Se que en el mundo y dependiendo de la cultura existen muchos mitos sobre la maternidad. Estamos acostumbradas a escuchar diferentes versiones, desde nuestras abuelitas, hasta nuestras mamás, uno escucha de todo. Soy Ana María Franco, entrenadora de padres y mamá desde el 2014. De ahí nació mi cuenta en Instagram @mamaconamor para generar bienestar para las familias, cuidadores y para acompañar los lazos entre padres e hijos. Quiero brindarte herramientas, que se que te van a servir para llevar este proceso lo más tranquilo que puedas. 
 

Vamos a analizar y cuestionar varios mitos, que estoy segura, la mayoría hemos escuchado y sobre todo, unos tips para que logres salir adelante con ese herms@ bebé que te regalo Dios y la vida. 

Comer por dos durante el embarazo. Aunque no soy nutricionista, sé que no es verdad. ¡El cuerpo humano es demasiado sabio! Tiene todos los recursos necesarios para crear vida sin que esto implique una ingesta mayor por parte de la madre. Lo que sí es muy recomendable es una buena alimentación rica en elementos preferiblemente naturales como frutas, verduras, proteínas para el adecuado desarrollo del bebé y también que la mamá pueda mantenerse nutrida sin usar sus reservas.

La forma de la barriga tiene que ver con el sexo del bebé. Esto es un mito muy tradicional de Latinoamérica. Las familias en muchas culturas hacen sus apuestas. Dependiendo de cómo se vea la barriga, de si la madre desarrolla o no pelos, de si los síntomas del embarazo trae consigo agrieras o depende de sus antojos, se supone que uno puede identificar si es niño o niña. Es curioso que tratemos siempre de predecir lo impredecible, esto obedece más a un afán de tener certezas que de respuestas reales fisiológicas.

El deporte está contraindicado durante el embarazo. No. De hecho los deportistas de alto rendimiento pueden seguir entrenando con ajustes en las cargas. Es hermoso poder tener actividad física cuando estamos en embarazo porque nos ayuda a conectarnos con el cuerpo que está generando vida, mejora la circulación, el ritmo cardíaco, entre otros. Lo más recomendable siempre será consultar con el médico de cabecera para que pueda formular la intensidad y el tiempo de practicar deporte durante el embarazo.

Después del nacimiento solo es felicidad. Jajaja. Así como después del grado de la universidad, o después del “Sí, acepto” del matrimonio. Los seres humanos tendemos a idealizar todos nuestros estados, desconociendo que cualquier cambio trae retos, esfuerzos, momentos oscuros y por supuesto, momentos de plenitud. Un bebé es un cambio gigante para la vida de una persona, en especial, para la madre. No solo su cuerpo físico estará adaptándose a una nueva forma sino también su mente, sus pensamientos, su energía, su espiritualidad, sus emociones. Hay que darle cabida a una conversación más honesta sobre el parto y los meses posteriores. Porque así como trae cosas de comercial de televisión, también trae consigo sombras que no se ven en ninguna parte y que todas experimentamos en mayor o menor medida.

Está mal sentirse mal durante o después del embarazo.

No. Es natural sentirse mal. Que alguien dependa de ti todo el tiempo es algo tan poderoso como aterrador. En el embarazo pueden aparecer dudas profundas en la vida de la mujer como ¿Qué pasará con mi libertad? ¿Esto será para toda la vida? ¿Este nivel de cansancio sin posibilidad de posponerlo es real? Y afirmaciones como ¡No me imaginé que esto era ser mamá! ¡No puedo creer en lo que me metí! ¡No me siento como se suponía que me tenía que sentir! 

Hay una sensación de fracaso muchas veces o la imposibilidad de disfrutar como nos lo han hecho creer. Por eso el acompañamiento emocional es más importante para mí que el fisiológico. Buscar una red de apoyo y ayuda en el caso de que estos pensamientos empiecen a aparecer, es clave. Esto es una etapa transitoria que la madre debe entender que no será para siempre.

No siempre nos sentimos bien con los cambios. Ser mamá es uno más. No quiere decir que jamás vayamos a estar en un estado mucho mejor, a disfrutar y de hecho sentir que amamos ser mamás. Solo se trata de encontrar un camino de maternidad que nos haga sentido y que no tiene que parecerse al de nadie más. Es importante que pienses en ti y tu bienestar, claro, no pasando por encima del bebé. 

Buscar ayuda. Cuando tenemos un inconveniente con un electrodoméstico o con la empresa no dudamos en buscar al experto. Pero cuando se trata de salud mental y emocional posponemos buscar ayuda hasta que nos da signos graves de alarma. Hoy existen muchísimas herramientas que nos permiten navegar las aguas de la maternidad con certeza y ternura hacia nosotras mismas. Puede ser el camino de autoconocimiento más hermoso (como me pasó a mí) y salir de esos momentos oscuros fortalecidas, iluminando ya no solo nuestro camino de madres sino nuestra vida.

Organización. El orden y las rutinas son algo fundamental cuando tenemos nuevos roles. Dar un espacio para seguir teniendo contacto con otros mundos que nos permitan darle la perspectiva justa a la maternidad. No es justo que sigamos cargando con esa creencia de la madre abnegada que se anula por amor a sus hijos. Aunque la maternidad sí es un rol que nos absorbe en muchos sentidos, no debería absorbernos en todos. Es la responsabilidad de cada una encontrar un norte.

Las decisiones son tuyas. Ser madre es algo mágico, empezamos a desarrollar ciertas cualidades que ninguna otra podría si no está en tu lugar. Si tu estas bien el bebe va a estar bien. Por ejemplo, lactar es una decisión de la madre. Una decisión que tiene que ir acompañada de información y apoyo, cualquiera que sea la decisión. Es creo que el primer peldaño para darse cuenta que siempre van a señalarte por las decisiones que tomes respecto a tus hijos, así que recuerda ¡son tuyos! Y nadie más sabe lo que pasa dentro de ti para actuar como lo haces.

No te desanimes, puede que en el camino aparezcan retos y obstáculos que pienses que no vas a superar, pero.. Eres madre! Lo puedes con todo, más de lo que te imaginas. Si necesitas asesoría, me puedes encontrar en Instagram como @mamaconamor.

Portada: Scout The City