Ciclos de placer: Maximizando tu bienestar sexual a lo largo del mes

Ciclos de placer: Maximizando tu bienestar sexual a lo largo del mes

Por: Laudy Sarli

El ciclo menstrual es un proceso complejo y fascinante que afecta profundamente la vida de las mujeres, no solo en términos de fertilidad, sino también en aspectos como el estado de ánimo, la energía y, por supuesto, el deseo sexual. Comprender cómo los cambios hormonales influyen en la libido puede ser clave para mejorar la salud sexual y el bienestar general de las mujeres. Mi nombre es Laudy Sarli, soy Sex Healer y en este artículo, exploraremos en detalle cómo varían los niveles hormonales a lo largo del ciclo menstrual y cómo estos cambios afectan el deseo sexual. además analizaremos las diferentes fases del ciclo, la influencia de las hormonas en la lubricación vaginal y la respuesta sexual, y ofreceremos consejos prácticos para gestionar el deseo sexual y mejorar la comunicación con la pareja.

El ciclo menstrual es un proceso intrincado que involucra una serie de cambios hormonales que ocurren regularmente en el cuerpo femenino. A diferencia de los hombres, cuyas fluctuaciones hormonales son relativamente estables, las mujeres experimentan un verdadero "cóctel hormonal" que varía a lo largo del mes.

Las principales hormonas involucradas en este proceso son:

  • Estrógeno
  • Progesterona
  • Testosterona
  • Oxitocina
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Cada una de estas hormonas juega un papel crucial en diferentes aspectos de la salud y el bienestar femenino, incluyendo el deseo sexual. El Dr. Patrick Flynn señala que, debido a que los cambios hormonales en los hombres son mínimos y la testosterona es una "hormona agresiva", es común que su libido se mantenga relativamente constante. En contraste, las mujeres experimentan fluctuaciones más significativas que pueden afectar su deseo sexual de diversas maneras.

Es importante destacar que, aunque existen patrones generales, cada mujer es única y puede experimentar el ciclo de manera diferente. Algunas mujeres no perciben cambios significativos en su libido a lo largo del mes, mientras que otras notan variaciones considerables. Además de los cambios hormonales, factores físicos, psicológicos y emocionales también pueden influir en el deseo sexual femenino.

El ciclo menstrual se divide generalmente en cuatro fases principales:

  1. Fase menstrual
  2. Fase folicular
  3. Ovulación
  4. Fase lútea

Cada fase se caracteriza por diferentes niveles hormonales que pueden afectar el deseo sexual de diversas maneras.

Fase menstrual: Durante esta fase, que marca el inicio del ciclo, los niveles de estrógeno y progesterona son bajos. Algunas mujeres pueden experimentar una disminución del deseo sexual debido a las molestias físicas asociadas con la menstruación, como cólicos o sensibilidad en los senos. Sin embargo, otras mujeres reportan un aumento del deseo durante esta fase, posiblemente debido a la mayor sensibilidad en la zona pélvica.

Fase folicular: A medida que avanza esta fase, los niveles de estrógeno comienzan a aumentar. Muchas mujeres experimentan un incremento gradual en su energía y estado de ánimo, lo que puede traducirse en un aumento del deseo sexual.

Ovulación: Biológicamente, este es el momento en que el cuerpo está más preparado para la concepción. Los niveles de estrógeno alcanzan su punto máximo y se produce un aumento significativo de testosterona. Como resultado, muchas mujeres experimentan su nivel más alto de deseo sexual durante esta fase. Sin embargo, es importante recordar que esto no es universal y algunas mujeres pueden no notar cambios significativos.

Fase lútea: Después de la ovulación, los niveles de progesterona aumentan mientras que el estrógeno y la testosterona disminuyen. Algunas mujeres pueden experimentar una disminución del deseo sexual durante esta fase, especialmente hacia el final cuando los niveles hormonales están en su punto más bajo.

La lubricación vaginal es un aspecto crucial de la respuesta sexual femenina y está estrechamente relacionada con los cambios hormonales del ciclo menstrual. El estrógeno, en particular, juega un papel importante en la producción de lubricación natural.

Durante la fase folicular y la ovulación, cuando los niveles de estrógeno son más altos, muchas mujeres experimentan una mayor facilidad para lubricar. Esto puede contribuir a una experiencia sexual más placentera y cómoda. Por otro lado, durante la fase lútea y la menstruación, cuando los niveles de estrógeno son más bajos, algunas mujeres pueden notar una disminución en la lubricación natural.

