El retinoide, un derivado de la vitamina A, es uno de los ingredientes antiedad más recomendados por dermatólogos en todo el mundo. Su función principal radica en su impresionante capacidad exfoliante, que mejora significativamente el proceso de renovación celular de la piel. Además, el retinoide estimula la producción de colágeno y previene su degradación, lo que se traduce en una piel más joven, firme y luminosa. Soy la Dra. Karina Romero, dermatóloga; hoy te voy a contar todo sobre el retinol y cómo puede ayudar a prevenir arrugas.
El retinoide no solo estimula la producción de colágeno, sino también la de elastina, lo que contribuye a mantener la piel firme e hidratada. Además de reducir las arrugas, mejora la textura de la piel y disminuye el tamaño de los poros. También se ha demostrado eficaz en la mejora de cicatrices y marcas, como las causadas por el acné.
La capacidad del retinoide para regular la producción de sebo lo convierte en un aliado valioso para personas con piel grasa o propensa al acné. Incluso se ha demostrado que es útil en la reducción de algunas manchas solares. Por lo tanto, el uso de retinoide se recomienda para quienes comienzan a notar líneas de expresión y desean prevenir su desarrollo. Esto suele ocurrir a partir de los 30 años.
Existen diferentes formas de vitamina A, entre las que se incluyen el retinol, el retinal y los ésteres de retinol. Todos son derivados de la vitamina A y, con el tiempo, se convierten en ácido retinoico a través de procesos metabólicos. El retinol es el más conocido y popular, respaldado por una sólida evidencia científica. No obstante, el retinal, también conocido como retinaldehído, ha ganado relevancia en la industria dermocosmética debido a su menor irritación y mayor eficacia.
El retinal se forma por la oxidación del retinol y se metaboliza más eficientemente, lo que lo hace más potente y con menos efectos secundarios. Además, tiene la ventaja de regular la producción de sebo y ser antibacteriano, lo que lo hace ideal para pieles propensas al acné o grasas. Algunos estudios sugieren que el retinal es incluso más potente que el retinol en términos de antiedad.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los retinoides, incluyendo el retinol y el retinal, pueden ser irritantes al principio, lo que se conoce como el proceso de retinización. Por lo tanto, su introducción en la rutina de cuidado de la piel debe ser gradual. Comienza utilizando el producto dos o tres veces a la semana durante la primera semana y, si tu piel lo tolera bien, puedes aumentar la frecuencia gradualmente. La tercera semana, es posible que ya puedas usarlo a diario.
Para minimizar los efectos secundarios comunes como enrojecimiento, irritación, resequedad o descamación de la piel, es fundamental usar protector solar al día siguiente de aplicar un retinoide. También es recomendable utilizar una crema hidratante los días que no utilices el retinol o el retinal en tu rutina de cuidado nocturno, ya que esto ayudará a mantener la piel hidratada y resistente.
¿Tienes claros todos los productos qu deberías tener en tu rutina de cuidado de la piel?
Finalmente, es importante tener en cuenta que los retinoides requieren tiempo para mostrar resultados significativos. Por lo general, se necesitan de dos a tres meses de uso constante para notar una mejora notable en la apariencia de la piel. La paciencia y la consistencia son clave en el uso de estos poderosos ingredientes antiedad. Si te quedo alguna duda o quisieras una asesoría, me puedes encontrar en Instagram como @dra.karinaromero
Portada: Radiance Beauva
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