Está claro que el mundo ya cambió; y hoy los estereotipos tradicionales nos sirven de guía, pero ya no son una camisa de fuerza. Hoy en día sabemos que todos los cuerpos son válidos, valiosos y bonitos; por eso, más allá de encasillarnos dentro de los cánones de la morfología tradicional que se ha venido usando durante años; la idea es que cada persona encuentre en su cuerpo qué es lo que quiere resaltar. Mi nombre es Tatiana Moreno, diseñadora de modas, estilista y coach en imagen personal; y hoy quiero compartir algunos tips de estilismo para lucir estilizadas, que funcionan para todos los cuerpos sin importar su forma, talla o tamaño.
 

Usar el tema de la armonía y las proporciones, que desde siempre se ha usado para entrar dentro de los cánones de la belleza tradicional, es un tema que sí funciona, no estoy diciendo que no. ¡Pero ojo! El problema llega cuando, para meternos en el canon estético de “90, 60, 90” - “cuerpo perfecto” - “reloj de arena” - “voluptuosa con cintura pequeña” - entre otros; llegamos siempre al punto de querer cambiar nuestro cuerpo, o taparlo disimulando nuestras imperfecciones, para entrar en el cánon. Al hacerlo estamos impidiendo que nos aceptemos realmente como somos y alimentando una imagen negativa y distorsionada de nosotras mismas y de nuestros cuerpos.

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La idea hoy, desde una perspectiva más moderna de la imagen y del trabajo con la silueta corporal, es entender, aquello puede verse más armonioso o no; según lo que tu quieras y lo que a ti te guste, porque lo más importante aquí, es tu auto-percepción. Este tema de la auto-percepción es tan importante, porque está comprobado que nos sentimos y volvemos mujeres seguras, cuando estamos a gusto en nuestros cuerpos y nos gusta lo que vemos sin importar las opiniones externas. Necesitamos soltar la necesidad de “cambiar para encajar en el estereotipo y gustarle a los demás”; por estrategias para armonizar nuestra imagen según lo que quiero resaltar, porque es eso “lo que a MI me gusta de MI”. 

Por ejemplo, si yo tengo muchas caderas, pero me gustan, ¿Tengo que esconder mis caderas para encajar en el canon estético de 90, 60, 90? ¡NO! Puedo marcarlas y resaltarlas. ¿Qué es lo importante? Primero, saber que la percepción mía es lo más importante. Segundo, que aquello que los demás señalan en ti como un “defecto” es simplemente la visión de sus propias vulnerabilidades y miedos proyectadas en ti; así que cómo no es algo tuyo, no tiene sentido “ajustarlo” solo por agradar a otros. Tercero, el camino para reconciliarte con tu cuerpo es un proceso de mirarte realmente, sin juicios y solo a través de tus ojos, soltando esas ideas ancladas de lo que “deberías ser” y aceptarte tal cual eres. ¿Cómo hacerlo? … 
 

Acá te traigo 5 estrategias para lograrlo:

1. Mirate a un espejo. Suena muy básico, si, pero es real. Estamos tan acostumbradas a mirar para afuera, que no miramos adentro, NO NOS MIRAMOS.

• Paso 1: Consigue un espejo de cuerpo entero, es la única manera de tener consciencia de tu cuerpo completo. 
• Paso 2: Después de salir de la ducha cada día, mírate por 2 minutos, aprecia cada parte de ti, empieza desde arriba hacia abajo, vuelve y sube. 
• Paso 3: Hazlo con calma y si en algún momento te encuentras con alguna parte de tu cuerpo que no te gusta del todo, no te quedes ahí, acepta esa parte, respira, solo aceptala (no tiene que gustarte, simplemente no la critiques) y suelta. 
• Paso 4: ¡En serio! No te quedes anclada en aquello en que no te gusta, sin embargo es importante que lo veas porque hace parte de ti y es parte de lo que te hace humana y real. 
• Paso 5: Empieza a identificar que te gusta de tu cuerpo, puede que descubras cosas de las que antes no te habías dado cuenta; y al descubrirlas puedes empezar a potenciarlas. 

Recuerda que NO se trata de tapar, se trata de resaltar eso que amas de ti.