Sin embargo, es fundamental entender que la lubricación no depende únicamente de las hormonas. Factores psicológicos, como la excitación mental y emocional, juegan un papel igualmente importante. Muchas mujeres pueden aprender a gestionar su respuesta sexual de manera intencional, independientemente de la fase del ciclo en la que se encuentren.

Algunas estrategias para mejorar la lubricación y la respuesta sexual incluyen:

  1. Ejercicios de conexión con el cuerpo: Practicar la atención plena y la conciencia corporal puede ayudar a aumentar la sensibilidad y la capacidad de respuesta sexual.
  2. Mindfulness sexual: Estar plenamente presente durante los encuentros íntimos puede mejorar significativamente la excitación y la lubricación.
  3. Uso de lubricantes: No hay que temer al uso de lubricantes artificiales. Estos pueden mejorar significativamente la experiencia sexual, especialmente en momentos del ciclo donde la lubricación natural puede ser menor.
  4. Comunicación abierta con la pareja: Expresar necesidades y deseos puede aumentar la excitación y mejorar la respuesta sexual.
  5. Exploración personal: Conocer el propio cuerpo y sus respuestas puede ayudar a identificar qué funciona mejor en diferentes momentos del ciclo.
  6. Autocuidado y deseo sexual

El autocuidado juega un papel fundamental en la salud sexual y el bienestar general. Adoptar prácticas de autocuidado durante el ciclo menstrual puede tener un impacto significativo en el deseo sexual y la satisfacción general. Algunas áreas clave de autocuidado incluyen:

Alimentación: Una dieta equilibrada y nutritiva puede ayudar a regular los niveles hormonales y mejorar el estado de ánimo. Algunos alimentos, como los ricos en zinc, omega-3 y vitamina E, pueden ser particularmente beneficiosos para la salud sexual.

Ejercicio: La actividad física regular no solo mejora la salud general, sino que también puede aumentar la producción de endorfinas, lo que puede contribuir a un mayor deseo sexual. Además, el ejercicio puede ayudar a aliviar los síntomas premenstruales y mejorar la imagen corporal.

Sueño: Un descanso adecuado es esencial para la regulación hormonal y el bienestar general. Priorizar el sueño puede tener un impacto positivo en el deseo sexual y la energía.

Manejo del estrés: El estrés crónico puede tener un efecto negativo en la libido. Practicar técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el deseo sexual.

Conexión con el cuerpo: Dedicar tiempo a conocer y apreciar el propio cuerpo puede aumentar la autoestima y la confianza sexual. Esto puede incluir prácticas como el automasaje, la exploración sensual o simplemente pasar tiempo desnuda frente al espejo.

Atención a los síntomas del ciclo: Llevar un registro de los síntomas físicos y emocionales a lo largo del ciclo puede ayudar a identificar patrones y anticipar cambios en el deseo sexual. Esto permite una mejor planificación y adaptación a las necesidades cambiantes del cuerpo.

Al prestar atención a estos aspectos básicos del autocuidado, las mujeres pueden crear un entorno más propicio para una sexualidad saludable y satisfactoria. Además, el autocuidado fomenta una conexión más profunda con una misma, lo que puede llevar a tomar decisiones más conscientes y positivas en relación con la vida sexual.

La comunicación abierta y honesta con la pareja es fundamental para una vida sexual satisfactoria, especialmente cuando se trata de abordar las fluctuaciones del deseo relacionadas con el ciclo menstrual. Sin embargo, para muchas mujeres, hablar sobre su deseo sexual puede resultar incómodo o desafiante. Aquí hay algunos consejos para mejorar la comunicación en este aspecto:

Cultiva la vulnerabilidad emocional: Así como te muestras físicamente vulnerable con tu pareja durante la intimidad, es igualmente importante mostrar vulnerabilidad emocional. Compartir tus pensamientos, sentimientos y necesidades más profundos puede fortalecer la conexión y la comprensión mutua.

Elige el momento adecuado: Busca un momento tranquilo y sin distracciones para tener estas conversaciones. Evita discutir temas sensibles durante o inmediatamente después de un encuentro sexual.

Usa "yo" en lugar de "tú": Expresa tus sentimientos y necesidades usando frases que comiencen con "yo" en lugar de hacer acusaciones. Por ejemplo, "Me siento más conectada cuando pasamos tiempo juntos antes de ser íntimos" en lugar de "Tú nunca pasas tiempo conmigo antes del sexo".

