La felicidad es un concepto tan buscado como complejo. A menudo nos preguntamos: ¿es la felicidad un estado constante o se encuentra en pequeños momentos que acumulamos a lo largo de la vida? En nuestra sociedad actual, donde las redes sociales y las expectativas externas suelen marcar el ritmo, es fácil perder de vista lo que realmente nos hace felices. Reflexionar sobre esto implica mirar hacia adentro, cuestionar nuestras creencias y reconectar con lo esencial. Mi nombre es Fedra González, soy consultora psicológica y consteladora familiar. Hoy quiero invitarte a reflexionar sobre qué es la felicidad para ti, y cómo puedes encontrarla más allá de los condicionamientos externos.
La felicidad está influenciada por diversos factores. Desde nuestras experiencias infantiles, los patrones y creencias heredados de nuestras familias, hasta los mandatos culturales que nos condicionan, todo esto impacta en cómo vivimos nuestra felicidad.
Por ejemplo, si alguien creció en un entorno donde se le enseñó que ser feliz depende de ser madre o padre, y por algún motivo no puede cumplir con esa expectativa, probablemente experimente malestar. Sin embargo, este malestar no siempre surge de su propio deseo, sino de las creencias que fueron instaladas en su mente desde pequeño.
Es importante entender que la felicidad no tiene un significado único y estático. Varía dependiendo de nuestras vivencias y la etapa de la vida en la que nos encontremos. Lo que consideramos felicidad en nuestra juventud puede no ser lo mismo en la adultez o en la vejez.
La felicidad es un estado y, como tal, es transitorio. Es imposible permanecer en un estado de felicidad permanente porque, como seres humanos, atravesamos diferentes emociones y circunstancias.
La felicidad se manifiesta en pequeños momentos: compartir un café con un amigo, volver a casa después de un largo día o recibir una llamada de alguien que queremos. Por eso, es importante no frustrarnos si no sentimos felicidad de manera constante. Es un error común pensar que la felicidad debe ser perpetua, especialmente con el impacto de las redes sociales que muchas veces muestran una realidad idealizada.
Nuestras experiencias infantiles tienen un peso enorme en cómo vivimos nuestra felicidad en la adultez. Si crecimos en un ambiente de desamor, maltrato o inseguridad, es probable que llevemos esas heridas emocionales con nosotros, y estas pueden afectar nuestra capacidad de disfrutar de los momentos felices.
Cuando no hemos sanado esas heridas, inconscientemente podemos sabotear situaciones que podrían brindarnos felicidad, reviviendo emociones como el abandono, la tristeza o la humillación. Por eso, es fundamental trabajar en resolver y resignificar nuestra historia personal para liberar espacio para la felicidad en nuestras vidas.
La resiliencia, la gratitud y la capacidad de aprender de las adversidades son claves para encontrar felicidad, incluso en momentos complicados. Cuando logramos tomar la vida que nos fue dada por nuestros padres, con sus luces y sombras, estamos más abiertos a recibir lo bueno que esta nos ofrece.
Por otro lado, hay quienes no han trabajado en su historia personal y, aunque tengan muchas razones para ser felices, no lo logran porque permanecen atrapados en las heridas de su infancia o en patrones limitantes que los desconectan de la plenitud.
Las creencias limitantes que adquirimos en la infancia, como “no soy suficiente” o “no merezco ser amado”, tienen un efecto directo en nuestra autoestima y, por ende, en nuestra capacidad para ser felices. Estas creencias nos mantienen en un estado de carencia y escasez, haciéndonos incapaces de tomar oportunidades que podrían cambiar nuestra vida.
Por ejemplo, si nos dijeron de pequeños que no éramos lo suficientemente buenos, es posible que de adultos rechacemos grandes oportunidades por miedo al fracaso o porque no nos sentimos merecedores de ellas.
Independientemente de las circunstancias externas, hay prácticas que pueden ayudarnos a construir una vida más feliz:
Tomar responsabilidad personal: Dejar de culpar al entorno, al gobierno o a otras personas. Esto nos permite salir del “modo niño” y asumir una posición adulta para tomar decisiones.
Sanar la historia personal: Trabajar en nuestras heridas infantiles y resignificar el pasado para liberarnos de patrones que nos limitan.
Agradecer y practicar la gratitud: Aceptar la vida tal como es y agradecer por ella nos abre a recibir lo bueno que tiene para ofrecer.
Vivir el presente: Encontrar felicidad en los pequeños momentos cotidianos.
Aprender de las adversidades: Ver las dificultades como oportunidades de crecimiento y aprendizaje.
¿Sientes que tienes algunas creencias limitantes que te impiden ser 100% feliz?
La felicidad no es un destino, sino un viaje lleno de altibajos, aprendizajes y momentos de gratitud. Al trabajar en nosotros mismos, sanar nuestras heridas y resignificar nuestras creencias, podemos abrirnos a una vida más plena y conectada con nuestro verdadero propósito. Si te quedo alguna duda o quisieras más información, me puedes encontrar en Instagram como @fedragonzalez_ o en Tik Tok como @fedragonzalezci
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Somos un mundo creado para la mujer actual, una fuente de inspiración que nutre la mente, el cuerpo y el alma. Reunimos a todas aquellas personas, marcas y estilos de vida que nos inspiran, motivan y admiramos para impulsarte a encontrar tu valor y poder personal.
Nacida el 7-7-75, en Buenos Aires, Argentina. Actualmente me encuentro trabajando en mi consultorio particular, acompañando a jóvenes, adultos y adultos mayores, de manera virtual, en su desarrollo personal.
Debido a mi amplia experiencia como Counselor (egresada 2008, Instituto de P. Social) me encuentro supervisando a diferentes colegas y los acompaño en esta hermosa y maravillosa profesión.
En el ámbito docente me desempeñé en la Universidad Nacional de Lanus, (formandome en la misma en Gerontologia Educacional 2014) en el área de adultos mayores, realizando los cursos de Estimulación cognitiva.
En el área de las constelaciones familiares, desarrolle una tecnica propia, a la cual registre como: Constelaciones familiares individuales con emociones. Es una tecnica para trabajar en consultorio, que nos permite conocer el origen de donde vienen los conflictos, traumas y/o sintomas y asi sanarlos.
Actualmente ofrezco un curso virtual en Constelaciones Individuales, abierto a todo publico. Encontre en las constelaciones un camino de sanacion, de amor y de ayuda, que disfruto dia a dia.