Si la mente encuentra algo que interpreta que es crucial para tu supervivencia, date por seguro que te va a hacer sentir y hacer aquello que considera. De ahí salen los pensamientos negativos, soy César Sandoval experto en bienestar emocional, actualmente ayudo a las personas a encontrar el equilibrio a través de la hipnosis clínica; y quiero explicarte por qué aparecen estos pensamientos y cómo controlarlos. 
 

Los pensamientos negativos tienen mucho sentido porque en primer lugar, nosotros heredamos como especie una programación que no está actualizada, que no está preparada para los tiempos que estamos viviendo; heredamos una programación que básicamente fue fantástica para nuestros ancestros pero no se ajusta a los tiempos modernos. Has de cuenta, tenemos un smartphone 2023, con una app del año 2000, esto es básicamente. Nuestros ancestros necesitaban de esta forma de pescar pensamientos y buscarle la vuelta en transformarlos en negativo, para poder ver cualquier tipo de cambio y perspectiva de algún evento malo para poder sobrevivir. Esto fue algo crucial para su supervivencia, de alguna manera cultivar pensamientos negativos fue algo que a ellos los ayudó mucho, te preguntarás ¿Por qué? Porque esa desconfianza hacía que se pudieran adelantar a los hechos, fueran reales o no. Siglos atrás el equivocarse y el confiarse demasiado podía hacer la diferencia entre la muerte o la supervivencia tuya o la del clan. 

Nosotros heredamos esa forma, ese esquema mental que nos hace enfocarnos hacia lo malo en lugar de lo bueno. Lo malo es que ahora no tenemos los mismos peligros, es decir, nuestros ancestros se enfrentaban a inundaciones, ataques de animales salvajes, hambruna, escasez de alimentos, una serie de cosas que nosotros ya no vivimos. Nosotros podemos sentirnos estresados porque el jefe nos dejó más trabajo o por quedarnos sin trabajo, no es poco pero es muy diferente a la posibilidad que te ataque un oso. 

Sin embargo estamos hablando de procesos de pensamiento y esos procesos al final son iguales, nuestro ancestros aprendieron a desconfiar de cualquier movimiento de rama porque podría representar un animal salvaje, un león y en nuestro caso, ya no es esa rama pero es cualquier cosa que vemos en los medios por ejemplo, o incluso no hace falta que aparezca en los medios sino que nos inventamos esa posibilidad de un futuro terrorífico porque esto es lo que básicamente a nuestros ancestros los ayudaba a sobrevivir. Lo que pasa es que esto ya no nos sirve y entramos en una necesidad de actualizar esa programación. 

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Estamos hablando de un tipo de programación que escapa a nuestra mente racional y lógica, una parte de nuestra mente donde se albergan los procesos automáticos que es la mente subconsciente; no estamos entrenados a entender cómo funciona nuestra mente y mucho menos cómo funciona esa parte de la mente, por eso sufrimos. 

Pero, ten en cuenta que sí se puede entrenar la mente y no solo eso, sino que es un deber porque de la misma manera que les decía que heredamos esos procesos mentales, también es verdad que hoy en una semana nosotros en nuestra vida moderna, tenemos la misma cantidad de estímulos que tenían nuestros ancestros durante toda su vida. Entonces, estamos hablando de algo serio porque a ellos les sirvió, pero tenían muchos menos estímulos de los que tenemos hoy en día. No significa que no tuvieran problemas, sino que la vida funcionaba de una manera distinta, todo era mucho más lento y ahora vamos a mil. De no hacer algo para entrenar tu mente, entender cómo funciona, decir STOP (siempre le digo a mis clientes que tienen que aprender a decirle a tu mente quién manda), de no hacer esto las consecuencias son terribles porque nosotros podemos elegir las palabras que usamos en nuestra mente, podemos elegir las imágenes que proyectamos en nuestra mente, pero no podemos elegir las consecuencias a nivel fisiológico de esas palabras y esas imágenes. Todas ese palabrerio y serie de imágenes en negativo van deteriorando nuestra condición física, hasta que en algún momento te puede dar cualquier cosa. 

El cuerpo tiene diferentes vías para hacerte llamar la atención, te puede dar una úlcera en el estómago, una erupción en el rostro, algún dolor inexplicable, una infección que te deje en cama o en los peores casos problemas auto inmunes por ejemplo. Hay varios elementos acá, definitivamente un elemento mental y hasta donde yo entiendo toda enfermedad es respuesta de algo muy profundo que no es solamente por una descompostura de la maquinaria fisiológica, hay algo más en la mente que hizo posible que se manifestara la enfermedad. Pero, también es cierto que a veces, si no siempre, facilitamos esa condición de enfermedad a través de nuestros hábitos y alimentación. Sí tiene que ver con una cuestión de higiene mental y emocional, pero definitivamente también tiene que ver con la calidad de vida. 

