El mundo de la sexualidad abarca una amplia variedad de prácticas y fantasías que pueden enriquecer la vida íntima de las parejas. Una de estas prácticas, conocida como pegging, ha ganado popularidad en los últimos años. El pegging es una experiencia consensuada en la que una pareja heterosexual decide invertir roles y la mujer penetra a su pareja masculina con un dildo y un arnés. Mi nombre es Eirelyn Gómez, soy sexóloga orientadora y hoy exploraremos los beneficios de esta práctica, los juguetes sexuales utilizados, los pasos para llevarla a cabo de manera segura y cuidados necesarios para disfrutar plenamente de esta experiencia.
El pegging puede aportar diversos beneficios a la pareja que decide explorar esta práctica. Uno de los principales beneficios es el fortalecimiento de la confianza y la conexión a nivel de pareja. Al abrirse a nuevas experiencias y compartir deseos íntimos, se crea un espacio de confianza y comunicación que puede fortalecer la relación. Además, el pegging permite romper con la rutina sexual, explorar nuevas sensaciones y expandir los límites de placer.
Para llevar a cabo el pegging, es común utilizar un dildo y un arnés. El dildo, elegido de acuerdo con las preferencias de la pareja, puede variar en tamaño y forma. Es recomendable comenzar con un dildo delgado y pequeño e ir aumentando el tamaño de forma progresiva, siempre teniendo en cuenta el confort y el disfrute de ambos. Además, es importante utilizar lubricante adecuado para asegurar una experiencia cómoda y placentera.
Antes de practicar el pegging, es esencial establecer una comunicación abierta y sincera con la pareja. Hablar sobre gustos, deseos y límites sexuales es fundamental para garantizar una experiencia positiva para ambos. Además, se recomienda iniciar con una dilatación anal progresiva, utilizando dilatadores anales de diferentes tamaños. Esto permitirá preparar adecuadamente el esfínter anal y facilitar la penetración.
En cuanto a las posiciones sexuales, existen diferentes opciones que pueden brindar comodidad y placer. La posición de la cucharita es una opción popular, ya que no implica una penetración muy profunda y permite una mayor intimidad. Sin embargo, cada pareja puede experimentar y encontrar las posiciones que mejor se adapten a sus preferencias.
Es fundamental priorizar la seguridad y el cuidado durante la práctica del pegging. El uso de preservativos en el dildo es recomendable para reducir el riesgo de infecciones, ya que el ano alberga bacterias. Además, es importante contar con una buena lubricación para evitar molestias o lesiones.
¿Te atreverías a realizar esta práctica?
La comunicación abierta y constante con la pareja es clave. Antes, durante y después de la experiencia, es importante hablar sobre sensaciones, límites y posibles mejoras. Crear un espacio seguro donde ambos se sientan cómodos para expresar sus deseos y necesidades contribuirá a una experiencia satisfactoria. Si te quedo alguna duda o quisieras una asesoría, me puedes encontrar en Instagram como @sexologaeirelyn
Portada: Jannes Jacobs
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