El acto sexual y específicamente la penetración suelen cargarse de numerosos mitos, tabúes y desinformación que pueden provocar frustraciones, inseguridades y disminuir el disfrute en las parejas. Lejos de ser el único camino al placer, la penetración es solo una de las múltiples formas de explorar la sexualidad. Mi nombre es Caro Llaguno, soy coach de sexualidad consciente y hoy abordaremos una visión más amplia e integradora sobre cómo potenciar el placer sexual desde el conocimiento, la comprensión y el respeto hacia nuestros cuerpos y los de nuestra pareja.
Cuestionando el Paradigma Tradicional Se ha situado a la penetración como el punto culminante y sinónimo del acto sexual, minimizando u omitiendo por completo todas las otras prácticas que pueden resultar igual o más placenteras. Esta visión reduccionista proviene en gran parte de las representaciones distorsionadas y faltas de realismo que abundan en el porno y en la educación sexual limitada o inexistente que gran parte de la población ha recibido.
El resultado es que muchas personas, especialmente aquellas con vulva, no alcanzan a disfrutar plenamente de su sexualidad al otorgar un peso desmedido a la penetración. Esto puede generar sensaciones de frustración, insatisfacción, dudas sobre su propio cuerpo o sentirse "anormales" por no experimentar placer de la manera tradicionalmente esperada.
Sin embargo, lejos de ser un hecho aislado, estadísticas recientes muestran que un porcentaje muy bajo de mujeres (alrededor del 30% según un estudio en Latinoamérica) disfruta verdaderamente de la penetración. Esto contrasta fuertemente con los mitos populares que consideran a la penetración como el camino obligado y principal al placer femenino.
Anatomía del Placer Para comprender mejor por qué la penetración no garantiza el disfrute sexual, es importante conocer algunos aspectos clave sobre la anatomía femenina:
Por lo tanto, centrar toda la actividad sexual en la penetración vaginal profunda resulta insuficiente para aprovechar todas las posibilidades de placer que el cuerpo femenino ofrece. Es clave una estimulación más holística, creativa y respetuosa de los tiempos y las zonas erógenas de cada persona.
Mente y Emociones Más allá de lo meramente físico, las emociones y la mente juegan un papel crucial a la hora de disfrutar de una vida sexual plena. Los bloqueos emocionales, las creencias limitantes y la desinformación sobre la sexualidad pueden actuar como grandes obstáculos para la entrega y el disfrute.
Algunas de estas barreras comunes incluyen la vergüenza o culpa aprendidas hacia el placer sexual, miedos o inseguridades sobre nuestros cuerpos, exigencias o expectativas poco realistas sobre el desempeño sexual, falta de comunicación asertiva con la pareja, duelos no resueltos, traumas pasados, entre otros.
En el caso específico de la penetración, existen cargas culturales y emocionales muy potentes. Las fuertes connotaciones de violencia, dominio e invasión pueden dificultar sentirse segura y relajada para entregarse a esta práctica. La penetración requiere preparación no solo física sino también mental y emocional.
Al procesar y sanar estas cuestiones, podremos acercarnos a nuestra sexualidad con una mentalidad más positiva, curiosa y receptiva que nos permita descubrir lo que realmente nos complace.
Autoexploración y Autoconocimiento Un eje fundamental para descubrir y expandir las fuentes de placer es el autoconocimiento de nuestros propios cuerpos y sensaciones. Lamentablemente, muchas personas llegan a la adultez sin haber contemplado detenidamente su anatomía o explorado sus zonas erógenas.
Por ello, un consejo esencial es dedicar tiempo y atención a observar y tocar nuestra vulva, utilizando un espejo para apreciar sus detalles y formas. Ir tocando suavemente con los dedos y notar dónde se concentran las sensaciones más placenteras. Dejarse llevar por la curiosidad y el deseo de reconocer cada rincón y pliegue.
Masturbarse es una práctica muy valiosa para este autoconocimiento, permitiéndonos descubrir nuestros umbrales de excitación, los movimientos y presiones que más nos satisfacen. Todo esto sin prejuicios ni juicios de valor, reconociendo que el placer es un derecho inherente a nuestro ser.
Al sentirnos dueñas de nuestros cuerpos y placeres, podremos comunicarlos mejor a nuestra pareja, guiando y enseñándole lo que nos complace. Esto facilitará encuentros más nutritivos, espontáneos y creativos.
La Magia del Masaje una excelente técnica para prolongar y enriquecer los preliminares es el masaje tántrico o sensual. Más que una simple caricia superficial, se trata de un auténtico mapeo y exploración sensorial. Con aceites calientes, las manos recorren lentamente cada rincón del cuerpo, focalizándose en los puntos de mayor placer con presiones firmes y movimientos rítmicos.
De esta manera, los cuerpos se preparan y encienden sus canales de sensorialidad antes de introducir la penetración (si se desea). Al estar completamente relajados y ardiendo en deseo, la penetración puede entonces darse de una forma mucho más placentera y respetuosa del proceso. La atención se enfoca en disfrutar de la conexión sensual más que en culminar rápidamente.
