En el vibrante panorama del cine y la televisión, donde las voces auténticas y las historias diversas están ganando cada vez más protagonismo, tenemos el privilegio de presentar a Natalia Reyes como una de nuestras MUSAS. Pero más allá de la pantalla, Natalia es una mujer que, como muchas, ha enfrentado sus propias luchas, superado desafíos y abrazado su vulnerabilidad con la misma intensidad con la que abraza sus triunfos. Su esencia va más allá del talento; es una mujer profundamente conectada con sus raíces, con una humanidad que inspira a quienes la rodean. Su historia es la de alguien que no solo ha trabajado incansablemente por sus sueños, sino que ha sabido mantenerse fiel a sí misma en un mundo que a menudo exige lo contrario. Natalia nos recuerda que la autenticidad y la pasión son los verdaderos motores del cambio, y que detrás de cada éxito hay un ser humano que sigue evolucionando.
PC: ¿Cómo comienzas tu día?
NR: Siempre trato, apenas abro los ojos, de agradecer. Es algo que adopté hace un tiempo como costumbre. No es algo en particular, pero me gusta empezar el día dando gracias. Además, ahora que casi siempre me levanto viendo a mi hija, que duerme con nosotros, siento esa gratitud aún más fuerte. Al despertar, la veo a ella, veo a mi esposo, y agradezco por un día más de vida. Después de eso, comienza mi rutina diaria, que varía dependiendo de si estoy en rodaje, ya que normalmente empiezo muy temprano.
Cuando estoy trabajando en un rodaje, me levanto, me baño y sigo una rutina de belleza sencilla. Soy muy práctica en esos momentos, ya que madrugo mucho. Me baño rápidamente, uso mi raspador de lengua, me aplico crema después de bañarme, me visto y salgo. No suelo desayunar tan temprano, así que me llevo algunas cosas para el rodaje, y así comienza mi día.
PC: ¿Qué es lo más valiente que has hecho?
NR: Creo que cuando terminé la universidad, comencé a trabajar de forma más seria. Aunque empecé en el teatro a los 9 años, y ya a los 16 hacía televisión y teatro de manera más profesional, siempre tuve miedo de dedicarme completamente a esto. Siempre me surgía la duda: "¿De esto se puede vivir? ¿Es una profesión seria?". Incluso mi papá me preguntó en qué universidad iba a estudiar. En ese momento, en Colombia, ni siquiera había opción de estudiar interpretación o actuación a nivel universitario, por lo que no lo veía como una posibilidad sería.
Así que decidí estudiar una carrera más tradicional. Me gradué de Producción Audiovisual en la Javeriana. Sin embargo, durante todo ese tiempo seguí trabajando como actriz, y lo que hice fue ahorrar. Apenas me gradué, ya tenía el dinero necesario para irme a Nueva York a estudiar lo que realmente quería: actuación.
Ese cambio fue muy radical para mí, ya que en Colombia ya había comenzado mi carrera profesional. Era como cambiar de vida de repente. Pasé de ser una profesional con cierta estabilidad a volver a ser una estudiante en una ciudad enorme que, aunque conocía, nunca había vivido en ella. Además, me enfrenté al desafío de estar en un país donde se hablaba un idioma que no era el mío y en una escuela con un método de enseñanza completamente diferente a las corrientes teatrales que había estudiado antes.
Fue un momento de mucho cambio y valentía, pero siento que cuando uno toma decisiones desde la convicción de que es lo que realmente quiere hacer, todo termina saliendo bien.
PC: ¿A qué mujer admiras? ¿Por qué?
NR: Uf, admiro a muchísimas mujeres, y lo que he intentado, sobre todo más recientemente, es que aunque admire a muchas, siempre veía el concepto de admiración como algo muy lejano. Como no sé, a Natalie Portman, Y al final lo que he entendido es que es demasiado importante también encontrar esos referentes y esas personas a las que uno admira en la cotidianidad, en el círculo personal.
Es decir, referentes que estén cerca, que hayan crecido o que trabajen con uno. En ese sentido, he empezado a encontrar a esas personas en mi círculo más cercano. Desde mi mamá y también hasta a nivel profesional, he encontrado en mis amigas increíbles referentes. Mujeres como Juana Acosta, Cristina Umaña, Marcela Mar... Uf, son mujeres muy cercanas a mí, pero que realmente han marcado un camino en mi vida profesional.
PC: ¿Cuál es la clave que uno necesita para cumplir sus sueños?