2. Tomate una foto. Cuando estés en ese proceso de verte al espejo después de bañarte, toma una foto al nivel del ombligo para realmente tener la idea exacta de la forma de tu cuerpo y cómo te ves realmente. Esto lo puedes hacer estando desnuda, con tu ropa interior o con ropa deportiva que te permita entender tu silueta. Ten muy en cuenta que al tomarte la foto, el celular o dispositivo que vayas a usar para tomarla no esté inclinado ni hacia arriba, ni hacia abajo, y que si esté posicionado a la altura de tu ombligo, para evitar que te veas desde una perspectiva distorsionada que te haga tener una percepción es errónea. Conocer tu cuerpo y ver sus proporciones reales hará la diferencia al momento de elegir las prendas para vestirte.

3. Donde hay cortes visuales, hay puntos focales. Donde tu haces un corte, pones un foco ¿Dónde quieres poner el foco? Por lo general, los cortes visuales dentro de un atuendo son cortes horizontales, ya que las prendas de vestir están construidas para ser usadas sobre los puntos de apoyo naturales del cuerpo: hombros, cintura y cadera. Si pensamos por ejemplo en las camisas, estas casi siempre se apoyan en los hombros y clavículas; así como las faldas y pantalones se apoyan en la cintura o en la cadera dependiendo de la horma. En estos puntos donde hay un límite entre una prenda y otra, o prenda y piel, es dónde se crean los cortes visuales. Si yo quiero que ese corte visual sea más notorio para atraer las miradas a ese punto de mi cuerpo, puedo crear contrastes a través del color que llamen la atención, si por el contrario prefiero que las miradas se vayan a otro sitio, entonces mi recomendación es crear un contraste suave o mínimo en ese punto; y poner un elemento llamativo o disruptivo en el sitio dónde quiero la atención.

4. Horizontalidad vs. Verticalidad. Los cortes visuales horizontales de las prendas, dividen el cuerpo en secciones ópticas, mientras más secciones horizontales tenga el atuendo más amplitud visual tendrá. Por el contrario, los cortes verticales, logrados a través del estilismo de las prendas, alargan y estilizan visualmente la figura, sin importar el tipo de cuerpo que se tenga. Puedes generar verticalidad, al usar por ejemplo, atuendos monocromáticos o terceras piezas que corten el cuerpo en “columnas”, como un kimono, chaqueta, abrigo o saco largo, entre otros. ¿Qué estrategia te funciona mejor para destacar aquello que amas de ti?.

5. Diagonales. Si no quieres generar un corte visual tan notorio como lo son los horizontales o verticales, y tu idea es “difuminar” o “suavizar” las líneas de tu cuerpo, las diagonales son una excelente estrategia. Puedes crearlas, por ejemplo metiendo solo un pedacito de la parte delantera de tu top o camisa en tu pantalón o falda y dejando los lados sueltos, para crear diagonales o en la zona de tu cadera. Si quieres que la diagonal sea aún más definida, puedes elegir entonces, prendas que desde su estructura las contengan, como por ejemplo camisas o vestidos tipo wrap, entre otros. El truco óptico de las diagonales funciona por 2 razones, la primera es porque se genera una asimetría que elimina el corte visual horizontal; y la segunda, es que solo por la inclinación de este tipo de líneas, visualmente se ven más largas, son más dinámicas y ligeras.

¿Te animas a probarlo?

En resumen, aprende a mirarte desde tus propios ojos, sueltate de los estereotipos externos con los cuales te comparas, ya que solo intoxican la forma en la que te ves; liberate de los comentarios de las personas a tu alrededor, recuerda que aquello “malo” que ven en ti es solo el reflejo de sus propias inseguridades, lo que significa que no te pertenece. En el momento en que dejes de ver tu cuerpo a través de los filtros de los demás, empezarás a ver quien realmente eres, y ese el el punto de partida de la seguridad. Prueba, juega, experimenta con tu ropa, disfruta de los colores y elige dónde quieres poner los focos de tu imagen. Y finalmente si necesitas alguna asesoría, me puedes encontrar en Instagram como @iconatatiana.

Portada: Glamour Magazine
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