¿Cómo podemos controlar el consumo de azúcar y manejar los antojos repentinos?

¿Cómo podemos controlar el consumo de azúcar y manejar los antojos repentinos?

Por: María Guerrero

El consumo de azúcar, presente en numerosos alimentos y tentaciones irresistibles, ha sido un tema recurrente en nuestras vidas cotidianas. Si bien es cierto que el exceso de azúcar puede tener repercusiones negativas para la salud, es importante reconocer que disfrutar de dulces de manera ocasional o en momentos especiales no debería ser motivo de culpabilidad. Mi nombre es María Guerrero, soy nutrióloga clínica, me especializo en salud hormonal femenina y en microbiota; hoy abordaremos las diferentes razones detrás de los antojos de azúcar y proporcionaremos consejos prácticos para disfrutar de este placer de manera consciente. Al comprender que el azúcar puede formar parte de una dieta equilibrada cuando se consume con moderación y discernimiento, podemos adoptar una actitud más informada y saludable hacia nuestros hábitos alimenticios.

El azúcar desencadena una serie de reacciones en nuestro cuerpo, no solo a nivel físico, sino también hormonal. Entender cómo afecta el azúcar a nuestro organismo es esencial para adoptar hábitos alimenticios más conscientes y saludables.

En primer lugar, el azúcar provoca picos de dopamina, la "hormona del placer", generando una sensación de bienestar tras su consumo. No obstante, el problema surge cuando el cuerpo desarrolla resistencia a estos picos de dopamina, llevándonos a consumir más azúcar para experimentar la misma sensación placentera. Esto puede crear un ciclo que fomenta el consumo excesivo de azúcar.

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A nivel hormonal, el exceso de azúcar puede desencadenar desequilibrios, especialmente en la insulina, la hormona encargada de metabolizar el azúcar. Este desequilibrio puede resultar en un aumento de los niveles de insulina, contribuyendo a problemas como la resistencia a la insulina y, en última instancia, la diabetes.

Además, el consumo excesivo de azúcar puede influir en otras hormonas, como el cortisol y los estrógenos, afectando negativamente a la salud hormonal en general. Se ha demostrado que el azúcar en exceso puede contribuir a desequilibrios hormonales, afectando desde la función metabólica hasta la salud mental.

Es importante entender que el deseo de consumir azúcar puede surgir por diversas razones. Puede deberse a la búsqueda de placer, restricciones autoimpuestas, situaciones emocionales, desequilibrios hormonales o incluso problemas con la microbiota intestinal.

Entonces, ¿cómo podemos controlar el consumo de azúcar y manejar los antojos repentinos?

Permítete disfrutar ocasionalmente: Prohibir ciertos alimentos puede aumentar el deseo de consumirlos. Consume el azúcar de manera consciente y disfruta de esos momentos sin sentir culpa.

Identifica el motivo detrás del antojo: Tómate un momento para reflexionar sobre por qué sientes ese antojo. Puede estar relacionado con emociones, restricciones autoimpuestas,  recuerdos/ situaciones específicas en tu vida,  cierta etapa de tu ciclo o simplemente porque “sí” (ten presente que es muy válido esto último). 

Observa tus hábitos alimenticios: Evalúa si estás comiendo lo suficiente y si tu dieta es equilibrada. La falta de nutrientes o comidas irregulares puede provocar antojos de azúcar.

Conoce tu ciclo hormonal: Entiende cómo tu ciclo menstrual puede influir en tus antojos y emociones. Aprender a reconocer estas fluctuaciones hormonales puede ayudarte a manejar mejor tus elecciones alimenticias.

¿Sabes qué opciones saludables consumir cuando tienes antojos de dulce?

Evita las alternativas fit o “saludables”: No intentes engañar a tu cuerpo con una elección baja en calorías. Algo muy probable es que después de comer esa alternativa, termines comiendo el alimento que querías desde un principio. Date la oportunidad de honrar ese antojo, comiendo de manera tranquila, observando y preguntándote ¿por qué me gusta tanto este alimento? Fíjate en el color, aroma, texturas, sabores, verás que comiéndolo así lo disfrutarás sin culpa y muy probablemente no habrá necesidad de comer tanto. 

Prueba alternativas saludables: Si el antojo persiste, busca opciones más saludables. Puedes experimentar con versiones de postres o snacks que contengan menos azúcar, como edulcorantes naturales o frutas.

Consume conscientemente: Al disfrutar de alimentos azucarados, hazlo de manera consciente. Siente su textura, observa sus colores y saborea cada bocado. Esto puede ayudar a satisfacer el antojo con porciones más pequeñas.

Consulta a un profesional de la salud: Si sientes que tus antojos de azúcar son incontrolables o experimentas problemas de salud relacionados, busca la orientación de un profesional de la salud o un nutricionista.

El azúcar puede tener un impacto significativo en nuestro cuerpo y hormonas. Adoptar un enfoque consciente hacia el consumo de azúcar, comprendiendo sus efectos y abordando los antojos desde una perspectiva holística, puede contribuir a un estilo de vida más equilibrado y saludable. Si te quedo alguna duda o quisieras más información, me puedes encontrar en Instagram como  @marianutriologa 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Somos un mundo creado para la mujer actual, una fuente de inspiración que nutre la mente, el cuerpo y el alma. Reunimos a todas aquellas personas, marcas y estilos de vida que nos inspiran, motivan y admiramos para impulsarte a encontrar tu valor y poder personal.

Estudié licenciatura en Ciencias de la Nutrición en la UDLAP. Más tarde descubrí que no me gustaba la nutrición tradicional y comencé a buscas alternativas más profundas.  Terminé haciendo certificaciones en : - Nutrición Holística - Nutrición a base de plantas - Alimentación Intuitiva (en esta área sigo aprendiendo)  - Microbiota y salud intestinal  - Hatha y Vinyasa yoga (no tiene tanto que ver con la nutrición física, pero sí me ayuda a nutrirme en otros niveles)  Y una maestría en nutrición hormonal y salud en la mujer.  Poco a poco he ido adoptando una práctica más empática, gentil y respetuosa con el cuerpo y la persona. Comenzando por mi propio ser.  Gracias al intercambio que he tenido con mis consultantes he podido cultivar cada vez más esa nutrición que se centra en “nutrir” y no en castigar, señalar ni juzgar.