NR: Yo creo que es la perseverancia, la disciplina. Creo que eso aplica a todas las artes, a todas las disciplinas, a todas las industrias. De alguna manera, con toda la instantaneidad que vivimos hoy en día con las redes sociales y la rapidez del mundo, solemos ver sólo el éxito, la parte linda, el resultado bonito de las cosas. Al final, lo que siempre digo es que solemos mostrar y publicar eso, porque no nos gusta exponer los momentos dolorosos o las frustraciones, sino la mejor parte.
Siento que muchas veces no mostramos el proceso. Siempre digo que la gente ve el proyecto o la película que hago, pero no ve la cantidad de castings en los que me dijeron que no. Realmente, para llegar a cada "sí", he recibido cientos de "no". Y si me hubiera dado por vencida en cada rechazo, o no tuviera el convencimiento, la pasión, la disciplina y la constancia de seguir, pues no estaría trabajando realmente.
PC: ¿Cuáles son tus 2/3 pilares del éxito?
NR: Creo que me he reevaluado, sobre todo a raíz de la maternidad. Tal vez con el tiempo, esos indicadores del éxito han cambiado. Antes, en ciertos momentos de la vida, solía relacionar el éxito más con lo profesional. Pero ahora valoro mucho más el éxito en lo personal. Aun así, considero que el éxito no es necesariamente una sola cosa, como el dinero o la carrera profesional, sino más bien lo que significa bienestar y satisfacción para cada persona.
En mi caso, el éxito tiene mucho que ver con la gratitud, con valorar y agradecer cada cosa y cada persona que está en tu vida. También, como ya mencioné, la disciplina sigue siendo fundamental, incluso para ser mamá se necesita mucha disciplina. Y otro pilar es la paciencia, que está muy relacionada con la disciplina, pero va más allá. Por muy disciplinado que seas, las cosas no suceden de un día para otro; no es automático. Realmente necesitas aprender a esperar, ya que a veces las cosas suceden y a veces no, y eso también es parte del proceso.
PC: ¿La lección más poderosa que has aprendido siendo actriz?
NR: Yo creo que la empatía. De hecho, creo que es la característica más importante para ser actor. La empatía está vinculada a la escucha, a la observación, a muchas cosas, pero principalmente la resumo en eso: empatía.
Pienso que es tanto un requisito para ser un buen actor como la gran lección que te deja la actuación. Es imposible interpretar a otra persona o ponerte en los zapatos de un personaje ajeno o distinto a ti si no tienes esa capacidad de conectar con lo que otro ser humano puede estar viviendo.
PC: ¿Cómo celebras las buenas noticias?
NR: La verdad, intento celebrar mucho con mi familia. Soy una persona muy sociable y extrovertida, pero también siento que mi círculo más cercano, al final, es la familia, que se vuelve parte de la cotidianidad. Más aún en mi vida, que me muevo tanto de un lado a otro, ese círculo pequeño es el que me acompaña y con el que celebro.
Hoy en día, mis celebraciones son muy "zanahorias" y suelen ser con mi hija. Sin embargo, así sea lo mínimo, intento siempre celebrar las cosas buenas que me pasan en el día. Aunque, sinceramente, siento que es una de las tareas que más tengo pendientes por aprender. A veces me cuesta, porque mi vida es tan rápida y hay tanto movimiento que, aunque agradezco lo que sucede, no siempre me tomo el tiempo necesario para celebrarlo. Y creo que eso también es algo importante.
PC: ¿Cuál ha sido tu papel en la vida más desafiante hasta ahora y por qué?
NR: El más desafiante, creo que fue una película que hice estando embarazada y durante la pandemia. Aunque ya estábamos saliendo de la pandemia, la película Tomorrow Before After fue especialmente retadora porque la rodé sola. La historia estaba escrita como un monólogo, donde básicamente éramos solo yo y un perro en un mundo postapocalíptico. Terminé de filmarla con 8 meses de embarazo.
Además, cada escena la hice tanto en inglés como en español, ya que hay dos versiones de la película. Fue una experiencia muy exigente y demandante, no solo por el reto de estar sola en pantalla, sino también por el contexto del mundo en ese momento y por mi embarazo. Sin embargo, lo recuerdo como un gran momento en mi vida, a pesar de todo lo desafiante que fue.
PC: ¿Cómo haces tú Natalia Reyes para transformarte o meterte en cada papel?
NR: Al final, todo se reduce a tiempo, dedicación y empatía. Sin embargo, también depende del personaje. Recientemente, hice una película en la que interpretaba a una persona real, alguien que vivió y existió. En ese caso, se requiere mucha investigación: buscar documentos, fotografías y realizar un trabajo de investigación muy riguroso.
