¿Cómo afecta el consumo de alcohol a nuestro cuerpo?

¿Cómo afecta el consumo de alcohol a nuestro cuerpo?

Por: Gustavo Rodríguez

¡Hola familia de PANDORASCODE! Soy Gustavo Rodríguez, tu experto en alimentación consciente y emocional. Hoy quiero responder sus inquietudes con respecto al consumo de alcohol y cómo afecta al cuerpo. Lee hasta el final que te regalo un consejo muy simple que puedes aplicar inmediatamente para consumir alcohol sin preocuparte de sus consecuencias.

Vayamos primero a sus orígenes. La teoría más aceptada es que comenzamos a producir alcohol hace unos 9000 años, cuando pasamos a ser agricultores y a acumular granos para consumo. Aunque hay estudios recientes que afirman que hace unos 10 millones de años, cuando evolucionamos bajando de los árboles para vivir en suelo, comenzamos a comer frutas caídas que estaban muy maduras y en proceso de fermentación, lo que sería el primer consumo de alcohol en humanos, al menos primitivos.

Luego, cuando desarrollamos las herramientas para recrear este proceso de forma artificial, comenzamos a producir vinos, cervezas y bebidas blancas. Lo que significa que consumir alcohol no es algo de moda, más allá de alguna bebida específica del momento. Hay registros dentro del inconsciente colectivo humano que nos hacen tender a su consumo de forma instintiva y social.

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De hecho, hubo épocas, como en el antiguo Egipto, donde era más seguro consumir cerveza que agua por los problemas sanitarios que se vivían para potabilizar el agua (¡SI! Los humanos seguimos teniendo los mismos problemas desde siempre).

Esto no significa que sea un consumo saludable en sí, aunque un consumo moderado de alcohol probablemente no te va a hacer daño, el consumo excesivo o recurrente sí puede generar síntomas que luego decanten en enfermedad, no solo física, sino también emocional y mental.

De alguna manera, todos conocemos en carne propia o por haber visto a algún amigo o familiar, los efectos del alcohol en el cuerpo. Y como todo, si te excedes consumiéndolo y además lo haces regularmente, vas a terminar padeciéndolo en tu cuerpo. Igual, creo oportuno recordar como es que afecta la salud.

A nivel fisiológico, el alcohol va al aparato digestivo y luego pasa a la sangre, permaneciendo hasta 18 horas, donde es eliminado finalmente a través del hígado. Pocos minutos después de haber bebido, pueden aparecer una serie de efectos que dependen de la cantidad ingerida y las características de cada persona. 

Inicialmente, una borrachera provoca efectos sobre el sistema nervioso central como euforia, excitación, desinhibición y conductas impulsivas. 

Cuando bebemos más de la cuenta, se produce lo que se llama intoxicación elevada. Se altera el equilibrio, la coordinación motriz y del habla y hasta pérdida de calor. 

Ahora, si ya bebemos descontroladamente, alteramos el nivel de conciencia, y aparece la confusión, el sueño, el aletargamiento, los vómitos, y una disminución de la actividad de las funciones mentales, físicas y de la capacidad de respuesta a los estímulos.

Si vamos a los riesgos de la ingesta excesiva, vemos que el alcohol es especialmente tóxico sobre las neuronas, produciendo lesiones y pérdida neural permanente. Está relacionado con la demencia (pérdida de memoria y deterioro cognitivo), con alteraciones del sueño y del carácter. Además de los trastornos que se asocian a la alta dependencia alcohólica (síndrome de abstinencia, encefalopatía alcohólica, etc).

En el aparato digestivo, tanto si es un consumo agudo o crónico, el alcohol favorece la aparición de enfermedades esofágicas (esofagitis, enfermedad por reflujo), gástricas (gastritis, sangrado gástrico), hepáticas (cirrosis hepática) y del páncreas (pancreatitis aguda y crónica). También se ha relacionado con cáncer de estómago, de laringe, de esófago y de páncreas.

Además, el consumo regular excesivo genera malnutrición, ya que aporta una gran cantidad de calorías con muy poco valor nutritivo (lo que se conoce como “calorías vacías”) impidiendo la absorción de minerales y vitaminas. A nivel cardíaco, aumenta la posibilidad de tener hipertensión arterial y hasta puede provocar cuadros de insuficiencia cardiaca muy graves.

Estas son las consecuencias físicas más graves de un consumo problemático a lo largo del tiempo, pero dentro del espectro de posibilidades, las consecuencias no son solo físicas. A nivel social, las consecuencias del consumo y dependencia del alcohol pueden ser muy graves, generándose problemas recurrentes en la convivencia social, laboral y familiar. Sin dejar de lado las posibilidades del aumento de accidentes de tránsito, lo que puede llevar a destrozar no solo la familia de quien consume alcohol, sino de las víctimas del accidente.