Juego, seducción y creatividad outra clave para revitalizar nuestra vida sexual es recuperar el juego, la seducción y la creatividad sexual. Tanto en solitario como en pareja, podemos redescubrir la dimensión lúdica y artística de la sexualidad.
Propuestas como llevar una vida de fantasía por un día, crear un ambiente especial con velas, música, disfrazarse o utilizar juguetes eróticos fomentan la chispa, el misterio y la emoción del deseo. Igualmente, el sexting, el striptease o juegos de roles como profe-alumno pueden encender la llama del erotismo.
No olvidar los espacios de intimidad, como mimos, masajes, bailes eróticos y otras formas de seducción lenta y sensual para avivar la pasión y no enfocar todo en la penetración. Lo importante es renovar la creatividad y no caer en la rutina.
La gran variedad de juguetes eróticos disponibles hoy también ofrece opciones infinitas para complementar y expandir las fuentes de placer, ya sea con vibradores, dilatadores de diferentes formas y tamaños, anillos para el pene y la estimulación del punto G, consoladores dobles para compartir el placer e incluso aparatos de alta tecnología que sincronizan con contenido multimedia. Explorar estas herramientas amplía nuestras posibilidades sensoriales y descubrimientos.
Para disfrutar de una vida sexual nutritiva y memorable, es fundamental que la penetración no sea el punto de partida ni el objetivo último, sino más bien una posibilidad dentro de un amplio abanico de prácticas y placeres.
La clave está en permitir que los cuerpos se enciendan lentamente, a través de un juego sensual extendido de besos, caricias, masajes y otras formas de estímulo. Dejar que el deseo vaya in crescendo hasta alcanzar un punto de excitación plena, donde la penetración sea algo anhelado y buscado con entusiasmo por ambos amantes.
En este "preludio" extendido no hay apuro por llegar a nada, sino una entrega consciente al presente, al disfrute de los sentidos y al reencuentro íntimo de los cuerpos. Es dar tiempo y espacio a que las zonas erógenas se activen, las hormonas fluyan y los músculos se relajen y dilaten.
Cuando los amantes alcanzan ese estado de deseo encendido, la penetración puede entonces integrarse de una forma mucho más placentera y respetuosa con el proceso. La persona receptora la buscará y pedirá, mientras que la insertiva se sentirá celebrada y acogida.
Este enfoque consciente transforma la penetración de un acto impuesto a uno co-creado, de una invasión a una bienvenida, de una exigencia demandante a un regalo gozoso. Se trata de dejar atrás la "pandemia de la penetración precoz" y permitir que los tiempos fluyan naturalmente.
Comunicación, Compasión y Consentimiento Por último, un ingrediente imprescindible en todo vínculo sexual es la comunicación abierta, honesta y compasiva entre los amantes. Antes que demandas, imponer expectativas o seguir guiones rígidos, lo ideal es conversar y consultar los deseos y límites de cada quien.
“¿Te apetece ser penetrada hoy?” “¿Prefieres explorar otras zonas erógenas?” “¿Qué posición te resulta más placentera?” “¿Cuáles son tus zonas de mayor sensibilidad?” Escuchar y ser escuchados con generosidad y sin juzgar crea un clima de intimidad, respeto y entendimiento mutuos.
La compasión también juega un rol clave, al reconocer que nuestras historias, bloqueos y necesidades pueden ser muy distintas de las de nuestra pareja. Con empatía, podemos acompañar y contener esos espacios de vulnerabilidad, resistencias, dolores o traumas relacionados con la sexualidad.
Finalmente, el consentimiento entusiasta debe ser un requisito indispensable en cada encuentro. No basta un "sí" dado a medias, sino una genuina apertura, deseo y disposición de los involucrados a explorar juntos. Solo desde ese espacio de libertad y respeto mutuos la intimidad puede florecer plenamente.
¿Sabes qué te genera placer aparte de la penetración?
En síntesis, el camino hacia una vida sexual plena y vibrante nos invita a expandir nuestros horizontes más allá de lo meramente genital, para entregarnos a un reencuentro con nuestra sensualidad, creatividad y el gozo de los sentidos. Revisa la penetración como una posibilidad más dentro de un amplio abanico de placeres por descubrir. Reencontrarnos con esa dimensión lúdica y amorosa de la sexualidad nos permite renovar la chispa del deseo y la pasión compartida. Si te quedo alguna duda o quisieras más información, me puedes encontrar en Instagram como @carollaguno.sexcoach
Portada: Deon Black
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TERAPEUTA DE SEXUALIDAD consciente
Diplomada en sexualidad y pareja, coach mayeútica, activista de una sexualidad sin juzgamientos ni tabúes, del parto respetado y las maternidades no romantizadas.
Comunicadora social y digital que busca explorar cómo la sexualidad y la creatividad son elementos para fecundar, gestar y parir proyectos en base al amor propio, el autoconocimiento y el autocuidado.
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