Las parejas que mantienen una comunicación abierta y efectiva, sin duda, disfrutan de una vida sexual más satisfactoria. Sin embargo, si esa comunicación no se estableció antes del embarazo y deseas abrirla después de dar a luz por primera vez, es crucial educar a tu pareja y a ti misma sobre los cambios físicos y emocionales que acompañan al posparto. Mi nombre es Laudy Sarli, soy Sex Healer y hoy vengo a hablarte sobre la sexualidad en el post parto.
Mi recomendación principal es que te eduques sobre lo que significa experimentar cambios físicos y emocionales después del parto. Iniciar un diálogo abierto con tu pareja acerca de estos cambios puede ser fundamental. Juntos, pueden explorar estrategias que ayuden a las madres a cuidarse a sí mismas y a recuperar su bienestar emocional.
Es esencial comprender que estás haciendo lo mejor que puedes con la información que tienes. Si buscas mejorar, la clave está en aprender y encontrar nuevas formas de hacerlo diferente. Identifica lo que no te gusta de lo que estás viviendo en esta etapa de tu vida y busca información para mejorar en tu conexión con la maternidad, contigo misma y con tu pareja.
Para muchas madres la culpa es una compañera constante. Ya sea por trabajar o no, cuidar al bebé o tomar un tiempo para ti misma, la culpa puede estar presente en diversas situaciones. Aceptar que estás tomando decisiones que funcionan mejor para ti y tu familia es fundamental. No te castigues por las decisiones que tomas.
Al comprender y aceptar el tipo de madre que eres, el proceso de recuperación como mujer será mucho más fácil. Ponerte como prioridad, volver a ti, conocer tu nuevo cuerpo y aceptarlo es vital. También es importante cuando te sientas lista, buscar ayuda para que alguien cuide al bebé por un tiempo, permitiéndote tomar un espacio para ti y tu autocuidado.
Es importante mantener la intimidad con tu pareja, entendiendo que la intimidad no es nada más física y que el sexo no es nada más penetración. Aprende a gestionar el deseo intencionalmente para que no pierdas la conexión de pareja, incluso si no hay deseo sexual en los primeros meses, después de la cuarentena que las hormonas no te acompañan. La comunicación abierta sobre las expectativas y el deseo de mantener la conexión emocional puede prevenir problemas más adelante.
Si después de seis meses no se ha logrado recuperar la conexión íntima con la pareja, es recomendable hablar con el ginecólogo. Dependiendo del caso, el profesional de la salud podría referir a la pareja a un terapeuta sexual. La falta de deseo sexual después del parto es normal, y es importante buscar soluciones, si esta situación se mantiene en el tiempo.
¿Sientes que tu deseo sexual no volvió a ser igual desde que tuviste hijos?
Mi consejo para las mujeres es recuperarse a sí mismas tan pronto como se sientan adaptadas a la nueva situación con su bebé. Es fundamental reconectarse con uno mismo, mantener hobbies y actividades que te gusten. No pierdas tu identidad en la maternidad; al contrario, al recuperarte como mujer, te convertirás en una madre más feliz y completa. La paciencia es clave, ya que acabas de dar vida a un ser humano completo, el proceso de adaptación lleva tiempo y es diferente para cada mujer. Al entender esto, podrás liberarte de las culpas y vivir una maternidad más plena y consciente. Si te quedó alguna duda o quisieras una asesoría, me puedes encontrar en Instagram como @laudysarlilove
Portada: Pexels
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Somos un mundo creado para la mujer actual, una fuente de inspiración que nutre la mente, el cuerpo y el alma. Reunimos a todas aquellas personas, marcas y estilos de vida que nos inspiran, motivan y admiramos para impulsarte a encontrar tu valor y poder personal.
Hola soy Laudy! Y te dov la bienvenida si eres nueva por aquí. Me quiero presentar.
Me dedico a eliminar bloqueos mentales, energéticos y emocionales en las mujeres para que se conecten con ellas mismas, con su cuerpo, con su placer y con su pareja y que tengan relaciones sexuales extraordinarias.
Durante mucho tiempo viví una sexualidad llena de culpa, vergüenza y falta de información. Cuando descubrí el placer, sabía que "no estaba bien" hacer eso porque crecí con los tabúes con los que crece la mayoría de la gente, "de eso no se habla, allí no se toca, Dios te va a castigar".
Esta última me generó tanta angustia de pequeña que comencé a comer por ansiedad, gané peso y en el colegio por muchos años me hicieron bullying. Odiaba mi cuerpo con todas las fuerzas de mi alma porque me sentía diferente, inadecuada, que no encajaba.
Pienso en todos los años que me sentí incómoda con que mi pareja me viera desnuda y se me arruga el alma.
Pienso en todas las veces que responsabilicé a mi pareja por mi placer y solo me queda perdonarme por lo poco que sabía.
Pienso en las veces que me expresé sin asertividad por no lograr lo que quería en la cama y aún duele.
Como no recibí más educación sexual que las películas de adulto, vivía una sexualidad muy masculina y al objetivo y muchas veces en busca del orgasmo me perdía la conexión. Fingí orgasmos para no dañar egos, acepté penetración sin estar lista porque el otro ya estaba y en cada micro agresión me perdía cada vez más el respeto a mí misma.
Hasta que comencé a sanar. Mi camino no ha sido fácil pero ya me lo tomo con ligereza. Capitalicé la experiencia y ahora ayudo mujeres que ya han logrado el éxito en otras áreas de su vida a que dejen atrás las creencias limitantes, los adoctrinamientos religiosos y los patrones sociales que las mantienen atadas a los tabúes que no las dejan disfrutar.
Después de impactar la vida de miles de mujeres en el mundo, de trabajar directamente con cientos de ellas en mis espacios privados y tener infinidad de esposos satisfechos, tengo la fórmula que funciona!