Cuando no se trata de una persona o un tema de la vida real, ahí entra más la imaginación y la creación. De todos modos, siempre es necesario invertir tiempo y esfuerzo. A veces, trabajo con alguien; por ejemplo, el personaje que hice antes de este lo desarrollé junto a Victoria Hernández, una maestra increíble de actuación que me ha ayudado muchas veces a crear personajes. Nos encontramos, hablamos, escribimos, hacemos ejercicios y exploramos cómo se mueve el cuerpo en relación al personaje.
Otras veces, trabajo sola. Casi cada personaje que interpreto tiene su propio cuadernito, donde voy anotando y guardando ideas. Si es una película, el mismo guion lo convierto en un mapa en el que anoto detalles y cosas importantes que me ayudan a construir el personaje. Es un proceso muy enriquecedor que me permite sumergirme por completo en cada rol.
PC: Desde tu profesión, ¿Cuál es el mejor consejo que le puedes dar a una mujer?
NR: Mi mejor consejo es que se pregunte constantemente por qué no. Esto me sucede a mí a menudo; me limito a mí misma. Veo una película, una serie o algo que quiero lograr, y empiezo a pensar: "No, eso no va a pasar". Me digo a mí misma: "Soy latina, soy pequeña", y así sucesivamente. Mi esposo ha sido un gran referente en esto, porque él realmente no conoce límites; no hay nada que no crea que puede lograr. Es muy capricornio en ese sentido. Él me ha enseñado a cuestionar esas limitaciones. Cada vez que digo que algo es imposible, él me responde: "¿Por qué no? ¿Quién dice que no puedes hacerlo o lograrlo?" A veces pienso: "Nunca una mujer colombiana se ha ganado un Óscar, ¿y por qué no podría ser yo?". Es esencial cuestionarse todo el tiempo.
Es cierto que vivimos en un mundo lleno de barreras y techos de cristal, pero también hay nuevas formas de alcanzar lugares que siempre hemos creído inalcanzables.
PC: Eres madre, esposa, actriz, empresaria y una verdadera inspiración a muchas mujeres, ¿Cómo encontrar el balance y no perderse en el camino?
NR: No tengo una respuesta fácil ni una clave definitiva, porque es algo que me confronta todos los días. Quiero ser una madre presente, llevo a mi hija conmigo a todos lados, y aunque ayer cumplió 3 años, sé que a medida que crece, eso se volverá más complicado. He intentado estar en cada momento de su crecimiento, pero también quiero seguir persiguiendo mis sueños, mi profesión y mis proyectos.
Es un desafío malabear todas estas responsabilidades: ser esposa, madre, empresaria, creadora, presidenta de la academia... La verdad es que no es fácil, y hay momentos en los que me siento agotada. A veces, tengo que comenzar a elegir mis batallas y priorizar lo que puedo hacer, cuidando de mi salud física y mental. Intento aprovechar al máximo el tiempo y dar lo mejor de mí en cada espacio en el que estoy, pero también estoy aprendiendo a seleccionar mis prioridades.
Ser madre ha cambiado mi perspectiva en muchos aspectos. El cine, que es una industria que amo y considero maravillosa, también es extremadamente agotador y exigente en términos de horarios y la energía que requiere. He comenzado a reevaluar los tipos de proyectos en los que me involucro, porque no puedo trabajar 16 horas al día en cada película, ya que eso significaría no ver a mi hija. Cuando era soltera, podía permitirme eso, pero ahora no es sostenible. Por lo tanto, empiezo a elegir mejor los proyectos y a establecer mis prioridades.
PC: ¿Qué te llevó a abrir Fenix Beach? ¿Cómo fue ese proceso? (Sentiste miedo, cómo diste ese paso?, etc)
NR: La verdad es que siempre he sido muy curiosa; me encanta la comida y viajar, así que siempre he tenido esa inquietud. Sin embargo, jamás me hubiera aventurado en un proyecto así por mi cuenta. Mi esposo, que es español, creció en la industria, ya que sus padres tenían un bar y un restaurante en España. Desde pequeño, ha estado rodeado de este mundo y lo domina a la perfección. A lo largo de su vida, se ha dedicado a restaurantes, bares y discotecas en España.
Cuando llegó a Colombia, yo lo conocí mientras él tenía un lugar en Bogotá llamado La Puerta Grande. Su experiencia y conocimiento fueron fundamentales para mí. Creo que me animé a involucrarme porque contaba con su apoyo y sabía que él sabía lo que estábamos haciendo. Me parecía lindo crear un espacio al que yo misma quisiera ir y donde él también se sintiera a gusto. Él quería estar cerca del mar, y a mí me cautivó la vida de Cartagena, con su playa y hospitalidad.
Así que aquí estoy, pero siento que no lo habría hecho sin su experiencia a mi lado.