Para un consumo moderado y responsable, esto va a depender según la edad y contexto social. No es lo mismo un adolescente que un adulto mayor, o alguien que está habituado a alguien que recién toma sus primeros tragos.

Sin embargo, hay una pauta general que es la más importante y que muchas veces pasa desapercibida. Esta pauta es el consejo que te prometí al inicio de esta nota. 

Cuando elijas consumir alcohol, hazlo de forma espaciada y sin apuro. Esto significa que te tomes un momento entre cada trago o sorbo que des. Por ejemplo, si tomas cerveza, date al menos 3 minutos entre trago y trago. Y respira profundo… Inhala y exhala. Esto hará que tu cuerpo registre el nivel de alcohol en sangre y pueda advertirte si ya es suficiente. 

Este consejo parece obvio, pero la mayoría de la gente no lo tiene en cuenta. El consumo problemático de alcohol, es igual que el consumo problemático de comida. Comes o bebes rápido y sin pensarlo porque intentas gestionar tus estados emocionales de forma torpe y sin consciencia.

Recuerda, no se trata de dejar de consumir alcohol si no quieres, se trata de consumir responsablemente y disfrutándolo. Cuando consumes rápido y eufóricamente no estás disfrutando, estás paleando tus estados emocionales bajos, canalizando frustraciones y viviendo en automático y sin sentido.

¿Sueles tomar lento y con calma?

Si ya consumes alcohol de manera regular y quieres mitigar los efectos negativos en el cuerpo, permítete disfrutar, salir del molde y consumir alcohol lento, con pausa, respirando y siendo consciente que si te gusta beber, es mejor que lo hagas responsablemente y así podrás beber toda tu vida sin problemas ni riesgos de salud. Ahora, si bebes rápido y tragas en vez de disfrutar, es muy probable que llegues a algunas de las consecuencias de salud que te conté más arriba, y estoy seguro de que tú no quieres eso.

Para finalizar, la comunidad preguntó si el alcohol puede desencadenar trastornos de salud mental, como la depresión o la ansiedad. La respuesta es que sí. Aunque hay que analizar un punto importante. Y es el dilema de siempre: ¿Qué vino primero…? ¿El huevo o la gallina?

Lo que quiero decir es que no es el alcohol el que desencadena la depresión o la ansiedad.  El alcohol lo único que hace es agravar la situación. Piensa en lo siguiente. Si tienes un dolor de cabeza y tomas una pastilla o té para calmarlo, ¿le echarías la culpa a la pastilla o  al té del dolor de cabeza? ¡Lee la pregunta nuevamente!

Probablemente, tu respuesta sea que no. Entonces, ¿por qué le echamos la culpa al alcohol de nuestra depresión o ansiedad? La respuesta es simple, porque es más fácil. 

Entonces, para cerrar, quiero que entiendas que seguir el consejo de beber despacio y sin apuro, cambiará totalmente tu forma de beber y hará que, a la larga o a la corta, comiences a ver que si tienes depresión o ansiedad no se resuelve bebiendo, sino pidiendo ayuda a los expertos y siendo consciente y responsable con tus emociones. Al final, todo se trata de vivir bien, en paz y disfrutando la vida. 


¡Abrazo grande! Si te quedo alguna duda o quisieras una asesoría, me puedes encontrar en Instagram como @sindietasesamor

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Portada: Monstera Productions

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Somos un mundo creado para la mujer actual, una fuente de inspiración que nutre la mente, el cuerpo y el alma. Reunimos a todas aquellas personas, marcas y estilos de vida que nos inspiran, motivan y admiramos para impulsarte a encontrar tu valor y poder personal.

Mi nombre es Gustavo Rodriguez. Tengo 38 años y hace 10 años cambié mi vida con una sola desición. 

Yo estaba gordo, cansado, estresado y ansioso. Me agitaba al caminar y dormía mal. 

Al verme en ese estado, reflexioné y miré a mi alrededor.  Veía parientes, amigos, conocidos en la misma situación o más grave. Todos con médicos y enfermedades crónicas.

Decidí que no queria esa vida y comenzó mi búsqueda. Aprendí sobre alimentación consciente y depurativa, ayunos y detox.

Aprendí de medicina chica, Soy maestro de reiki usui y masaje shiatzu.
Mi camino fue holistico y  me permitió crear un método para "perder peso sin efecto rebote" que involucra además de la comida y rutinas, lo emocional, lo mental y lo espiritual. Las 4 patas de la salud.

Actualmente ofrezco mi Mentoría "Pierde peso sin efecto rebote" a mujeres de habla hispana de todo el mundo. Desde Las Grutas, Río Negro, Patagonia Argentina.