Las tarjetas de crédito nacieron a mediados del siglo pasado, siendo una Diner's Club la primera de uso generalizado, inicialmente en restaurantes y luego en hoteles. Para todos fue fácil entender desde el principio su propuesta de valor e impresionante atractivo: “comprar ya y pagar después”, con esto ganaron rápidamente la afición de millones de consumidores alrededor del mundo, convirtiéndolas en un medio de pago masivo para compras físicas y virtuales de casi todo tipo de producto y servicio. Mi nombre es Paola Sánchez, soy financista y contadora; y hoy vengo a darte unos tips para que aprendas a manejar de forma correcta tus tarjetas de crédito.
Al momento de comprar todo es alegría y emoción, el problema llega cuando se cumple la fecha de vencimiento y las personas se dan cuenta que deben pagar más de lo que han usado y no entienden por qué, o peor aún, no tienen cómo pagarlo y deben incurrir en gastos adicionales por mora. Algunos incluso terminan con deudas tan grandes que deben vender sus activos para poder cubrirlas.
Es así como este producto financiero se convirtió en el más controversial del mercado, amado por unos y temido por otros, pero ¿realmente sabes cómo funciona? Aquí te vamos a presentar los conceptos básicos que necesitas conocer para su buen uso.
Lo primero que debes saber es que puedes elegir una tarjeta de crédito “a la medida” es decir, que cumpla con tus necesidades y se ajuste a tu realidad financiera. Actualmente existen diversos tipos, clasificados por franquicias, categorías e incluso colores; que definen los costos demandados por su uso y financiación; así como los beneficios que otorgan.
¿Cuáles son esos costos?
Como lo indica su nombre, una tarjeta de crédito es un producto de financiación, con el cual podrás hacer uso del cupo disponible otorgado por una entidad financiera a cambio de un interés que se expresa en términos mensuales y anuales, cuyo saldo dependerá del número de cuotas en las que difieras la compra. Este es el principal costo que debes entender porque entre más alto sea el interés de la tarjeta y más cuotas uses para diferir tu compra mayor será el valor total por pagar al final del ejercicio y si incumples con tu compromiso en la fecha máxima de pago, incurrirás en un costo incremental llamado interés de mora (nada divertido). Para evitar esto, es ideal que antes de usarla hagas los cálculos, conozcas las fechas de facturación y pago y determines si vale la pena diferir la compra o, si, por el contrario, puedes hacerlo a una (1) sola cuota y ahorrarte los intereses (esto sería lo ideal). De cualquier modo, si vas a comprar y/o financiar un bien o servicio, recuerda hacerte las famosas preguntas ¿Realmente lo necesito? ¿Tengo la capacidad de pagarlo?
El segundo costo se llama cuota de manejo, corresponde al cobro por el mantenimiento del producto, su tarifa varía según la categoría de la tarjeta y en algunos casos puede ser exento, incluye esto último como un factor relevante a la hora de elegir tu tarjeta de crédito.
Finalmente se encuentran los costos de los avances, aunque esta funcionalidad para algunos puede ser un salvavidas para necesidades urgentes, tiene unos costos particulares, principalmente porque los avances se difieren de forma automática a más de 12 cuotas, por lo tanto, deberás pagar la tasa de interés vigente en la fecha de la transacción y adicionalmente una comisión por el avance.
Si ya te encuentras en aprietos financieros por el uso indebido de las tarjetas de crédito, recuerda que siempre podrás explorar las alternativas de gestión de deuda como compra de cartera, rebalanceo de deuda y reestructuraciones con la entidad emisora. Y lo más importante; identifica que te llevó a esa situación y corrígelo para que no vuelva a suceder. Recuerda que tener educación financiera te permitirá construir riqueza, aprender hoy es ganar mañana.
Ahora, ¿Cuáles son los beneficios? Ya mencionamos que la base de esta innovación es “comprar algo hoy y pagarlo luego” pero para garantizar su buen uso, no se trata de comprar cualquier cosa, sino aquello que realmente necesitamos y que sabemos claramente cómo lo pagaremos, lo que nos permitirá también construir una buena historia crediticia. Otro beneficio destacado de las tarjetas de crédito es la posibilidad de aprovechar descuentos y promociones considerando la premisa anterior y cuando vemos un ahorro significativo; también se usan por seguridad ya que son un sustituto de llevar grandes sumas de dinero en efectivo (para algunos será bastante extraño imaginar salir de compras con un maletín lleno de dinero físico) en la actualidad muchas tarjetas incluyen procesos de tokenización para prevenir fraudes. Finalmente puedes acumular puntos o millas para canjear por productos o servicios, como viajes, que sean de tu interés.
¿Ya empezaste tu historia crediticia con tarjeta de crédito?
Seguramente ya conocías algunos de estos beneficios, pero hay otros muy importantes y poco usados -por desconocimiento- que son los seguros y las asistencias a los que tienes derecho por ser el titular. ¿Sabías que las compras que haces con tarjetas de crédito están aseguradas por daños, accidentes y robo? Si estas al día con tus pagos y se materializa un riesgo, puedes comunicarte a la línea de atención de la entidad aseguradora y hacer uso de los servicios, estos son algunos de ellos1:
Ahora, ¿Qué piensas de las tarjetas de crédito? Si te quedo alguna duda o quisieras una asesoría, me puedes encontrar en Instagram como @paosanchez_finanzas
Portada: Andrea Piacquadio
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