Muchas veces nos dejamos afectar por casos donde realmente no nos afectan directamente, pero sí indirectamente. Si tu me hablas de algo que le ocurre a un amigo o familiar, estamos hablando de personas que se podrían considerar de tu clan, es tu entorno. Y para los ancestros prácticamente no había diferencia, el clan y tú son lo mismo, tú tienes que velar por ti mismo pero también por el clan y el clan vela por ti. El clan va unido. Solemos crear pensamientos negativos como una respuesta para generar una acción que nos lleve a protegernos. Al final el objetivo de ese pensamiento negativo es la protección propia o la del clan. 

Existen dos tipos de pensamientos negativos, los que son útiles y los que no. Por ejemplo, en los medios mostraron el virus y que afectaba a personas mayores, tu lo primero en lo que piensas es en tus padres porque los puede afectar; seguramente tus padres son muy saludables pero empiezas a generar una serie de pensamientos negativos pero no importa, empiezas a hacerte una pelicula, imaginándote que se mueren pero la realidad es que están bien. Nuevamente, ese es el objetivo de esos pensamientos, que generes una emoción, y el objetivo de la emoción es que generes una acción. Si no existiera esto no habría movimiento, si no hay movimiento, no hay cambio y todo esto viene por una necesidad de cambio para que esa parte de la mente crea que estás protegido. 

Todas las emociones son útiles, no es malo sentirlo: el miedo, el enfado no está mal sentirlas. Hay situaciones donde son muy útiles, sería malo no tenerlas. Suponte que tienes un hijo y se está acercando a la cornisa de un edificio, por más de que le tengas miedo a las alturas, en esta situación no puedes permitirte sentir miedo, vas a sacar coraje de donde sea porque tu objetivo #1 tiene que ser salvar a tu hijo. Pero, si sientes miedo a quedarte sin trabajo o enfermarte, es un miedo innecesario porque el miedo suele traer como consecuencia una alta dosis de cortisol en el sistema, es la hormona del estrés y está fundado en solamente la imaginación. A menos que hayas recibido un aviso por parte de tu jefe o si eres una persona saludable y te asusta enfermarte porque el vecino se enfermó, no hay ningún sustento, ese es el tipo de miedo que no sirve. 

Además, como seres humanos, tenemos por un lado esa necesidad social, pero por el otro realmente no tanto. Sí tu decides alejarte del clan vas a poder sobrevivir, no pasa nada. Tienes que aprender a reconocer esa programación y darle la vuelta, tienes que entender como persona adulta que hay ciertos ámbitos que no te sirven sean consanguíneos o no, y tu vas a vivir igual, no te va pasar nada si tomas tus propias decisiones independientemente de lo que te diga u opine el círculo en el que esté en tu entorno. Puedes crear tu propio entorno y tu propio clan. 

Una de las prácticas más sensatas para empezar a trabajar en el equilibrio emocional es el silencio. Como mencionaba anteriormente, nosotros diariamente recibimos muchos estímulos y la cabeza no está preparada para esto. Una forma de descargar un poco todo ese cúmulo de información es generando espacios de silencio, no significa poner la mente en blanco, significa buscar concentrarte en una sola cosa en lugar de dejar que la mente se dispare.

Hay muchos métodos: el tratak, es una práctica hindu donde tu pones una vela delante tuyo y te quedas lo que puedas contemplando con los ojos entreabiertos, al principio es muy difícil, pero ayuda a la concentración y a vaciar un poco la cabeza. Otro que me gusta mucho es el mindfulness, buscar un lugar apartado y empezar a concentrarte solamente en la respiración. Y el último, imaginar una vez que entras en un estado de relajación que al principio puede costar, pero como todo hay que practicarlo, cierras los ojos con la espalda recta y primero concentrate en la respiración y después imagina que el aire que inhalas es luz. Imagina que esa luz es inteligente y sabe a donde tiene que ir para reparar, sanar y para disolver lo tóxico o cualquier bloqueo; después, imagina que exhalas un humo denso y oscuro y ya esta, representa toda esa toxicidades que se va acumulando a lo largo del día. Te va a ayudar a descargar excesos de estímulos y también a crear gradualmente espacios de silencio donde podemos empezar a escuchar la parte más sabia de nosotros. Para mi, las técnicas de introspección son cosas que deben formar más parte de nuestra vida diaria, no tener tiempo para ellas es tener tiempo para enfermarse después. 

Y para terminar, quiero contarte que hay una frase en latin que decían los estoicos de la antigüedad y es Memento Mori, significa recuerda que te vas a morir. Alguien una vez dijo que si hay algo peor que ir al infierno es estar en tu lecho de muerte y ver pasar al lado tuyo la versión de ti que habría podido ser y no fue. Cuando hay algo que te de mucho miedo pero que por otro lado sabes que puede ser algo muy bueno para ti, repite esta frase. No vale la pena perder tiempo en algo que no está fundado. Si piensas que eso puede salirte mal, ¿Dónde está tu licencia para adivinar el futuro? Porque realmente no hay nada que te diga que pueda salir así, no hay evidencia salvo esos pensamientos que te están limitando y deteniendo. Si necesitas algún tipo de asesoría me puedes encontrar en Instagram como @soycesarsandoval o en mi página web para mayor información.  

Portada: Liza Summer