Desde la introducción de la píldora anticonceptiva en la década de 1960, las mujeres han estado "drogando" sus cuerpos con hormonas sintéticas para evitar embarazos no deseados. Si bien esta revolución farmacológica les dio un mayor control sobre su fertilidad, también las desconectó de sus ciclos naturales y su propia biología. Hoy en día, cada vez más mujeres prefieren buscar alternativas respetuosas con sus cuerpos y ciclos, y alejarse de una vez por todas de esos efectos “secundarios” que tantos estragos pueden crear en nuestra salud. Contemporáneo a la píldora y de la mano de médicos y científicos como la pareja Billings, el Dr. Brown o el Dr. Konald A. Prem, nace un método de control de la fertilidad libre de hormonas y con una fiabilidad superior a la de cualquier anticonceptivo hormonal, el método sintotérmico.
Mi nombre es Virian Trigo, soy naturópata, terapeuta menstrual e instructora de método sintotérmico, y vengo a hablarte de los beneficios que trae la fertilidad natural.
Aunque la píldora anticonceptiva y otros métodos hormonales (ACOS) son muy eficaces para prevenir embarazos, no están exentos de efectos secundarios. Uno de los más comunes es la falta de líbido, lo cual resulta irónico considerando que muchas mujeres toman estas hormonas precisamente para tener relaciones sexuales sin preocupaciones. Sin embargo, los efectos pueden ser mucho más graves, desde trombos sanguíneos, pasando por depresión, retención de líquidos, ganancia de peso y migrañas, entre otros.
Además, cuando una mujer toma ACOS, no tiene un ciclo menstrual como tal. El sangrado que experimenta no es una menstruación genuina, sino un "sangrado por deprivación" diseñado para que las mujeres no se alarmen por la falta de períodos. Daría lo mismo si esos sangrados no existieran. De hecho según con qué ACOS éstos dejan de existir, y no hay diferencia alguna.
Sin ovulación, que es justo lo que suprimen los ACOS, no hay menstruación, y por tanto se puede decir que dejamos de ser cíclicas.
Las hormonas femeninas cumplen un papel vital en prácticamente todos los procesos del cuerpo, desde el sueño y la digestión, hasta el estado de ánimo, la líbido, el desarrollo cerebral y la salud ósea. Inhibirlas tiene un precio mucho más alto del que se nos ha contado.
Una alternativa centrada en el cuerpo
El manejo de la fertilidad natural a través del aprendizaje del método sintotérmico (MST) ofrece un enfoque radicalmente diferente que honra y aprovecha los ciclos hormonales naturales de las mujeres. En lugar de suprimir la ovulación con hormonas sintéticas, el MST enseña a las mujeres a identificar su ventana fértil cada mes y tomar precauciones anticonceptivas durante esos días en caso de querer evitar un embarazo. Al fin y al cabo de los 24-36 días que suele durar un ciclo sano, solo somos fértiles una media de 6. ¿De verdad nos merece la pena hormonarnos a diario?
El método sintotérmico implica monitorear dos señales corporales principales, conocidas como biomarcadores: el moco cervical y la temperatura corporal basal (TBC).
Nuestro moco cervical cambia a lo largo del ciclo, pasando de ser más seco en preovulatoria, a abrir la venta fértil con un moco húmedo, que acaba culminando en el famoso clara de huevo avisándonos de la ovulación inminente, y volviendo a la sequedad propia de la fase lútea una vez que hemos ovulado.
La temperatura corporal basal aumenta ligeramente después de la ovulación debido al aumento de los niveles de progesterona, lo que crea una patrón bifásico que nos señala con precisión el momento en que hemos ovulado, y si está ovulación ha sido de calidad.
Al observar estos dos biomarcadores, una mujer puede determinar con precisión cuándo comienza y termina su ventana fértil, la duración de cada una de sus fases y si éstas son sanas.
El MST tiene una tasa de efectividad de más del 99’6% para prevenir embarazos cuando se utiliza correctamente. Ya en 2015 el Colegio de Obstetras y Ginecólogos de Estados Unidos, lo consideró como uno de los métodos anticonceptivos más efectivos, por encima de la píldora. Es natural, te conecta con tu cuerpo y te permite usarlo tanto en la prevención de un embarazo como en la búsqueda del mismo.
Además te permite reconectar con la sabiduría innata de tu cuerpo y celebrar su naturaleza cíclica en lugar de suprimirla.
Cuando las mujeres empiezan a registrar sus patrones de fertilidad, a menudo se sorprenden al descubrir cuánto pueden aprender sobre su salud general solo observando los cambios en su temperatura, moco cervical, posición cervical y otros signos corporales. Se dejan de normalizar síntomas como las jaquecas recurrentes, la tensión mamaria o los coágulos en la menstruación, para indagar en la causa que los produce y poder corregirla.
Un viaje de autoconocimiento y empoderamiento
Cuando nos sumergimos en el mundo de la ciclicidad consciente experimentamos un profundo proceso de despertar y empoderamiento.
Nos damos cuenta de todas las mujeres que habitan en nosotras y aprendemos a honrar las energías y dones que trae cada una de ellas. Conectamos con nuestros arquetipos:
Es abrazando estas energías cíclicas que podemos utilizar cada fase como una herramienta de empoderamiento y evolución personal. La premenstrual deja de verse como algo temible y se convierte en una oportunidad para escuchar la voz interna y deshacerse de lo que ya no está sirviendo.
