La autoestima, esa percepción interna que tenemos de nosotros mismos, puede ser un faro que nos guíe hacia la confianza y el éxito, o un peso que nos arrastra hacia la duda y la desesperanza. Cuando hablamos de autoestima, es esencial entender que no se trata simplemente de sentirnos bien con nosotros mismos, sino de reconocer nuestro valor intrínseco y nuestras capacidades. Mi nombre es Romina Ranieri, soy psicóloga y hoy exploraremos cómo se ve y se siente la baja autoestima, sus causas subyacentes, así como estrategias prácticas para mejorarla y el apoyo necesario para quienes luchan contra ella.

La baja autoestima puede manifestarse de muchas maneras, algunas de las cuales pueden pasar desapercibidas para quienes la experimentan. Aquí hay algunos signos comunes que pueden indicar una baja autoestima:

• Comparación constante con los demás de manera negativa.
• Dificultad para reconocer las propias cualidades y talentos.
• Creencia de que no se alcanzarán las metas deseadas.

Estos son solo algunos ejemplos de cómo la baja autoestima puede infiltrarse en nuestras vidas, afectando nuestra percepción de nosotros mismos y del mundo que nos rodea.

¿Cómo podemos identificar que debemos trabajar nuestro amor propio?

Por: Daniela Castañeda

Libérate del Pasado: Claves para el perdón

Por: Stefy Pepi

La baja autoestima, en muchos casos, encuentra sus raíces en la infancia. Una educación rígida, falta de coherencia en la aplicación de normas, comportamiento indiferente o ausente de los padres, así como experiencias traumáticas en la escuela, como el acoso escolar, pueden contribuir significativamente a su desarrollo.

Los pensamientos negativos automáticos desempeñan un papel crucial en la perpetuación de la baja autoestima. Estos pensamientos, definidos por el psicólogo Beck como la "triada negativa", distorsionan nuestra visión de nosotros mismos, del mundo y del futuro. Reconocer estos patrones de pensamiento es el primer paso para desafiar y cambiarlos.

Superar la baja autoestima puede ser un desafío, pero existen estrategias prácticas que pueden ayudar:

• Fomentar la autoaceptación y el reconocimiento de nuestras fortalezas.
• Practicar la gratitud, anotando cada día algo positivo sobre nosotros mismos.
• Comprometerse con actividades que nos gusten y nos hagan sentir bien.

El apoyo social es fundamental en el camino hacia una autoestima saludable. Amigos, familiares y profesionales de la salud mental pueden desempeñar un papel importante al proporcionar un entorno seguro y alentador, ayudando a la persona a reconectar con su confianza y seguridad interna.

Es crucial buscar ayuda profesional cuando la baja autoestima comienza a afectar significativamente la calidad de vida de una persona, dificultando las relaciones interpersonales, el desempeño laboral o la salud mental en general.

La autoestima está estrechamente relacionada con otros problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad. Una autoestima baja puede exacerbar estos trastornos, mientras que una autoestima saludable puede actuar como un amortiguador protector.

Reconocer y abordar la baja autoestima es fundamental para promover el bienestar emocional y psicológico. Con el apoyo adecuado y el compromiso personal, es posible superar los desafíos y cultivar una autoestima saludable y resiliente. Si te quedo alguna duda o quisieras más información, me puedes encontrar en Instagram como @romina_ranieri_psicologa 

Portada: Naomi August