espectáculo era algo muy pràctico, pues no requería de tanto mantenimiento. 

Como la película se desarrolla en esta época,  uno de los datos curiosos fue que el equipo de peinados también utilizò pelo real de caballo. Lo tuvieron que comprar fuera de Estados Unidos y cuando lo recibieron, este parecía haber sido  recién cortado de la cola del caballo, aún tenía vestigios de sus eses, piojos, entre quien sabe qué otras cosas  y el equipo tuvo que realizar todo un proceso de limpieza y desinfecciòn antes de poderlo convertir en peluca. Ya ven que no todo es glamour en el cine.

Durante los años 20s y en realidad hasta no hace mucho, los cosméticos para mujeres de raza negra no eran algo común. Aunque la industria del maquillaje en esta época estaba teniendo gran auge, los fabricantes no pensaban en ellas como consumidoras potenciales. Lo único que se encontraba en el mercado eran cremas blanqueadoras, y unos polvos de acabados pastosos.

Sergio Lopez Rivera quien estuvo encargado del maquillaje del personaje de Ma Rainey, se inspiró en las historias que su abuela le contaba, sobre la dificultad que tenían las mujeres para conseguir cosméticos durante la guerra civil en España. Lopez Rivera relaciona esta situación particular de su abuela, con la dificultad que tenían las mujeres de raza negra para encontrar cosméticos diseñados para su piel en 1920.  Fue así como los extractos de frutas para crear colores de blush, corchos quemados mezclados con vaselina para crear sombras de ojos junto con la inspiración en el vaudeville y el teatro, que estaba en pleno auge durante la adolescencia de Ma Rainey, sirvieron de inspiración para darle vida a este personaje y a su particular maquillaje.

Otras características que definitivamente hicieron que el personaje tomara vida, fue la decisión de Lopez Rivera de ponerle al personaje dientes de oro y cambiarle la silueta de las cejas, detalles que permitieron olvidarnos de la actriz y ver al personaje. Pero tampoco podemos olvidar ¡el sudor! que se convierte en casi un personaje más de la película, llevando al espectador a un calor constante y un sentimiento casi de claustrofobia y desesperación. Para mi esa fue una de las decisiones que hicieron la diferencia, durante toda la película yo sólo quería que esta mujer ¡dejara de sudar!

Si no han visto esta película definitivamente deben hacerlo. El maquillaje que este equipo diseñó es algo no había visto antes, y para mi como maquilladora, fue una decisión arriesgadísima que cumplió su cometido. Fue muy interesante ver cómo en la escena del concierto había personas que claramente pertenecían a la época y  otras parecían haberse quedado estancadas en épocas anteriores, como sucede en la vida real. El trabajo hecho con el personal de apoyo y cómo cuidaron cada detalle es increible.

Para mi, esta es una de las representaciones más claras de la esencia del maquillaje cinematográfico. Cómo el actor se desdibuja a través del maquillaje encontrando personajes maravillosos sin perder su esencia, sin tener que cambiar su cara con protésicos, solo utilizando pintura. El maquillaje debe ser una herramienta creativa para el actor, cuando el actor deja su vanidad de lado, es en ese justo momento cuando encuentra el personaje y es justamente esto lo que sucede en  Ma Rainey's Black Bottom.

 

Fotografía: Newcine-Wikimedia-Musicainside-Media.distractify