Sé específica y clara: En lugar de hacer generalizaciones, sé específica sobre tus necesidades y deseos. Por ejemplo, "Me gustaría que exploráramos diferentes formas de intimidad durante la semana de mi menstruación" es más útil que "Nunca quieres estar conmigo cuando tengo la regla".

Escucha activamente: La comunicación es bidireccional. Asegúrate de escuchar las preocupaciones y necesidades de tu pareja con la misma atención que esperas para las tuyas.

Practica la empatía: Trata de entender el punto de vista de tu pareja, incluso si difiere del tuyo. La empatía puede ayudar a superar malentendidos y crear soluciones mutuamente satisfactorias.

Considera la terapia de pareja: Si la comunicación sobre temas sexuales resulta particularmente difícil, considerar la ayuda de un terapeuta de pareja o un sexólogo puede ser beneficioso.

Educa a tu pareja sobre tu ciclo: Compartir información sobre tu ciclo menstrual y cómo afecta tu deseo sexual puede ayudar a tu pareja a entender y apoyarte mejor.

Establece expectativas realistas: Recuerda que el deseo sexual fluctúa naturalmente. Establecer expectativas realistas puede aliviar la presión y el estrés en la relación.

Celebra la intimidad en todas sus formas: Recuerda que la intimidad no se limita al acto sexual. Fomenta otras formas de conexión física y emocional con tu pareja.

Recuerda que una relación profunda y satisfactoria se construye sobre la base de una comunicación abierta y honesta. Aunque estas conversaciones pueden ser incómodas al principio, con práctica y paciencia, pueden convertirse en una parte natural y enriquecedora de tu relación.

Comprender y gestionar el deseo sexual en relación con el ciclo menstrual puede ser un proceso de aprendizaje y autoconocimiento. Aquí hay algunas estrategias prácticas que pueden ayudar:

Lleva un registro de tu ciclo: Utiliza una aplicación o un diario para registrar tu ciclo menstrual, incluyendo cambios en el deseo sexual, estado de ánimo y energía. Esto te ayudará a identificar patrones y anticipar cambios.

Practica la atención plena sexual: Aprende a conectarte con tu cuerpo y tus sensaciones de manera intencional. La práctica regular de la atención plena puede ayudarte a acceder al deseo sexual incluso en momentos en que no lo sientas espontáneamente.

Explora diferentes tipos de estimulación: Tu sensibilidad y preferencias pueden cambiar a lo largo del ciclo. Experimenta con diferentes formas de estimulación para descubrir qué funciona mejor en cada fase.

Prioriza el placer sobre el orgasmo: En lugar de enfocarte únicamente en alcanzar el orgasmo, concentra tu atención en disfrutar de las sensaciones y la conexión con tu pareja o contigo misma.

Incorpora la fantasía y la anticipación: Utiliza la fantasía y la anticipación para estimular el deseo sexual. Esto puede ser especialmente útil en las fases del ciclo donde el deseo espontáneo puede ser menor.

Mantén una rutina de autocuidado: Como se mencionó anteriormente, el autocuidado es fundamental. Mantén una rutina consistente de alimentación saludable, ejercicio, manejo del estrés y sueño adecuado.

Explora la masturbación: La autoexploración puede ayudarte a comprender mejor tus patrones de deseo y respuesta sexual a lo largo del ciclo.

Considera la terapia sexual: Si experimentas dificultades persistentes con el deseo sexual, considera buscar la ayuda de un terapeuta sexual o un profesional de la salud especializado en sexualidad femenina.

Sé flexible y compasiva contigo misma: Recuerda que es normal que el deseo sexual fluctúe. Sé amable contigo misma y evita juzgarte por tus niveles de deseo.

Comunícate abiertamente con tu pareja: Mantén una comunicación abierta y honesta con tu pareja sobre tus necesidades y deseos cambiantes a lo largo del ciclo.

Explora formas no sexuales de intimidad: En momentos de bajo deseo sexual, enfócate en otras formas de intimidad como el contacto físico no sexual, la conexión emocional o actividades compartidas.

Considera el uso de juguetes sexuales: Los juguetes sexuales pueden ser una herramienta útil para explorar y estimular el deseo sexual, especialmente en fases del ciclo donde la estimulación adicional puede ser beneficiosa.

Mantén una actitud abierta y curiosa: Adopta una actitud de curiosidad y apertura hacia tu sexualidad. Cada ciclo es una oportunidad para aprender más sobre ti misma y tu cuerpo.