Los ciclos dejan de ser algo que hay que "aguantar" y despertamos el gran poder de evolución y renovación dentro de ellos.
La ciclicidad consciente además nutre nuestra sexualidad metamórfica y cambiante. Los deseos y preferencias sexuales cambian con las diferentes fases del ciclo, y conocer las mujeres que transitamos en cada momento, permite vivir la sexualidad de una forma más plena y empoderada, permite honrar que un día apetezca un sexo mucho más tierno y vulnerable, y otros salvaje y desenfrenado.
Herramientas accesibles para todas
Aprender a practicar el MST puede parecer intimidante al principio, pero en realidad es bastante sencillo. De la mano de una instructora certificada, cualquier mujer puede dominar estos conceptos fundamentales, reconectarse con sus ciclos y descubrir el poder que éstos encierran.
Una vez que una mujer ha integrado los conceptos del MST y los practica de forma diaria, éstos se convierten en una parte más de su rutina. Es como aprender a conducir, cuando comenzamos todo son palancas y pedales. Tenemos que estar pensando en qué hacer en cada momento. Tras unos meses está tan integrado, que ni nos damos cuenta de que lo estamos haciendo. Ya pertenece a nuestra realidad y está integrado en ella.
Por supuesto, si estamos practicando MST y deseamos evitar un embarazo, durante nuestros días fértiles deberemos usar métodos barrera como preservativos, diafragmas con espermicida (el aceite de Neem es maravilloso en estos casos, y completamente natural), capuchones cervicales, o simplemente una práctica sexual diferente, basada más en alternativas sensoriales y placer al margen del coito propiamente dicho.
Por supuesto, tanto con ACOS como con el MST, la única manera de evitar ITS (infecciones de de transmisión sexual) es mediante el uso del preservativo. Nunca te pongas en riesgo de forma innecesaria. Tu salud es demasiado valiosa.
¿Planificas con metodos anticonceptivos hormonales?
Para las mujeres que han estado tomando anticonceptivos hormonales durante años, el proceso de "desintoxicación" y recuperación de sus ciclos naturales puede llevar varios meses. Una manera de hacer el proceso más profundo y saludable, es acompañarte de plantas medicinales y hábitos alimenticios que apoyen la restauración de tu ciclicidad. Plantas que tonifiquen tu útero y sistema hormonal, y que trabajen también sobre tu hígado. No en vano, el 80% de la sangre menstrual proviene de éste órgano. Es fundamental cuidarle para tener unos ciclos fuertes y sanos.
¿Existen riesgos con el MST?
Si bien el manejo de la fertilidad natural es muy eficaz cuando se practica correctamente es fundamental acompañarse de una profesional que te enseñe bien a registrar y monitorear tus biomarcadores, para que así, identifiques bien los momentos del ciclo en que eres fértil, y evites un embarazo si así lo deseas.
El método sintotérmico debe haberse estado practicando un mínimo de 6-8 ciclos seguidos, antes de poder usarlo como anticonceptivo. En ese momento, que ya estás muy familiarizada con tu moco cervical y patrón de temperaturas, podrás valerte de esta herramienta en el terreno de la anticoncepción.
Por otro lado, se estima que más del 40% de las parejas pueden llegar a tener problemas para concebir simplemente por el hecho de no identificar bien el momento de ovulación. Porque éste no se produce por norma el día 14 del ciclo como nos han hecho creer. Cada mujer es única, y sus ovulaciones también. El MST te da la llave de tus ciclos, te devuelve el control sobre tu cuerpo.
En un mundo que a menudo desprecia o ignora los ciclos femeninos, el MST ofrece una poderosa contranarrativa. Ya no se trata de "manejar" o "controlar" la fertilidad, sino de asociarse con ella y despertar sus dones innatos.
Ya sea porque deseas evitar un embarazo o buscarlo, o porque quieres conocer más a fondo tus ciclos y saber si éstos son sanos, el MST te abrirá todas las puertas a tu ciclicidad. Te recuerda una vez más, que lejos de ser algo misterioso, tu ciclicidad es una gran aliada.
Si quieres saber más sobre este tema o tienes alguna duda, siempre puedes contactarme a través de mi IG @fem.ancestral o escribirme un correo a [email protected]
Cuando conectamos y nos hermanamos, siempre somos más fuertes.
Portada:Reproductive health supplies coalition
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Naturópata, terapeuta menstrual e instructora de método sintotérmico, Virian lleva más de 4 años en redes difundiendo la importancia de escuchar y honrar nuestros cuerpos cíclicos, tras haber lidiado ella misma con cistitis de repetición, candidiasis crónicas, problemas con sus ciclos, incluso una tromboflebitis asociada al consumo de la píldora anticonceptiva.
Además, pasa consulta online en la que ayuda a mujeres de todo el mundo, a través de la medicina natural, a recuperar unos ciclos sanos y un cuerpo radiante, así como a aprender a registrar sus ciclos y fertilidad, demostrando que para evitar un embarazo, no se necesita recurrir a hormonas sintéticas que tanto daño hacen a nuestro cuerpo.
