En mi consulta diaria como especialista en cuidado de la piel, recibo a muchas personas preocupadas por la aparición de manchas en el rostro. Esta preocupación no es superficial; las manchas pueden afectar profundamente la autoestima, haciendo que quienes las padecen se sientan incómodos con su propia imagen. A lo largo de los años, he identificado varios factores que influyen en la aparición de estas manchas. Soy la Dra. Verónica Sosa Viaín, experta en medicina estética y armonización; hoy, quiero compartir contigo mis conocimientos y recomendaciones para prevenir y tratar la hiperpigmentación de manera efectiva.

Las manchas en la piel pueden ser causadas por distintos factores, pero los más comunes son:

• Exposición solar: La radiación ultravioleta (UV) es el principal desencadenante de la hiperpigmentación. La piel, en un intento de protegerse del daño solar, produce melanina. Sin embargo, si no estamos protegidos adecuadamente, esta melanina puede distribuirse de manera desigual, generando manchas oscuras.
• Cambios hormonales: Condiciones como el embarazo o el uso de anticonceptivos pueden desencadenar la aparición de manchas, especialmente el melasma.
• Inflamación: Las lesiones cutáneas, como el acné o la irritación, pueden dejar hiperpigmentación postinflamatoria.
• Genética: Algunas personas son más propensas a desarrollar manchas debido a su predisposición genética. Aunque no podemos cambiar nuestra genética, podemos aprender a cuidar nuestra piel para minimizar los efectos.

En consulta, insisto en la importancia del uso del protector solar como un hábito fundamental para la salud de la piel. La exposición solar es el mayor enemigo cuando se trata de manchas, ya que la radiación UV activa la producción de melanina, causando hiperpigmentación con el tiempo.

Adiós a las manchas de la piel: Descubre qué las causa y cómo eliminarlas de forma integral

Por: Dra. Valentina Stamati

Cómo proteger tu piel y pelo del frío: Consejos esenciales para el cuidado en invierno

Por: Nicole Stephanie Kresch

Es importante recordar que incluso en días nublados o en invierno, los rayos UV siguen presentes. Las pieles con manchas o propensas a hiperpigmentarse deben protegerse todos los días, ya que el daño solar es acumulativo y no siempre se nota de inmediato.

Mi consejo siempre es aplicar protector solar cada mañana y recuerda reaplicarlo cada dos o tres horas si estás al aire libre. No olvides zonas como el cuello, el escote y las orejas, que también son susceptibles al daño solar.

Aunque la genética no determina al 100% la aparición de manchas, puede hacer que tu piel sea más reactiva al sol y otros factores ambientales. Por ejemplo, el melasma, que suele afectar a las mujeres, puede tener un componente hereditario. Sin embargo, con un cuidado preventivo constante y personalizado, puedes mantener esa predisposición bajo control.

Si tienes antecedentes familiares de hiperpigmentación, considera un enfoque preventivo desde joven para evitar que las manchas se desarrollen.

Es común recibir pacientes con manchas provocadas por un mal uso de productos cosméticos o por una limpieza excesivamente agresiva. A menudo, creemos que limpiar más significa cuidar mejor la piel, pero esto puede dañar su barrera protectora, dejándola vulnerable.

Utiliza productos suaves y no abrasivos, y asegúrate de que tu rutina esté personalizada a las necesidades de tu piel. Un diagnóstico profesional puede ser clave para seleccionar los ingredientes adecuados y evitar el uso de productos que podrían agravar las manchas.

Ingredientes como los ácidos exfoliantes (glicólico, salicílico) y el retinol son altamente efectivos para tratar manchas, pero requieren un uso cuidadoso. Si se utilizan incorrectamente, pueden sensibilizar la piel y empeorar la hiperpigmentación.

Introduce estos ingredientes de manera gradual y siempre acompáñalos de un protector solar adecuado. La piel puede volverse más vulnerable al daño solar al usar ácidos y retinoides, así que es fundamental protegerla correctamente.

Si hay un producto en el que insisto incansablemente, es el protector solar. Es la mejor herramienta que tenemos para prevenir las manchas y el envejecimiento prematuro. Sin un buen bloqueador solar, incluso los tratamientos más efectivos pueden ser inútiles. Cómo aplicarlo correctamente:

• Usa un protector solar de amplio espectro con al menos SPF 30.
• Aplícalo generosamente en todas las zonas expuestas, incluyendo el rostro, cuello, escote y orejas.
• Reaplícalo cada 2-3 horas si estás al aire libre o después de sudar.

Si buscas prevenir o mejorar la apariencia de las manchas, sigue una rutina diaria constante y personalizada. Aquí tienes algunas recomendaciones:

• Protección solar: Ya mencionamos su importancia. Nunca la olvides.
• Limpieza adecuada: Usa limpiadores suaves para no dañar la barrera cutánea.
• Activos específicos: Introduce ingredientes como la vitamina C (antioxidante y despigmentante), el ácido kójico, el ácido tranexámico, la niacinamida (reduce la inflamación y las manchas) y el retinol (estimula la renovación celular).
• Diagnóstico profesional: Antes de iniciar cualquier tratamiento, consulta a un especialista para adaptar tu rutina a las necesidades únicas de tu piel.

Las manchas en la piel son un problema común, pero con los cuidados adecuados y una rutina constante, es posible prevenirlas y mejorar su apariencia. Recuerda que la piel tiene memoria, y cada acción que tomes hoy impactará en su salud futura. La clave está en ser constante, protegerla del sol y usar los productos adecuados.

Cuidar tu piel no solo es una cuestión de estética, sino también de bienestar y amor propio. Así que, comienza hoy mismo a cuidarla con atención y dedicación. Tu piel te lo agradecerá. Si te quedo alguna duda o quisieras más información, me puedes encontrar en Instagram como @dra.veronicasosaviain o en Tik Tok como @dra.veronicasosaviain