Comprender la relación entre el ciclo menstrual y el deseo sexual es un viaje de autodescubrimiento y empoderamiento para las mujeres. A lo largo de este artículo, hemos explorado cómo las fluctuaciones hormonales pueden influir en la libido, la lubricación vaginal y la respuesta sexual en general. Sin embargo, es crucial recordar que cada mujer es única y que no existe un patrón "normal" que se aplique a todas.

La clave para una vida sexual satisfactoria no radica simplemente en seguir los ritmos biológicos, sino en desarrollar una conexión profunda con el propio cuerpo, mantener prácticas de autocuidado y fomentar una comunicación abierta y honesta con la pareja. Es importante reconocer que el deseo sexual femenino es complejo y multifacético, influenciado no solo por las hormonas, sino también por factores psicológicos, emocionales y relacionales.

Al adoptar un enfoque holístico que incluya la atención al ciclo menstrual, prácticas de autocuidado, comunicación efectiva y estrategias intencionales para gestionar el deseo, las mujeres pueden cultivar una relación más positiva y satisfactoria con su sexualidad. Esto no solo puede mejorar la calidad de vida sexual, sino también contribuir al bienestar general y la autoestima.

Recuerda que no hay una forma "correcta" de experimentar el deseo sexual. Lo importante es conocerte a ti misma, respetar tus propios ritmos y necesidades, y buscar apoyo profesional si lo consideras necesario. La sexualidad femenina es un aspecto hermoso y complejo de la vida que merece ser celebrado y explorado con curiosidad, compasión y apertura.

¿Sientes diferencia en tu deseo sexual a lo largo de tu ciclo menstrual?

En última instancia, el objetivo no es alcanzar un ideal de deseo sexual constante, sino desarrollar una relación saludable y satisfactoria con tu propia sexualidad, una que te permita disfrutar plenamente de la intimidad y la conexión, ya sea contigo misma o con tu pareja, en todas las fases de tu ciclo y de tu vida. Si te quedo alguna duda o quisieras más información, me puedes encontrar en Instagram como @laudysarlilove 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Portada: Roman Odintsov

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Somos un mundo creado para la mujer actual, una fuente de inspiración que nutre la mente, el cuerpo y el alma. Reunimos a todas aquellas personas, marcas y estilos de vida que nos inspiran, motivan y admiramos para impulsarte a encontrar tu valor y poder personal.

Hola soy Laudy! Y te dov la bienvenida si eres nueva por aquí. Me quiero presentar.
Me dedico a eliminar bloqueos mentales, energéticos y emocionales en las mujeres para que se conecten con ellas mismas, con su cuerpo, con su placer y con su pareja y que tengan relaciones sexuales extraordinarias.
Durante mucho tiempo viví una sexualidad llena de culpa, vergüenza y falta de información. Cuando descubrí el placer, sabía que "no estaba bien" hacer eso porque crecí con los tabúes con los que crece la mayoría de la gente, "de eso no se habla, allí no se toca, Dios te va a castigar".
Esta última me generó tanta angustia de pequeña que comencé a comer por ansiedad, gané peso y en el colegio por muchos años me hicieron bullying. Odiaba mi cuerpo con todas las fuerzas de mi alma porque me sentía diferente, inadecuada, que no encajaba.
Pienso en todos los años que me sentí incómoda con que mi pareja me viera desnuda y se me arruga el alma.
Pienso en todas las veces que responsabilicé a mi pareja por mi placer y solo me queda perdonarme por lo poco que sabía.
Pienso en las veces que me expresé sin asertividad por no lograr lo que quería en la cama y aún duele.
Como no recibí más educación sexual que las películas de adulto, vivía una sexualidad muy masculina y al objetivo y muchas veces en busca del orgasmo me perdía la conexión. Fingí orgasmos para no dañar egos, acepté penetración sin estar lista porque el otro ya estaba y en cada micro agresión me perdía cada vez más el respeto a mí misma.
Hasta que comencé a sanar. Mi camino no ha sido fácil pero ya me lo tomo con ligereza. Capitalicé la experiencia y ahora ayudo mujeres que ya han logrado el éxito en otras áreas de su vida a que dejen atrás las creencias limitantes, los adoctrinamientos religiosos y los patrones sociales que las mantienen atadas a los tabúes que no las dejan disfrutar.
Después de impactar la vida de miles de mujeres en el mundo, de trabajar directamente con cientos de ellas en mis espacios privados y tener infinidad de esposos satisfechos, tengo la fórmula que funciona!