PC: ¿A qué quisieras atreverte?
NR: Primero, necesitaría más tiempo para atreverme a más cosas. Sin embargo, hay algo que siempre me ha apasionado: desde que comencé a hacer teatro a los 9 años, el baile ha sido una parte importante de mi vida. Me encanta bailar; es algo que disfruto mucho y que me conecta profundamente conmigo misma. Lamentablemente, he tenido poco tiempo para dedicarle últimamente. En algún momento pensé que tal vez conseguir un papel de bailarina me permitiría bailar más. Pero, en realidad, me gustaría atreverme a pasar más tiempo disfrutando del baile.
PC: ¿Película favorita?
NR: Mi película favorita se llama Oldboy, una película coreana que vi hace muchos años y que me encantó. Me abrió el espectro del cine, de las historias y del mundo en general, porque la cinematografía coreana es realmente impactante. Considero que es un referente importante, muy distinto a lo que conocemos. Siempre he pensado en esta película como un equivalente de Shakespeare en el cine; es una especie de tragedia griega, una profunda reflexión sobre la humanidad, pero llevada a la pantalla.
PC: ¿Un sueño que tengas?
NR: Tengo un sueño que he estado trabajando durante un tiempo. Este sueño está relacionado con mi esposo y mi hija, quienes son españoles. Me gustaría, y estoy materializándolo poco a poco, vivir y trabajar un tiempo en España.
PC: ¿Qué te hace ser Natalia? Si pudiéramos destilarte y sacar tu esencia que es lo que te hace ser tú.
NR: Creo que el arte en general es lo que me define. Ya sea bailar, asistir a una obra de teatro o ver una buena película, esos momentos me llenan de inspiración. También valoro mucho la moda, la cocina y el maquillaje, aunque debo admitir que soy pésima para maquillarme.
Además, valoro y respeto profundamente las artes en su totalidad. Cuando voy a un lugar, no necesariamente de estrella Michelin, sino a cualquier sitio donde alguien se tome la cocina en serio, con amor y dedicación, siento una conexión especial. Disfrutar de un desfile de modas o cualquier cosa que me inspire me conecta con el deleite de la vida y con el arte en su máxima expresión.
PC: ¿Cuál es tú clave para construir en el tiempo relaciones sanas?
NR: Creo que la clave radica en la honestidad. Debo admitir que a veces me cuesta ser completamente honesta, y he entendido que en la cultura colombiana nos resulta difícil establecer límites y ser directos. Sin embargo, creo firmemente que la honestidad es fundamental para crear relaciones duraderas y significativas a largo plazo.
PC: ¿Cuál es el lema de tu vida?
NR: ¿Por qué no?
PC: ¿Cuál es tu placer culposo?
NR: Mi placer culposo es viajar. Es algo que disfruto enormemente y, al mismo tiempo, es una necesidad en mi vida debido a mi carrera. Sin embargo, soy muy consciente del impacto ambiental de mis acciones, y sé que viajar contribuye significativamente a mi huella de carbono. A pesar de que trato de compensar este impacto plantando árboles y haciendo otras acciones sostenibles, me resulta difícil equilibrar esa huella. Siempre que viajo, intento aprovechar al máximo la experiencia y también hacer que mi hija conozca diferentes lugares y culturas.
PC: ¿En qué o quién crees?
NR: Creo en lo que la mayoría llama Dios, aunque en cada cultura tiene un nombre diferente. Estoy convencida de que existe un ser superior, una energía que representa la vida, el universo y la Tierra. Para mí, esta fuerza es la esencia de la vida. Creo firmemente en lo que no podemos ver, como la energía y esas cosas que no son evidentes a simple vista, pero que, sin duda, están ahí.
PC: ¿Dedicas tiempo en soledad? ¿Qué te gusta hacer en esos momentos?
NR: La verdad es que cada vez tengo menos tiempo para mí, ya que la maternidad ocupa casi todos los espacios de mi vida. Sin embargo, intento obligarme a encontrar momentos para mí. Me gusta mucho hacer pilates, así que busco estudios donde pueda asistir a clases cuando estoy de viaje. También disfruto bailar y ver obras de teatro con mi esposo. Aunque cada vez es más complicado encontrar estos espacios, hago un esfuerzo por no abandonarlos.
PC: ¿Cómo terminas tu día?
NR: Termino mi día con mi hija en la cama, preguntándole sobre lo que quiere agradecer de su día. Es un momento especial para conectarnos. Muchas veces, me encuentro escribiendo en una hoja con un lápiz, anotando mis preocupaciones, tareas pendientes y cosas por hacer. Lo hago para poder dejarlas a un lado y así descansar mejor.
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