El Síndrome del Impostor: ¿Por qué te sientes un fraude a pesar de tu éxito?

El Síndrome del Impostor: ¿Por qué te sientes un fraude a pesar de tu éxito?

Por: Paty Cantú

El Síndrome del Impostor, aunque no es considerado un trastorno en sí mismo, es un fenómeno psicológico que afecta a muchas personas, especialmente a aquellas que poseen un alto desempeño en su campo. Aunque su origen se remonta a la década de 1970, cuando fue estudiado por las psicólogas Pauline Clance junto a su colega Suzanne Imes, sus efectos y manifestaciones han ganado relevancia en la sociedad actual. Inicialmente, este síndrome se estudió principalmente en mujeres anglosajonas con un desempeño sobresaliente, pero en la actualidad se observa en hombres, mujeres y personas de diferentes etnias y trasfondos socioeconómicos. Mi nombre es Paty Cantú, soy psicóloga y hoy vengo a hablarte sobre este síndrome, sus posibles causas, tipos y cómo manejar está situación. 

El Síndrome del Impostor se caracteriza por la presencia de una constante inquietud y duda acerca de las propias habilidades y capacidades, independientemente del título, experiencia o conocimiento adquiridos. Quienes lo experimentan sienten que no merecen su éxito y se perciben a sí mismos como fraudulentos, como si estuvieran engañando a los demás. La asociación con la palabra "impostor" refuerza esta sensación de engaño. Es importante aclarar que el Síndrome del Impostor no es un trastorno, sino más bien una conjunción de síntomas y características psicológicas.

Las personas que sufren del Síndrome del Impostor tienden a evaluar negativamente sus propias competencias y habilidades. Utilizan palabras despectivas y se menosprecian a sí mismas, subestimando sus logros. Atribuyen su éxito a factores externos y les resulta difícil aceptar su propio mérito. Además, suelen establecer metas excesivamente altas, que saben que no podrán alcanzar, lo cual refuerza la sensación de ser un impostor cuando no las cumplen.

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La Dra. Valerie Young, experta en el Síndrome del Impostor, ha identificado cinco tipos principales de impostores:

El Perfeccionista: Considera que solo es válido si alcanza la perfección en todo lo que hace, y cualquier error se interpreta como evidencia de ser un impostor.

El Experto: Siente la necesidad de saberlo todo y ser un experto absoluto en su campo. Nunca se considera suficientemente preparado y teme que los demás descubran su supuesta incompetencia.

El Genio Natural: Creen que si algo no se les da de forma natural, entonces son impostores. Perciben cualquier esfuerzo adicional como una confirmación de su incompetencia.

El Superhombre/Supermujer: Sienten que deben hacerlo todo por sí mismos y no pedir ayuda. Si necesitan apoyo, lo interpretan como una señal de debilidad y como evidencia de que no son lo suficientemente buenos.

La Supersuerte: Atribuyen su éxito a la suerte o circunstancias externas, negando su propia contribución en sus logros.

No existe una causa única para el Síndrome del Impostor, ya que se trata de un conjunto de factores interrelacionados. Algunas posibles causas incluyen:

Inseguridad: Sentimientos de inseguridad arraigados, a menudo relacionados con el entorno familiar o la personalidad del individuo.

Crisis y transiciones: Situaciones de cambio, como iniciar un nuevo trabajo o ingresar a la universidad, pueden desencadenar el síndrome al exponer a la persona a nuevas demandas y desafíos.

Ansiedad social: La preocupación excesiva por cómo los demás perciben a uno mismo puede generar sentimientos de inadecuación y reforzar la sensación de ser un impostor.

El Síndrome del Impostor es un fenómeno psicológico que afecta a individuos talentosos y exitosos, pero que dudan de su propia valía y competencia. Se estudió principalmente en mujeres anglosajonas de alto rendimiento, en la actualidad se observa en personas de diferentes orígenes y géneros. Aunque no se trata de un trastorno, el síndrome puede generar ansiedad, depresión, inseguridad y autosabotaje. Reconocer estas características y comprender sus posibles causas puede ayudar a las personas a superar el Síndrome del Impostor y desarrollar una autopercepción más saludable y realista de sus habilidades y logros.

Esto podría venir de heridas emocionales o experiencias negativas pueden considerarse traumas. El trauma en sí implica un desequilibrio químico y alteración en la estructura cerebral, y es un fenómeno mucho más severo. Actualmente, la gente utiliza el término de manera más ligera, pero es fundamental comprender que el síndrome del impostor puede estar relacionado con heridas de la infancia, aprendizajes negativos o características de la personalidad. Es importante tener claridad en el uso de los términos.

El síndrome del impostor no se relaciona directamente con la idea de merecer o no merecer el éxito. Se trata más bien de una duda constante sobre las propias habilidades y la sensación de ser un impostor. Por lo tanto, es importante tener claridad sobre el significado que se le está atribuyendo a la palabra.

Las señales de alerta del síndrome del impostor incluyen hablar negativamente sobre uno mismo, no reconocer los propios méritos y tener una autopercepción distorsionada. Estas características pueden generar ansiedad extrema y, en casos más graves, llevar a un estado depresivo. Es fundamental estar atentos a estas señales y buscar estrategias para manejar el síndrome del impostor.

Desde la perspectiva cognitivo-conductual, es recomendable basarse en los hechos y cuestionar las creencias negativas sobre uno mismo. Analizar de dónde provienen esas percepciones y creencias, así como cuestionar la validez de las mismas, puede ser útil. Además, es importante compartir los sentimientos y hablar del tema con personas de confianza, ya que guardar las emociones puede potenciar el efecto del síndrome.

Otras estrategias para manejar el síndrome del impostor incluyen enfocarse en los hechos y reconocer las propias habilidades y fortalezas, limitar el consumo de redes sociales para evitar comparaciones negativas, tener compasión y ser amable con uno mismo durante el proceso de crecimiento y aprendizaje, y utilizar las comparaciones con otras personas como inspiración en lugar de caer en la auto comparación negativa.

¿Sueles darte crédito por todas las metas y objetivos que cumples?

Esté síndrome es una experiencia común y se puede superar. Es esencial cuestionar las creencias negativas, reconocer las propias fortalezas y buscar apoyo cuando sea necesario. Con compasión y una perspectiva realista, se puede manejar y superar el síndrome del impostor para lograr una autopercepción más saludable y constructiva. Si te quedo alguna duda o quisieras una asesoría, me puedes encontrar en Instagram como @patycantu.psic

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Portada: Anhelina Osaulenko

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Lic. en Psicología General (Universidad de Monterrey)
Posgrado en Psicología Clínica Infantojuvenil (ISEP Barcelona)
Másters en Psicoterapia del Bienestar Emocional (ISEP Barcelona)
Certificado: Science of Well-being (Yale University)

Ha impartido varías pláticas psicoeducativas sobre el bienestar emocional al igual que ha trabajado con niños, adolescentes y adultos apoyándolos en el desarrollo de las herramientas necesarias para su bienestar. Igualmente, tiene una plataforma en redes sociales donde comparte contenido psicoeducativo. La pueden encontrar en Instagram como @patycantu.psic. 

Actualmente se dedica a brindar apoyo emocional a adultos y jóvenes enfocado en la necesidad personal desde la Psicoterapia de Bienestar con enfoque Cognitivo Conductual en un ambiente terapéutico en modalidad online. Así mismo, ha impartido una clase de autoconocimiento en Tec de Monterrey a jóvenes de 1er a 5to semestre.